Glifosato, con plan ambiental
Analizamos este nuevo avance en la ruta de volver a la aspersión aérea en el país. Aún hay puntos pendientes.
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) aprobó el Plan de Manejo Ambiental (PMA) del Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos mediante aspersión aérea con glifosato, tan solo dos días después de que el Gobierno expidiera un decreto que contiene el marco normativo para controlar su uso.
El hecho se trata de un paso clave para que se reanude la aspersión de cultivos de uso ilícito con el herbicida, pues fue uno de los requisitos que ordenó la Corte Constitucional, en 2017 para permitir la reactivación de ese método en el país.
Tras el anuncio de la Anla, la opinión pública se ha manifestado en torno a esa decisión que podría despejar el camino para que el Gobierno use de nuevo esa herramienta, pues está claro que es uno de los objetivos de la administración del presidente, Iván Duque.
Trámites en poco tiempo
Las opiniones sobre el Plan de Manejo de la Anla están divididas. El director del Centro de Pensamiento Estratégico de Eafit, Juan David Escobar, por ejemplo, afirmó que ve posible y necesario una reactivación del glifosato para erradicar los cultivos y que, incluso, “nunca debieron haber sido suspendidos”, dijo. Así mismo, Escobar aseguró que, de realizarse con los cuidados necesarios, el glifosato no haría daño, tal como lo plantea el documento de la Anla que, en 507 páginas, explica los términos páginas tiene el documento de la Anla en el que dispone el Plan de Manejo Ambiental.
en los que se podría usar ese mecanismo. (Ver: qué sigue)
Sin embargo, David Restrepo, director del área de desarrollo rural, economías ilícitas y medio Ambiente del Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas de la Universidad de los Andes; y Paula Aguirre, coordinadora de la oficina de Elementa DDHH en Colombia, coinciden en que los procesos se han dado demasiado rápido en las últimas semanas y que, según ellos, han carecido del rigor técnico que se necesita para establecer los límites, y más aún “los impactos -ambientales, sociales, políticos y económicos del uso del glifosato”, dice Restrepo.
En ese sentido, Restrepo también señaló que, desde el análisis que han realizado, los temas de medio ambiente y salud están desconectados y que el “PMA no contempla los posibles impactos directos e indirectos del programa sobre la salud humana”, y que, aunque esta área no le corresponde a la Policía Antinarcóticos, los mismos términos de referencia de la Anla exigen que el Plan contemple y valore todas las afectaciones directas e indirectas, incluyendo las afectaciones socioeconómicas.
Así las cosas, Aguirre tam
bién enfatizó en que ese Plan de Manejo Ambiental no cuenta con la voz de la comunidad, pues fue expedido a partir de una audiencia ambiental realizada en diciembre de 2020 “en donde se vulneró el derecho a la participación de las comunidades afectadas ”, por la falta de acceso a internet en algunas de las regiones.
No obstante, la Anla se refirió a este último punto argumentando que, durante dicha audiencia pública, “se resolvieron cerca de 1.000 preguntas y se contó con la participación de múltiples actores, con lo que- según esa entidad- se garantizó la participación”.
La luz verde dada por Anla, no significa que las aspersiones puedan regresar todavía, pues el Gobierno deberá cumplir con todos los requisitos impuestos por la Corte Constitucional en la sentencia T-236 de 2017, cuando se ordenó suspender el proyecto.
De hecho, Aguirre afirmó que, “esperando un Gobierno que respete el Estado de Derecho, debería faltar mucho para que exista la posibilidad de retomar la aspersión”