En Clásico EC, Luis Miguel desborda talento

En el deporte, Luis Miguel Jaramillo Caballero prefiere no usar la palabra límite, mejor habla de objetivos por cumplir. Superarse hace parte de su filosofía de vida, y en los Miércoles de Clásico virtual de EL COLOMBIANO confiesa que encuentra una herramienta ideal para retarse y saber de qué está hecho.

A sus 30 de edad, comenta que cuando incursionó hace siete años al pedalismo creyó que se encontraría con una disciplina individual.

“Estaba equivocado. Los buenos resultados, el goce y la parte social que hay alrededor de la bicicleta es grande. Me engomé tanto que ya cuento con grupos de amigos y siempre tengo un desafío personal. Por decir, si subí al alto de Letras en seis horas, la próxima vez lo debo hacer en menos”.

Y saber que Luis Miguel tenía como proyecto ser jugador profesional de fútbol.

“Estuve en las divisiones inferiores de Envigado, Nacional y Milán en Italia. Pero por diferentes motivos decidí irme hacia el tema académico”. En la UPB estudió Publicidad. Allí comenzó a practicar ultimate, disciplina en la que representó al club colombiano Absolut en el Mundial de Praga-2010, en el cual terminó 8°.

Continúo sus estudios en la Pontificia de Salamanca, España, y al regresar al país la bicicleta lo flechó. “Siempre me ha gustado la competencia. Participé hasta en 19 eventos aficionados en 2018”, rememora el pedalista, quien ya suma un triunfo en el certamen de EL COLOMBIANO.

“Vencí en el Reto Peajes. No esperaba que me fuera a ir tan bien”, recuerda. “Estos encuentros por simulador fueron como una salvación para los ciclistas cuando comenzó la cuarentena. Sirvieron para volverle a poner sentido a los entrenamientos, para motivarnos, compartir y conocer nuevas personas”, agrega Jaramillo, un amante de la actividad atlética quien anoche, en la rodada 25 de los Miércoles de Clásico, en EE. UU., fue por mayor protagonismo