Vacunar a indígenas es un reto mayúsculo
En Cauca, donde hay cerca de 300.000 de ellos, las autoridades ancestrales están en contra de la inmunización.
Mientras por el mundo circulan imágenes de indígenas en Brasil vacunándose contra el coronavirus, a pesar de la mala campaña que le hace el presidente Jair Bolsonaro, en Colombia la historia es distinta: varios pueblos originarios deciden decirle no a la inmunización y aseguran que tienen recetas ancestrales para combatir esa o cualquier otra enfermedad.
Pese a la implementación de sus medicinas, los pueblos indígenas del país han sido muy afectados por el virus. Según el último reporte del Ministerio de Salud, 40.059 personas pertenecientes a 73 pueblos étnicos han sido contagiados con coronavirus desde que la pandemia llegó a Colombia, sin contar con que muchos casos no llegan a ser diagnosticados, como explicó Bonifacio Henríquez, alcalde de Uribia, en La Guajira.
Además de Bogotá, los departamentos más afectados son Nariño, Atlántico y Cauca. En Antioquia ya van 1.219 casos confirmados.
De los casos totales han fallecido 1.269, entre ellos Luis Fernando Arias, consejero mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), quien murió en febrero pasado.
Sin embargo, cuando la vacunación masiva se plantea desde el Gobierno Nacional como una tabla de salvación ante los efectos devastadores de la pandemia, muchos de esos pueblos se niegan a recibir sus dosis.
El argumento principal, tal como lo expresó el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), es que el Ministerio de Salud no ejerció la consulta previa del Plan Nacional de Vacunación, por lo cual desconocen el Decreto 109 de 2021 que lo formuló.
De hecho, en una resolución emitida el pasado 17 de marzo, el CRIC exigió “a través de las estructuras propias en salud de acuerdo a la escala territorial y de la sabiduría ancestral, el fortalecimiento y financiamiento al Gobierno Nacional, de procesos de producción de remedios y transformación de plantas medicinales, el fomento de la investigación, la garantía de la autonomía alimentaria para la nutrición de la familia y el fortalecimiento del sistema inmune de las comunidades indígenas en el marco de la prevención y/o contención de la peste covid-19 y otras desarmonías que van en detrimento de la garantía del derecho fundamental a la salud y la integralidad del cuidado de las comunidades indígenas”.
Pese a ello dejan abierta la puerta por si algún comunero decide vacunarse y ofrecen el monitoreo de sus condiciones por parte de los sabedores o médicos tradicionales.
Incluso, dicen que cada indígena puede decidir con qué biológico quiere vacunarse y la EPS AIC (que es la que atiende a la mayoría de los indígenas del Cauca vinculados al Régimen Subsidiado de Salud) debe facilitarles el acceso.
Varios líderes del CRIC, que pidieron confidencialidad en sus nombres, aseguran que las posturas del liderazgo es prácticamente palabra de dios para el resto del pueblo, por lo cual las campañas que pueda emitir el Ejecutivo por emisoras o canales de televisión son insuficientes para convencerlos.
Olga Lucía Zuluaga, directora de la Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado y Hospitales Públicos (Acesi), manifestó su preocupación, porque no solo se trata de los indígenas en esa región, sino que comuneros de otros pueblos se han negado cuando son citados por las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS).
“Si no aceptan la inmunización, va a ser muy difícil combatir el virus en los municipios donde hay resguardos, seguirá rondando y no será posible garantizar la pervivencia de esas poblaciones”, anotó Zuluaga.
Es de recordar que la inmunización masiva reduce drásticamente las complicaciones dadas por el contagio del virus, llevando a mínimos la hospitalización y reduciendo al máximo la letalidad en quienes resulten contagiados.
Gobierno le apuesta al Plan
El ministro de Salud, Fernando Ruiz, se ha reunido con las autoridades ancestrales del país, a través de la Mesa Permanente de Concertación Indígena, para llegar a consensos sobre la imple
mentación del Plan Nacional de Vacunación.
“Buscamos que pese a las condiciones culturales y autoctonas, no rechacen la vacuna contra la covid-19 y vean el proceso como una oportunidad para preservar la vida”, anotó el funcionario.
Incluso, el ministro estudia la opción de que los indígenas sean inmunizados con las vacunas de Johnson & Johnson, que tienen una sola dosis, para reducir la posibilidad de que se pierda la inmunidad, ante la negativa de asistir a una segunda dosis.
Ahora, para las comunidades indígenas que no tienen interés en la vacunación, habrá respeto “por sus consideraciones de la salud propia, pero sí quisiera que nos dieran una oportunidad de conversar sobre sus propiedades y beneficios”.
Desde las autoridades indígenas le hicieron una propuesta al gobierno para que disponga de un enfoque étnico en el Plan, que no priorice por edades, como ocurre hoy, sino que sean consideradas condiciones geográficas que faciliten la logística y movilidad de la población. La misma solicitud que elevaron los gobernadores y la IPS para las comunidades rurales y reducir así las ineficiencias.
Esa misma preocupación la elevó el alcalde de Uribia, quien necesita con urgencia llegar al pueblo Wayúu para garantizar su supervivencia, ya que protagoniza uno de los más importantes focos de contagio en La Guajira, especialmente por una cepa más resistente que estaría entrando por las trochas desde Venezuela.
En Amazonas, en cambio, hay un avance extraordinario, precisamente porque allí llegaron vacunas para la población en general, independientemente de su edad o de sus comorbilidades. Se espera que para mayo el 90 % de la población cuente con la inmunización completa, lo que incluye a quienes habitan en los vastos territorios indígenas.
Esto se hizo para proteger el cinturón amazónico y evitar una dispersión mayor de la cepa brasileña al interior del país, acción que fue bien recibida por las autoridades ancestrales
“Hay una creencia de que el coronavirus es una enfermedad de blancos y que el indígena no muere de eso”.
JUVENAL ARRIETA
Consejero de la ONIC