Nueva sede para Facultad de Salud y bloque 39, tareas de la U. de A.
El rector Arboleda habló sobre su gestión y detalló los planes en los que se embarcará la universidad.
Este médico veterinario y magíster en Medicina Tropical ha sido el encargado de conducir el timón de la Universidad de Antioquia (U. de A.) desde mayo de 2018. Tras pasar por varios cargos administrativos en esa institución, John Jairo Arboleda Céspedes fue elegido para un periodo de tres años.
El 23 de febrero de este año fue ratificado en el cargo por parte del Consejo Superior universitario para el periodo 2021 - 2024. Esto tras una consulta interna que dejó atisbar la alta aprobación que tenía Arboleda entre estudiantes y profesores.
Su reto clave durante el primer trienio, además de los paros y la pandemia, fue reducir el déficit financiero de la institución. Con esa tarea avanzada, los planes venideros se centran en formalizar a más empleados, conceder mayor autonomía a las regiones y construir la Facultad Nacional de Salud Pública.
¿Cómo encontró la universidad?
“Cuando llegué estaba comenzando el primer año del Plan de Desarrollo de la institución. Entonces (2018), se proyectaba un déficit presupuestal de $68.000 millones”.
¿Qué resalta de su gestión?
“Logramos mejorar las finanzas. Priorizamos gastos, sin que se afectara la actividad misional. Logramos concretar la ruta de construcción de la nueva sede de la Facultad Nacional de Salud Pública y conseguir los recursos para un nuevo edifico administrativo en la sede del antiguo Liceo Antioqueño”.
¿En cuánto va el déficit?
“Cerramos 2018 con un déficit
que superaba los $40.000 millones; ya en 2019 registramos $20.000 millones; y en 2020 llegamos a una cifra de $10.000 millones. La recuperación ha sido importante, pese al golpe en los ingresos por causa de la pandemia”.
Bajaron los ingresos...
“Solo en 2020 dejamos de recibir casi un 37 % de los recursos en estampilla (contribución que fortalece a universidades públicas). También dejaron de entrar dineros por convenios interadministrativos, y por los pagos de inscripciones y matrículas, que se redujeron”.
¿Y la matrícula cero?
“Van dos semestres de matrícula cero y más de 32.600 estudiantes beneficiados. Se han recibido $4.070 millones del Gobierno Nacional y más de $6.000 millones del Departamento. Nosotros hemos apor
tado casi $3.000 millones.
Está garantizada la matrícula cero para el segundo semestre de este año y para los dos de 2022, mientras el Gobierno concreta una política pública. Aunque es pertinente resaltar que, desde 2002, a los estratos 1 y 2 no se les cobra matrícula en la universidad”.
Vamos a la pandemia.
“Hay que destacar el tema de los ventiladores. No había forma de importar nada, porque los países cerraron fronteras. La universidad desarrolló un ventilador de bajo costo. Incluso, logramos llevarlo a fase tres y usarlo en lugares apartados del país.
El aislamiento viral también fue clave. Eso permitió hacer ensayos, medir anticuerpos, buscar respuestas inmunes y ensayar desinfectantes. Ayudamos, además, a impulsar los diagnósticos covid de la mano del G8 de
las universidades”.
¿Qué opina del paro?
“La universidad siempre ha estado en el centro de estos temas. Los estudiantes y profesores se declararon en cese de actividades desde hace días. Hemos hecho llamados para que no se apele a la violencia, desde ninguna de las partes”.
Un grupo irrumpió en la Ciudadela.
“Sí. Es un grupo que se tomó las instalaciones sin autorización. Reclaman que la universidad sea un espacio para discutir sobre lo que ha venido pasando. Nosotros creemos que, por las condiciones actuales, no es óptimo abrir para ese fin. Ello implicó ajustes en el examen de admisión. Nos hemos visto afectados”.
¿Cómo concluyeron los exámenes?
“Todo salió bien en Medellín y en las regiones. El ITM y el Pascual Bravo nos apoyaron con sus instalaciones para que 13.000 aspirantes que estarían en Ciudad Universitaria realizaran la prueba de admisión. En esta, 26.271 aspirantes presentaron la prueba, para acceder a uno de los 6.506 cupos disponibles. El examen se había aplazado desde mayo, pese a la instalación de ese campamento teníamos que cumplir”.
¿Incluía la prueba a la población sorda?
“No. La vigencia del acuerdo académico que incluye adaptaciones para esa población operará a partir de la próxima admisión, el 2022 - 1”.
¿Qué viene?
“Continuaremos con las mejoras laborales, a través del concurso público de méritos, para vincular empleados a la universidad. También trabajaremos por más autonomía administrativa y financiera en las sedes regionales y fortaleceremos sus pregrados y posgrados. A esto se suma la construcción y entrega de la Facultad Nacional de Salud Pública y del Bloque 49, en la Ciudadela Robledo”.
¿En qué van estos últimos?
“Se han hecho dos licitaciones, pero se han declarado desiertas, no hemos tenido proponentes. Hay una nueva propuesta. Esperamos que en tres meses esté lista la licitación y la adjudicación que permita iniciar la construcción del Bloque 49, en un principio. Otro pendiente es estudiar el panorama de precios. Si este no mejora, habría que aplazar esos procesos”.
¿Volverá la presencialidad?
“Hay que esperar, por lo menos, hasta avanzado septiembre. La curva de contagios y la ocupación hospitalaria nos permitirán decidir si comenzamos, o no, con nuestra propuesta multimodal”