“Enroque ministerial”, la figura más utilizada por el presidente Duque
Un recuento de la recomposición de su equipo a lo largo de su mandato.
De los 16 cambios del gabinete presidencial de Iván Duque solo en siete oportunidades los cargos han sido ocupados por personas que llegan de afuera del gobierno, porque en la mayoría de los casos se trata de enroques, movidas de funcionarios de una plaza a otra. Hoy la expectativa está centrada en lo que ocurrirá con las carteras de Comercio y Exteriores, en las que el mandatario deberá elegir a sus titulares.
De momento, el presidente dejó bajo encargo a la viceministra de Comercio Exterior, Laura Valdivieso (aunque para la titularidad del cargo suena el exviceministro de Hacienda Juan Alberto Londoño), y la vicecanciller Alejandra Bejarano.
¿Cómo han sido esos enroques de Duque? Nancy Patricia Gutiérrez pasó del Mininterior a la Consejería de Derechos Humanos, cuando Francisco Barbosa dejó ese cargo para asumir la Fiscalía (tras ser ternado por Duque); Alicia Arango, que era ministra de Trabajo, paso a suplir la vacante en Interior, pero cuando renunció fue ascendido el viceministro Daniel Palacios.
Carlos Holmes Trujillo (Q.E.P.D) pasó de la Cancillería al Ministerio de Defensa, pero al morir fue reemplazado por Diego Molano, quien hasta ese momento se desempeñaba como Director del Departamento Administrativo de la
Presidencia (Dapre). Su cargo lo asumió entonces Víctor Muñoz, quien era el consejero para la transformación digital.
Felipe Buitrago llegó al Ministerio de Cultura luego de ser viceministro de la Creatividad y la Economía Naranja. Y con la renuncia de Alberto Carrasquilla a la cartera de Hacienda fue nombrado José Manuel Restrepo, quien era ministro de Comercio.
Pero este fenómeno no solo se da a nivel de ministerios y consejerías. Cuando el jefe de Estado tuvo que ternar a candidatos para la Fiscalía (terna completa) y la Procuraduría (el presidente pone solo un candidato) todos fueron sus colaboradores: Francisco Barbosa, Camilo Gómez (director de la Agencia Jurídica del Estado), María Clara González (secretaria jurídica de la Presidencia) y Margarita Cabello (entonces Minjusticia).
El senador Santiago Valencia, del Centro Democrático, asegura que “todos los gobernantes, vengan de donde vengan, conforman sus equipos con gente de la mayor confianza, y todo está dentro del fuero presidencial”.
“Comité de aplausos”
Un factor importante a la hora de explicar por qué el grupo de cambios en el gabinete presidencial han sido enroques entre funcionarios.
trabajo del presidente es tan reducido tiene que ver con el uribismo, según Luis Trejos, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Norte: “En cierta forma la conformación del mismo ha tenido que ser pactado con el líder de su partido (el expresidente Álvaro Uribe), quien ha manejado las carteras más importantes del gabinete (Interior, Defensa, Cancillería, y Hacienda), precisamente las más controvertidas del gobierno”.
Y que lleguen funcionarios de más experiencia como ha ocurrido en todos los gobiernos anteriores, en opinión de Trejos, es muy difícil, ya que “el hecho de no haber consolidado un bloque estable de partidos aliados también limitó las posibilidades de ampliar su equipo y por efectos del evidente desgaste político del gobierno es difícil que políticos de trayectoria y experiencia de partidos distintos al Centro Democrático asuman puestos en el alto gobierno por el costo político-electoral que esto representaría”.
Otra mirada la aporta Carlos Andrés Arias, gerente de Estrategia & Poder y docente del Externado. Según su análisis, las consejerías y sus equipos asesores están llenos de egresados de la Universidad Sergio Arboleda, de la cual egresó Duque:
“Eso más allá del estigma contra esa institución, lo que confirma es que no se rodea de la gente que puede tener un criterio que le aporte a su mandato, sino de amigos que terminan generando un comité de aplausos, una campana de resonancia en términos psicológicos”.
Para él, esto trae una consecuencia adicional: “cuando se gobierna solamente con los amigos que son cercanos al sistema de creencias se pierde la perspectiva”.
Iván Garzón, profesor de ciencia política de la Universidad de la Sabana, lo dice así: “Duque es un gobernante muy inexperto y muy inseguro, en ese criterio ha privilegiado para la conformación de su equipo gente en la que él siente que puede confiar, más que gente que pueda tener un liderazgo propio o una trayectoria mucho más significativa que la de él, salvo algunas excepciones”.
Obviamente la inexperiencia de Duque podría cobrarle factura a la función pública del país. De acuerdo con Garzón, “eso le ha hecho mucho daño a la percepción de la carrera pública en Colombia, porque da la sensación de que si no estás en la rosca del gobernante del turno no le puedes servir en tu país desde el servicio público”