El Colombiano

Acuerdo sí ha unido voluntades: Archila

El Consejero para la Estabiliza­ción cuenta detalles sobre los avances de la implementa­ción del Acuerdo.

- Por OLGA PATRICIA RENDÓN M.

El consejero para la Estabiliza­ción explicó cómo avanza la implementa­ción, que ha sumado a más actores. Entrevista.

Cuatro años y medio después de la firma del Acuerdo de Paz el balance es agridulce: por un lado, se han logrado valiosas transforma­ciones rurales, los exguerrill­eros están en la política y trabajan en iniciativa­s productiva­s; pero, por otro lado, continúa la persecució­n contra quienes hicieron la paz y no ha sido posible la estabiliza­ción de territorio­s donde operan los grupos armados.

EL COLOMBIANO habló con el consejero para la Estabiliza­ción y la Consolidac­ión, Emilio Archila, sobre el balance de la implementa­ción del Acuerdo.

¿Cómo avanzan los PDET?

“Un avance muy impresiona­nte, se trata de los 170 municipios que fueron más afectados por la violencia, que siguen siendo los más afectados por la pobreza. Están agrupados en 16 regiones y para cada una ya logramos formular el Plan de Desarrollo con Enfoque Territoria­l (PDET). Esa formulació­n se hizo con las comunidade­s, en uno de los procesos más participat­ivos en el mundo, estamos hablando de una población de 6,5 millones de personas y directamen­te participar­on en la formulació­n de las iniciativa­s más de 120.000. Ahí las comunidade­s no solamente identifica­ron sus necesidade­s sino que las clasificar­on en ocho pilares que representa­n la visión de una región”.

¿Y eso cómo se aterriza en las regiones?

“Tanto los municipios como los departamen­tos y la Nación respaldaro­n el trabajo y lo incorporar­on a su política a largo plazo e incluyeron el 40 % de las iniciativa­s en sus planes de desarrollo locales, que se van a implementa­r en los próximos 3 años. Estamos dedicados a coordinar los trabajos con 50 entidades del orden nacional, todas las gobernacio­nes, las secretaría­s, los alcaldes, la cooperació­n internacio­nal, los privados, las Fuerzas Armadas, el Programa de Fe en Colombia y la Pastoral Social”.

¿Cómo se están financiand­o los PDET?

“No existían recursos que estuvieran destinados a financiarl­os. Hicimos un cambio del esquema de Obras por Impuestos, en la destinació­n del 7 % de las regalías que se administra­n en el Ocad Paz, y si sumamos todas las fuentes en este momento hay casi $5 billones que se están ejecutando en obras de esas. Haber logrado todo esto en 30 meses implica que cosas maravillos­as están pasando”.

Ante lo pretencios­o de los planes de desarrollo queda la inquietud sobre ¿cuál es el impacto de esas obras?

“En mi opinión es profundame­nte significat­ivo. $5 billones es más o menos la tercera parte del valor del metro de Bogotá, eso quiere decir que para estas comunidade­s que siempre habían estado olvidadas, el país por fin les está dando la atención que precisan. Esos 5 billones están en todos los temas: vías, comunicaci­ones, educación, salud, reactivaci­ón económica, ordenamien­to social de la propiedad, entre otros”.

Estamos en una pandemia donde todos los países se están aprovision­ando para atender a los suyos, ¿cómo se ha visto afectada la cooperació­n hacia Colombia, especialme­nte en la implementa­ción del Acuerdo de Paz?

“La seriedad de la política de Paz con Legalidad del presidente Iván Duque tiene uno de sus respaldos en el aprecio que tenemos de parte de la cooperació­n internacio­nal, para el siguiente año, por ejemplo, el Fondo Europeo va a incluir sus apoyos para la reincorpor­ación dentro del presupuest­o de la Agencia, eso es el mayor nivel de confianza que puede tenerse en materia de cooperació­n internacio­nal. Los recursos que estaban pensándose por parte del Fondo Multidonan­te fueron duplicados por el Gobierno para salud rural y para ayudarnos a atender la pandemia el Fondo Multidonan­te aportó 4,5 millones de dólares adicionale­s. Usaid, a través de cuatro de sus programas, está acompañand­o esa implementa­ción con respirador­es y camas UCI, lo que hemos atestiguad­o es que la cooperació­n ve en esa planeación juiciosa, seria, articulada que estamos realizando un muy eficiente canal para seguir acompañánd­onos”.

¿Cómo avanza el programa de Obras por Impuestos?

“Muy bien. Hicimos unas modificaci­ones para que, en la medida de lo posible, las Obras por Impuestos estén focalizada­s en las iniciativa­s de las comunidade­s y eso ha permitido que tengamos $500.000 millones que en este momento se están ejecutando, y muchas obras que ya hemos entregado, ahí han estado presentes empresario­s en todas las regiones. Además hay interés de parte de los privados de ir más allá: Proantioqu­ia ha liderado un trabajo muy lindo que estamos haciendo con los excombatie­ntes, un grupo de empresario­s nos está ayudando con la adquisició­n del predio que se necesita para un proyecto productivo muy grande y ambicioso en Dabeiba y tenemos la cooperació­n de ellos ayudándono­s con la asistencia técnica; en Urabá los tres gremios bananeros tienen memorandos de entendimie­nto con nosotros para apoyarnos en reincorpor­ación, víctimas y desarrollo de los PDET; empresas como Argos han visto que trabajar con nosotros en las zonas de Montes de María es la mejor manera de cumplir con su responsabi­lidad social; y el Grupo Éxito también está trabajando con nosotros para atender a todas las poblacione­s en la implementa­ción”.

El Acuerdo buscaba darle solución al problema de la droga y el Programa de Sustitució­n Voluntaria de Cultivos (PNIS) muestra cifras sorprenden­tes con una resiembra del 0,8 %, pero a la vez el Gobierno insiste en el uso del glifosato, ¿no es mejor mantener y aumentar las familias del PNIS en vez de implementa­r medidas que son más violentas para los campesinos y más costosas para el Estado?

“Esa manera como usted hace la pregunta implica una disyuntiva y realmente yo no lo veo así. Lo que ha señalado el presidente, que está incluido en la política Ruta Futuro, es que deben utilizarse todos los mecanismos con los cuales cuenta el país para combatir el narcotráfi­co. Durante estos 30 meses se han sustituido voluntaria­mente 20.000 hectáreas de las 40.000 que ha aportado este programa y hemos logrado apoyar a 100.000 familias, cuando nos entregaron el PNIS sin los recursos, sin los contratos, sin ninguno de los respaldos que se necesitaba­n para acompañarl­os. Ese nivel de resiembra no es espontáneo, es gracias al apoyo que les hemos dado a esas familias. Hoy en día tenemos alrededor de 75.000 familias que están recibiendo la asistencia técnica y tampoco es del todo preciso que no hayamos avanzado en nuevas familias: diseñamos dos nuevos programas Formalizar para Sustituir y Pago por Servicios Ambientale­s, y en la medida que vamos obteniendo recursos vamos incluyendo nuevos beneficiar­ios”.

¿Cómo va la seguridad de los excombatie­ntes que vienen reclamando mejores garantías para preservar sus vidas?

“La semana pasada firmé el Plan estratégic­o para protección y seguridad de personas en proceso de reincorpor­ación y sus familias, en ocho capítulos están priorizada­s las acciones que deben implementa­rse y que vienen implementá­ndose por parte de todas las agencias que tienen responsabi­lidad en la seguridad de los colombiano­s. El año pasado tuvimos una disminució­n del 10 % en el número de ataques en contra de excombatie­ntes, obviamente el objetivo es que esos ataques lleguen a cero. La Fiscalía ha sido realmente muy efectiva haciendo la investigac­ión y consiguien­do condenas no solamente en contra de los autores materiales sino también de los autores intelectua­les. Más del 80 por ciento ha sido a manos de grupos de narcotrafi­cantes”.

¿Cómo podemos definir hoy lo que es la consolidac­ión de paz versus esas violencias que se están reactivand­o en esas regiones?

“Cuando se firmó el Acuerdo, el Eln, los Pelusos, los Caparros y el clan del Golfo ya existían. Siempre fue claro que debíamos ir avanzando en la implementa­ción al mismo tiempo en que se resolvían esas otras formas de violencia, así que en mi opinión es equivocado pensar que esas otras violencias puedan deberse a incumplimi­entos o a falta de celeridad en la implementa­ción”.

Pero sí tienen algún efecto en la dificultad de la consolidac­ión, para llevar los programas de los que usted hablaba al comienzo de esta entrevista...

“Recibimos la responsabi­lidad para avanzar en la implementa­ción y aprovechar la oportunida­d que existe de trabajar en el largo plazo y, obviamente, en la medida en que ese acuerdo se hizo con uno de los actores violentos y no se hizo con los otros, trabajamos con lo que existe. Yo debo hacer un reconocimi­ento especial a las Fuerzas Armadas (Ejército, Policía, Armada y Fuerza Aérea) porque el trabajo que hacen es de inmenso apoyo y estamos articulado­s con ellos”.

Han pasado ya 43 meses desde la dejación de armas, y el gobierno ha sostenido gran parte de los apoyos económicos que inicialmen­te estaban planteado para 24 meses, ¿qué están recibiendo hoy los excombatie­ntes?

“Entendemos que un proceso de reincorpor­ación requiere de más de dos años. Lo primero que hay que resaltar es que este gobierno extendió esos apoyos económicos, el esquema provisiona­l de salud y la provisión de alimentos de frutos secos y frescos por todo el tiempo que se necesite. En 30 meses hemos logrado pasar de ningún proyecto productivo individual a más de 2.500, y pasar de 2 proyectos productivo­s colectivos, que son empresas de entre 15 y 20 excombatie­ntes a más de 80 de esas empresas constituid­as, fortalecid­as y andando, en este momento más del 98 % está bancarizad­o, más del 95 % está en el sistema de salud, más del 85 % está en el sistema de pensiones, no estaba contemplad­o en los Acuerdos ni en la legislació­n, antes de que llegáramos, apoyos para tierra para proyectos productivo­s o para vivienda y estamos adquiriend­o el predio número siete de los antiguos espacios territoria­les”.

¿Ahí ya se están proyectand­o viviendas?

“Sí, la vivienda no estaba contemplad­a, esta es una iniciativa que tomó el presidente Duque, quien entiende que para culminar el proceso de reincorpor­ación la vivienda es muy importante, eso quiere decir que desde agosto del año pasado cuando los antiguos espacios territoria­les llegaron a su fin jurídicame­nte iniciamos este proceso, ya tenemos andando los estudios que se necesitan, como por ejemplo en Mutatá con los excombatie­ntes que trasladamo­s de Ituango ■

 ??  ?? Emilio Archila está al frente de la política de Paz con Legalidad, que es con la que el Gobierno de Iván Duque implementa el Acuerdo de Paz. En diálogo con EL COLOMBIANO habló de los esfuerzos que se hacen para aumentar los recursos disponible­s
Emilio Archila está al frente de la política de Paz con Legalidad, que es con la que el Gobierno de Iván Duque implementa el Acuerdo de Paz. En diálogo con EL COLOMBIANO habló de los esfuerzos que se hacen para aumentar los recursos disponible­s

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia