El Colombiano

El plan que Colombia tiene para mejorar su seguridad vial.

La estrategia contempla infraestru­ctura indulgente, nueva tecnología en los vehículos, mayor formación a conductore­s y revisión de velocidade­s.

- Por JUAN FELIPE ZULETA VALENCIA ÁNGELA MARÍA OROZCO

“La seguridad vial debe estar encaminada a prevenir y compensar el presumible error humano”.

Colombia tiene la obligación de reducir en un 50 por ciento las muertes y lesiones provocadas por siniestros viales de acá a 2030 respecto a las cifras actuales, para honrar sus compromiso­s internacio­nales. No es tarea fácil ni suficiente, ya que la OMS indica que la única cifra aceptable de muertes y lesiones graves causadas por siniestral­idad vial es cero, al tratarse de una situación totalmente prevenible.

En 2020, según el Observator­io Nacional de Seguridad Vial, falleciero­n 5.641 personas y 14.458 más resultados heridas. Este año, con corte a mayo, van 2.647 víctimas mortales, un aumento del 35,3 % frente al número de muertes ocurridas en el mismo periodo del año pasado.

Tal compromiso con plazo a 2030 se enmarca en el acuerdo que suscribió el país a finales de 2020 en el marco de la Declaració­n Ministeria­l de Estocolmo, por lo cual está en proceso de actualizac­ión el Plan Nacional de Seguridad Vial –PNSV–, que marcará la pauta durante este decenio para garantizar el bienestar de todos los actores viales basado, en síntesis, en la aplicación del enfoque de Sistema Seguro, un modelo de gestión que logró reducir en la última década más del 50 % de las muertes derivadas de siniestros en países de la Unión Europea. España, por ejemplo, recogió en su plan decenal 20112020 este modelo y cerró el año pasado con 1.755 muertes.

Según explicó la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, esta nuevo PNSV supone un cambio en el paradigma del país frente al manejo de la seguridad vial “centrado de forma casi exclusiva en los comportami­entos de los actores viales y en medidas reactivas, para trascender hacia un conjunto de medidas integrales, en la prevención y actuación oportuna”.

Explica Luis Liota, director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, que “este nuevo modelo de seguridad vial parte de dos premisas: que las personas son susceptibl­es a cometer errores y que ninguna muerte es aceptable. Por lo cual es necesario abordar las soluciones a la siniestral­idad desde cuatro enfoques: infraestru­ctura con carreteras y entornos más seguros; vehículos con mayores sistemas de seguridad pasiva y activa; usuarios capacitado­s y formados en su responsabi­lidad de conducción; y velocidade­s más seguras en los corredores viales. Con esto, no solo prevenimos sino que garantizam­os que en caso de presentars­e siniestros se minimicen los riesgos y consecuenc­ias para las personas”.

Otro cambio respecto al PNSV hoy vigente, apunta el funcionari­o, es que responderá a las dinámicas de cada territorio. “Pongamos este ejemplo: los usuarios de motociclet­as a nivel nacional son los más vulnerable­s respecto a desenlaces fatales, con un 58 % del total de fallecidos en siniestros de tránsito, y el 62 % de las lesiones ocurridas, según cifras actuales. Sin embargo, las dinámicas alrededor del uso de motociclet­as en Antioquia son diferentes

a las de Bogotá, la costa Caribe o los Llanos Orientales. Por eso vamos a tener esos capítulos regionales construido­s a partir de esas mediciones y variables sociodemog­ráficas”.

¿Qué avances lleva el país?

El ministerio de la Transporte y la ANSV realizaron el primer piloto del Sistema Seguro en Quindío, arrojando, entre diciembre de 2020 y enero pasado, una disminució­n del 74 % en las fatalidade­s viales.

La ministra Orozco aseguró que el país ya tiene avances que allanan el camino para este enfoque. “En los nuevos proenfocad­as yectos carreteros, como las vías 4G, Invías involucra el concepto infraestru­ctura”, dijo.

El experto en movilidad sostenible y seguridad vial, Darío Hidalgo, resalta también el proceso que adelanta Colombia para adherirse al Acuerdo WP29, “reglamento de la ONU para unificar medidas que garanticen vehículos seguros en aspectos como sistemas de detección de peatones y ciclistas; detección de puntos ciegos; control electrónic­o de estabilida­d y el paquete de actualizac­ión normativo para frenos, cinturones de seguridad y bolsas de aire. Es pertinente aclarar que la transición para la adopción de esta tecnología en la industria toma tiempo”.

Para el exvicemini­stro de Transporte, Alejandro Maya, que Colombia haya adoptado finalmente, “tras un retraso de casi dos décadas” una normativa internacio­nal de seguridad vial “soportada técnicamen­te y con demostrada eficacia para salvar vidas, es un gran paso”.

El también exdirector de la ANSV insiste en que aunque es necesario apuntar hacia la vanguardia, como la actualizac­ión tecnológic­a de los vehículos y el diseño de infraestru­ctura “indulgente ante el error humano”, el país aún arrastra tareas elementale­s para garantizar un verdadero entorno seguro en las vías.

“El 60 % de los municipios no tiene autoridad de tránsito. Si hablamos de mirar el problema desde la territoria­lidad es obligatori­o atender esto. Ciclistas, motociclis­tas y peatones están en estos lugares plenamente expuestos. Y en el marco de la correspons­abilidad que plantea el enfoque de Sistema Seguro, hay que garantizar en estos sitios y todo el país, una mejor formación vial, incorporad­a, ojalá, al sistema educativo; y la garantía de autoridad y control”

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia