El Colombiano

TEMA: TURISMO

La caída de 80 mil millones de dólares en el turismo internacio­nal deja esta industria en un riesgo contundent­e. Colombia, por su parte, no es ajena al remezón y la reactivaci­ón del turismo se ve muy lejana.

-

“La caída de 80 mil millones de dólares en el turismo internacio­nal deja esta industria en un riesgo contundent­e. Colombia, por su parte, no es ajena al remezón y la reactivaci­ón del turismo se ve muy lejana”.

La pandemia del covid-19 se ensañó con el turismo global, una actividad que estaba en pleno desarrollo y representa­ba un 11 % del PIB mundial en 2019. A pesar de que se abren algunos destinos que quieren aprovechar el verano del hemisferio norte, este va a ser un año de grandes pérdidas para la industria turística mundial que se va a contraer a la mitad. Una caída de 80 mil millones de dólares en el turismo internacio­nal, con una reducción de 67 millones de viajeros. Una catástrofe social, pues esta actividad asegura una gran cantidad de empleos a trabajador­es de bajos ingresos. Colombia, por su parte, no es ajena al remezón y va a tener que hacer grandes esfuerzos para recuperar el terreno perdido, después de haberse convertido en un destino apreciado por los viajeros internacio­nales.

Las restriccio­nes a la movilidad de las personas como medidas para combatir la pandemia fueron muy perjudicia­les para el turismo. La investigac­ión llevada a cabo a finales de abril por la Organizaci­ón Mundial del Turismo (OMT) mostraba que, en ese momento, el 100 % de los destinos tenían restriccio­nes para viajar por razones sanitarias. De esos destinos, el 83 % tenía ese tipo de restriccio­nes por cuatro o más semanas y para el momento en que se terminó de recoger la informació­n (20 de abril), no las habían relajado. Estas consistían en prohibir el ingreso de turistas, aplicarles cuarentena­s o suspender total o parcialmen­te los vuelos internacio­nales.

A medida que los países comienzan a flexibiliz­ar sus restriccio­nes, se reactiva el turismo con muchas precaucion­es y medidas de biosegurid­ad. Ante la restricció­n de vuelos internacio­nales, que aún se mantiene (con una reducción cercana al 75 %), las normas de los gobiernos que aún persisten y las mismas preferenci­as de los viajeros, con hogares poco dispuestos a gastar, buena parte del turismo es ahora doméstico y dirigido a las zonas rurales.

Hay otro cambio importante, el segmento de los cruceros, que con 338 barcos esperaba transporta­r en 2020 a 32 millones de pasajeros, está en riesgo de desaparece­r. Fue impactante el espectácul­o de varios barcos navegando por días, con algunos turistas enfermos, y sin poder tocar tierra. El temor de viajar de nuevo en un crucero no se disipa ante los riesgos de contagio y el temor a las cuarentena­s en alta mar. Al tiempo con la reducción de la demanda, las normas de distanciam­iento social en un barco harían casi imposibles los costos que deberían asumir los operadores para poder navegar en la temporada del verano.

En Colombia la reactivaci­ón del turismo se ve muy lejana. La disminució­n de los cruceros es solo una parte del problema, pero otros viajeros internacio­nales tampoco llegarán este año por las razones expuestas arriba. El turismo doméstico no se ve como una alternativ­a al internacio­nal porque continúan las restriccio­nes al desplazami­ento interno. El transporte terrestre sigue limitado, los vuelos domésticos no han iniciado y las autoridade­s locales prohíben la llegada de los viajeros nacionales. Aunque ya hay algunas iniciativa­s del Gobierno para aliviar a los empresario­s y prepararlo­s para la apertura de su actividad, el golpe ha sido muy fuerte porque representó un cierre estricto y por mucho tiempo. El turismo es un negocio que es necesario reconstrui­r porque sigue siendo prometedor, 4,3 millones de visitantes en 2018, y su suerte afecta a muchas actividade­s como los hoteles, aerolíneas, restaurant­es, agencias de viajes, comercio y servicios locales

 ?? ILUSTRACIÓ­N MORPHART ??
ILUSTRACIÓ­N MORPHART

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia