EMPRESAS QUE MEJORAN EL MUNDO
Siempre me he declarado optimista racional, creo un mundo mejor, y de hecho, el mundo de hoy es mejor que el de hace un par de décadas. Si comparamos los indicadores actuales de pobreza, necesidades básicas insatisfechas, bienestar, con los de hace 20 años aceptaremos que la humanidad poco a poco va por buen camino. Para esto han sido claves la ciencia, la tecnología la innovación. En efecto, hoy día todo está conectado, nos enteramos de los hechos a una velocidad vertiginosa, somos capaces de promover y de concretarlas en tiempos asombrosos.
El sistema digital en el que estamos embebidos obliga a los gobiernos, empresas e instituciones a ser más transparentes de cara a sus públicos de interés, no olvidemos que hace un par de décadas era difícil encontrar gobiernos con rendición pública de cuentas, o que primaban las empresas dedicadas a producir ganancias para sus dueños, sin claridad en sus impactos positivos y negativos y que las instituciones sin ánimo de lucro no publicaban todos sus reportes a la comunidad. Pero todo esto dio un viro y cada vez los accionistas, las comunidades, los opositores, los proveedores, los gobiernos, hacen parte de un sistema de relaciones que van más allá de lo estrictamente legal y operacional y se preocupan por tener otro tipo de impactos.
Hoy los ciudadanos estamos más cerca a través de lo digital, tenemos la posibilidad de acceder a mayor información lo cual es positivo. Todo lo anterior, sin dejar de reconocer que muchos de los contenidos que se generan en las redes pueden ser manipulados o falsos.
Las empresas son de lejos la punta de lanza de muchos de los logros que hemos alcanzado como sociedad. Gracias a ellas el Estado es lo que es. Sin temor a equivocarme puedo afirmar que las empresas cada vez son mejores. El concepto innovador del triple impacto llegó a ellas para quedarse. Es difícil concebir una empresa que no les sirva a sus accionistas, la sociedad y al medio ambiente. Las empresas se deben a un amplio espectro de interesados, cada vez el valor de sus acciones responde a una simple monetización, esto porque el valor que crean no es solo para sus accionistas sino para todos.
La responsabilidad social que tiene las empresas va más allá de emplear gente y pagar impuestos. El entendimiento de la empresa como un gran estandarte de generación de valor y bienestar nos debe llevar a que la responsabilidad social empresarial no puede estar en el segundo o tercer lugar. La innovación debe estar en función de todos los procesos que desempeña una organización, y debe apoyar las acciones sociales, ambientales y de generación de nuevas capacidades, no solo al interior de las empresas sino de todo el sistema de relaciones.
Las empresas más innovadoras ponen su propósito y el porqué de su existencia en primer lugar. Detrás de esta gran apuesta vienen los productos, servicios, modelos de negocio, la innovación, es decir, todo lo que hacemos sirviendo a un verdadero propósito de vida a través de las organizaciones.
Por esto creo que las empresas hay que mirarlas a futuro, por lo que quieren ser, porque han aprendido de sus errores, por el camino que están delineando. Por esto y muchas otras razones queramos las empresas que buscan hacer el bien
El mundo de hoy es mejor que el de hace un par de décadas. La humanidad poco a poco va por buen camino.