SI LAS VÍCTIMAS HICIÉRAMOS UNA CADENA HUMANA, LOS QUE QUEDARÍAN EN EL MEDIO…
Si las víctimas de las Farc nos tomáramos de las manos, unidas también con las víctimas de los paramilitares y de la mafia, e hiciéramos una cadena humana, seguramente le daríamos la vuelta al país, y en el medio quedarían los asesinos y los políticos que les han servido de soporte y les han brindado toda clase de justificaciones.
En medio del ruedo de las víctimas, los homicidas, secuestradores y violadores de niñas campesinas no nos mirarían con vergüenza, ni con arrepentimiento, sino con esa risita burlona que siempre exhiben quienes se saben intocables, impunes y ajenos al actuar de la justicia, pues jueces y fiscales y colectivos de abogados y uno que otro religioso también estarían en el medio agitando sus leyes y salmos y sus sofisticados argumentos en favor de los criminales de lesa humanidad para que puedan seguir escupiendo en la cara de aquellos a quienes nos destrozaron la vida.
Ninguna confesión será suficiente para que caiga sobre ellos la ignominia que sí ha caído sobre las víctimas, vilipendiadas una y otra vez, una y otra vez por los criminales, sus auxiliadores intelectuales, las autoridades omisivas, la justicia y el Estado