Encomienda con granada tenía destino en Bogotá
La granada que llegó al Centro Comercial Automotriz de Medellín la semana pasada, y que tuvo que ser detonada de forma controlada, estuvo 45 días rodando de bodega en bodega.
Así lo confirmaron fuentes de Inteligencia a EL COLOMBIANO, luego de que este diario indagara por el origen de esta encomienda, detectada el 30 de septiembre en este centro de negocios de El Poblado.
Según los investigadores, después de hacer la trazabilidad de la mercancía, se constató que tanto el origen como el destino de la encomienda fue la ciudad de Bogotá.
El remitente al parecer suplantó la razón social de una compañía del Centro Automotriz, usando su logotipo como soporte de la papelería. En agosto la envió a una empresa de la capital, donde no quisieron recibirla, argumentando que nadie de allí estaba espe
rando la encomienda.
La caja fue devuelta a la bodega de la firma de mensajería. Allí verificaron los datos del remitente, encontrando que en Bogotá no había sede de la compañía que presuntamente la envió; sin embargo, por internet vieron que tenía oficina en Medellín, por lo que fue despachada al Centro Automotriz, a modo de devolución al supuesto remitente.
Quienes recibieron el paquete lo abrieron con extrañeza, encontrando la granada de fragmentación IM26 dentro de una caja de poliestireno expandido (“icopor”), con la espoleta asegurada con alambre.
Llamaron a la Policía, cuyas unidades antiexplosivos decidieron detonarla de manera controlada. El acordonamiento y posterior estallido, generaron temor en el sector, y la noticia se viralizó por redes sociales. La empresa de mensajería informó a las autoridades que iniciaría una investigación interna, para determinar por qué nadie detectó el peligroso contenido de la encomienda. Por ahora se desconoce quién la envió