EL DESARROLLO REGIONAL, LA DEUDA DE ANTIOQUIA
Para que esta visión pueda desarrollarse, es clave el rol de liderazgo de la Gobernación en la planeación y coordinación territorial.
Desde Proantioquia hemos llamado la atención sobre los desequilibrios sociales que supone un modelo centralista de Antioquia, con concentración del desarrollo y las oportunidades en Medellín y el Valle de Aburrá, que apenas ocupan el 2 % del territorio departamental, pero consolidan el 67 % del valor económico generado. En este contexto, la integración de nuevos polos regionales se convierte en una condición necesaria para promover la equidad y contener la migración y el despoblamiento de las regiones, en las que se registran menos habitantes en el censo 2018 que en el de 2005.
La Gobernación de Antioquia, en su Plan de Desarrollo 2020 – 2023, se ha trazado este propósito para esta administración. Se busca consolidar un modelo de intervención policéntrico, basado en grandes macroproyectos subregionales que aprovechen las condiciones y la riqueza biodiversa, geográfica, climática y cultural de Antioquia para impulsar una agenda que posicione al Departamento en las dinámicas actuales de la cuarta revolución industrial, y el desarrollo competitivo y sostenible nacional e internacional. Cuatro macroproyectos, conectados a través de las vías 4G (Autopistas Mar 1 y 2, Tunel Guillermo Gaviria Echeverry, Conexiones Pacífico 1, 2 y 3, Conexión Norte, Conexión Magdalena 2) y articulados con la red vial secundaria y terciaria del Departamento, buscan movilizar y congregar de manera simultánea voluntades y recursos hacia un objetivo común: la integración y el equilibrio territorial para el cierre de brechas sociales, económicas e institucionales.
Así, de un lado se propone a Urabá, la subregión que hace de Antioquia el segundo departamento con mayor extensión de costa Caribe después de La Guajira, como una centralidad capaz de aprovechar el mar como un importante factor del desarrollo portuario, logístico, industrial y agroindustrial, con un primer hito: Puerto Antioquia. En la subregión del Oriente se propone impulsar el desarrollo aeronáutico y aeroportuario de la subregión, construyendo un plan integral centrado en el fortalecimiento y el desarrollo de capacidades en industria e innovación aeronáutica, integrando la infraestructura hoy existente del Aeropuerto José María Córdoba y la construcción de su segunda pista. Además, se propone habilitar un Tren Verde que integre el tramo férreo CaldasBarbosa-Puerto Berrio y un cluster enfocado en economía circular, el desarrollo de mercados para materias primas secundarias y bioproductos, que hagan de la subregión del Magdalena Medio otro polo para el desarrollo económico y la innovación sostenible del Departamento. La subregión del Bajo Cauca, por su parte, se piensa como un nuevo centro para la reforestación y la consolidación de una industria agroalimentaria para Antioquia y el país. Finalmente, en el Suroeste, se impulsa el proyecto Biosuroeste, que promovemos desde Proantioquia y que constituye una plataforma para el desarrollo territorial basado en la conservación y la restauración del medio ambiente, la agroindustria y el turismo cultural y ambiental, con consideración de sus vocaciones ancestrales.
Para que esta visión pueda desarrollarse, es clave el rol de liderazgo de la Gobernación de Antioquia en la planeación y coordinación territorial y la integración regional. Aunque los municipios se pensaron como unidades política, administrativa y fiscalmente independientes, el modelo municipal ha mostrado evidentes falencias en su capacidad para promover el desarrollo local y regional. Esto hace cada vez más necesario que los departamentos se fortalezcan fiscal y administrativamente como entes integradores entre el gobierno central y las regiones, convirtiéndose en los líderes del modelo de descentralización que se requiere para lograr un desarrollo más equilibrado en el país