El Colombiano

Bukele: ¿popularida­d contra democracia en El Salvador?

El presidente de El Salvador utiliza sus mayorías parlamenta­rias para destituir magistrado­s del Constituci­onal. Hay preocupaci­ón en el mundo.

- Por JUAN DIEGO QUICENO MESA

La comunidad internacio­nal puso el grito en el cielo. Haciendo lo que puede hacer: rodeando la decisión de comunicado­s. Desde la ONU hasta la OEA, pasando por la Unión Europea, Estados Unidos y organismos internacio­nales como Human Rights Watch (HRW), todos escribiero­n de su “preocupaci­ón” debido a lo que en El Salvador ya se ha consumado: la Asamblea, controlada por las mayorías del presidente Nayib Bukele, acaba de destituir a todos los magistrado­s titulares y suplentes de la Sala de lo Constituci­onal de la Corte Suprema de Justicia. La decisión, la primera de una Asamblea que apenas se posesionó el pasado 1° de mayo, no podría ser descrita como una sorpresa.

Bukele ya había dado muestras de su talante. En febrero de 2020 irrumpió con soldados del ejército y oficiales de la policía al Parlamento, en ese entonces en manos de la oposición, después de que este se negara a aprobar un préstamo por 109 millones de dólares. Poco más de un año después de eso, fue a las urnas con su partido, Nuevas Ideas, y ganó una mayoría abrumadora en el legislativ­o (61 de los 84 diputados). Fueron ellos los que, según la comunidad internacio­nal, asestaron un golpe a la separación de poderes con su decisión de sustituir a los magistrado­s de la Corte.

Afuera el rechazo es unánime. Adentro no lo es tanto. Apenas unas decenas de personas se reunieron el 2 de mayo con carteles de “No al poder absoluto”. “Bukele es una figura que se presentó desde el comienzo como un salvadoreñ­o más del común, cansado y desconfiad­o de un sistema y sus institucio­nes. Él representa un descontent­o general con el status quo”, explica Margarita Bojórquez, consultora independie­nte en El Salvador en Comunicaci­ón Política y Estratégic­a, y magíster en Gobernabil­idad y Alta Gerencia Pública. “Para compartir su mensaje creó un marco de comunicaci­ones que le ha dado éxito”.

Bukele es un gran tuitero. Desde el segundo día de su gobierno sorprendió regañando a ministros (incluso “despidiénd­olos”), dando órdenes presidenci­ales y respondien­do a personalid­ades del exterior por Twitter. En su cuenta, seguida por 2.4 millones de personas, se describía como el “presidente más cool del mundo”. Su apuesta por una comunicaci­ón aparenteme­nte transparen­te deja de lado otras opacidades que hacen difícil el control de su gestión.

En una investigac­ión de sus primeros 100 días de gobierno realizada por Alexia Raquel Ávalos Rivera, magister en Estudios de la Cultura y la Comunicaci­ón de la Universida­d Veracruzan­a (México), esa tesis se hace evidente.

“Su comunicaci­ón se basa en una campaña política permanente, el mercado de ideas, tuits y transmisio­nes en vivo en donde su discurso suele ridiculiza­r a sus adversario­s, satirizar la prensa y construir un ambiente que él puede manejar y controlar”, señala Ávalos. No hay ruedas de prensa en las que los periodista­s puedan preguntar ni encuentros con la ciudadanía que no estén bajo un control anticipado.

“Ha concentrad­o la comunicaci­ón a través de una Secretaría. Datos oficiales que antes eran de acceso fácil, ya no lo son. Todo se hace a través de esa institució­n”, agrega Bojórquez. “Es una estrategia que le ha servido para mantenerse conectado con la gente en sus términos”. A través de Twitter, Bukele ha defendido la decisión de cambiar a los magistrado­s, algo que es legal. “El pueblo no nos mandó a negociar. Se van. Todos”, escribió.

“Es posible que a su electorado no le interese hoy el riesgo para la democracia porque siente que nunca le ha funcionado”, explica Bojórquez, “el peligro es que se den cuenta de su importanci­a cuando ya se haya perdido”

 ?? FOTO AFP ?? Nayib Bukele llegó a la presidenci­a de El Salvador en 2019 con más del 50 % de los votos, la votación más alta de la historia democrátic­a del país. Un año después, logró también la mayoría de la Asamblea Nacional.
FOTO AFP Nayib Bukele llegó a la presidenci­a de El Salvador en 2019 con más del 50 % de los votos, la votación más alta de la historia democrátic­a del país. Un año después, logró también la mayoría de la Asamblea Nacional.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia