ANTIOQUIA Y CALDAS, UNIDOS EN PROPÓSITOS COMUNES
En la historia económica y cultural de Colombia, la Colonización Antioqueña es uno de los hechos más importantes, que permitió el progreso del centro del país, con la movilización de campesinos y comerciantes a regiones de montañas agrestes y difíciles, y formó colectivos sociales de una cultura emprendedora destacada.
Migración de familias hacia territorios cercanos, registrada entre 1808 y 1884 que se mantuvo, no obstante los conflictos políticos y guerras civiles de la independencia y de la formación de la república. Los arrieros entraron a Caldas, por el norte, oriente y occidente.
En 1870 el proceso expansionista llegó a lo que es hoy el Quindío, al norte del Valle del Cauca y del Tolima, e integró al mapa económico nacional. El café fue el producto preferido por los colonos hasta finales del siglo XX, lo que facilitó la pequeña propiedad agraria familiar.
En total 15 municipios caldenses, con ciudadanos que se quedaron en espacios territoriales autónomos, comunidades audaces y resilientes, limítrofes hoy con 10 poblaciones de Antioquia. Hermanamiento que incluye el 80 por ciento de la frontera del suroeste antioqueño, 250 mil habitantes, cerca de 100 mil víctimas del conflicto armado, poblaciones que requieren inversión, conectividad y tecnología.
Tres siglos de historia, de una gran relevancia, que ante la contingencia del covid-19 y la necesidad de reinventarnos, invita a propuestas de mayor impacto, a macroproyectos regionales que permitan superar la adversidad y mantener la esperanza.
De ahí que recibamos con beneplácito la decisión de la administración de Antioquia, de incluir estrategias de articulación regional, que fortalecerán el progreso, las relaciones económicas y sociales, sumando a la prosperidad de los dos departamentos y del Eje Cafetero.
En los planes de desarrollo, “Antioquia Unidos por la Vida” y “Caldas, Unidos es Posible”, hay propuestas conjuntas de infraestructura vial, ferroviaria, marítima y aeroportuaria, que posibilitan una visión e intereses cercanos, más competitividad y ganar participación en el contexto nacional.
Se incluyen obras en las subregiones limítrofes, como las vías Supía-Caramanta, Riosucio-Jardín, el Renacimiento entre La Dorada y Sonsón, el proyecto del Tren de Occidente, que conectará La Felisa con el Kilómetro 41, la navegabilidad del río Magdalena y la concesión del Golfo de Urabá, Medellín- La Pintada.
Con la premisa Primero la Gente, se busca la recuperación industrial, comercial, turística y del medio ambiente, e innovar y reducir la desigualdad. El lema Antioquia Unido, es un ejemplo del que hay que aprender, una novedosa visión de lo local, cuyo centro es el ser humano.
Es sumar con comunidades que anhelan superar las diferencias y la violencia, en escenarios de posconflicto, construir paz y ciudadanía, con sistemas territoriales preparados para superar dificultades. El legado histórico y social no se debe perder, aceptar que somos hombres de mundo, pero más ciudadanos de aldea.
Aguadas, Pácora, Salamina, Aranzazu, Neira, Manizales, Supía, Riosucio, Anserma y Marmato, además de comunicar a Antioquia con el centro sur del país, son próximos a Medellín, Caramanta, Jardín, Valparaíso y La Pintada. Pensilvania, Samaná, Manzanares y La Dorada, limítrofes con Sonsón, Abejorral y Nariño.
Unión que nos lleva a agradecer al gobernador Aníbal
Gaviria Correa todo el apoyo brindado y a desearle que regrese pronto, como ese líder combativo que es. Mientras tanto, aquí seguiremos aportando al progreso regional
* Gobernador de Caldas