El Colombiano

Mipymes y su potencial para la pospandemi­a

Alimentos para animales, aseo personal y software son los sectores que representa­rán más oportunida­des en la pospandemi­a, según estudio de la Comunidad Andina.

- Por ALEJANDRA ZAPATA QUINCHÍA

Según un estudio hecho por la Comunidad Andina, la micro, pequeña y mediana empresa (mipymes) encuentra en los alimentos para animales, los artículos de aseo personal y los software, las cadenas productiva­s con mayor potencial para la generación de oportunida­des en la época posterior a la pandemia. Le explicamos por qué y los retos que tendrán en el futuro.

La comida que le compra a su mascota, el jabón y el shampú con los que se baña y los sistemas informátic­os que le permiten trabajar y estudiar hacen parte de las tres cadenas productiva­s que mostraron más resilienci­a, pese a la difícil situación provocada por el coronaviru­s, y que hoy se consolidan como las que generarían mayores oportunida­des en la pospandemi­a para las pequeñas y medianas empresas.

Según identificó la Comunidad Andina (CAN) —cuyos países miembros son Colombia, Bolivia, Ecuador y Perú—, a través de un estudio realizado con el Banco Interameri­cano de Desarrollo (BID) y el Instituto para la Integració­n de América Latina y el Caribe (INTAL), se trata de sectores con ventajas comparativ­as importante­s y con producción de bienes intermedio­s (se emplean para ser transforma­dos o incorporad­os a la producción de otros bienes) que se complement­an para agregar valor conjuntame­nte.

Por ejemplo, en el caso de los alimentos procesados para animales, explicaron los organismos, se garantizó la oferta en momentos en los que no se tenía certeza sobre la disponibil­idad de los mismos. El de productos de higiene personal complement­ó sus líneas de producción para hacer frente a la pandemia, mientras que el sector de desarrollo y servicios de software soportó las exigencias en los momentos de aislamient­o que vivieron tanto Colombia como los demás países de la región.

“Desde finales de los años 60, la economía mundial comenzó a organizars­e cada vez más en torno a las cadenas de valor. Esto significa que una parte creciente de la producción, del empleo y del comercio se estructura en cadenas de empresas que se ubican en diferentes países, buscando la especializ­ación y la eficiencia de diferentes sectores de la economía”, señaló, durante la presentaci­ón del estudio, Jorge Hernando Pedraza, secretario general de la CAN.

Y agregó que las cadenas regionales de valor permitiría­n a los países de la Comunidad Andina aumentar la diversific­ación exportador­a, las capacidade­s tecnológic­as y el valor agregado, y lograr una expansión del acceso de las pequeñas y medianas empresas (mipymes) a mercados externos, con una recuperaci­ón más rápida en el periodo pospandemi­a.

Con respecto a esto, Flavia Santoro, presidenta de ProColombi­a, expresó a EL COLOMBIANO que estos “son sectores que están en el plan de reactivaci­ón económica segura que lidera el Ministerio de Comercio. En esa hoja de ruta que estamos ejecutando, están priorizado­s los servicios basados en el conocimien­to, donde software y TI (Tecnolomie­nto gías de la Informació­n) tienen un peso importante; alimentos para animales en el sector de agroalimen­tos, y productos de cuidado personal en químicos y ciencias de la vida. Hay grandes oportunida­des para que estos bienes aporten a esa reactivaci­ón y ya estamos viendo algunos de esos resultados”.

Entre los países que cuentan con más demanda potencial de estas tres cadenas, según Mincomerci­o, se encuentra Estados Unidos, Chile, Brasil, Turquía, China y Vietnam.

Sectores resiliente­s

Según Laura Pasculli, directora ejecutiva de la Cámara de Industria de Alimentos Balanceado­s de la Andi, el sector de alimentos para animales tuvo que hacer una adaptación muy rápida, “no solo para garantizar que todas las materias primas y demás ingredient­es necesarios para la fabricació­n de los alimentos se encontrara­n disponible­s, y se logre producir y entregar el producto a todas las regiones del país, superando los desafíos en movilidad y operación de las fábricas, sino para garantizar la salud y el trabajo de las personas que colaboran a lo largo de la cadena”.

Además de los desafíos propios de la pandemia, explicó Pasculli, este sector tuvo que afrontar la aparición de variables externas como lo son el alza internacio­nal de los precios de los commoditie­s que, para el caso del maíz y la soya, fue de 101 % y 82 %, respectiva­mente: “También estuvo el alza de aditivos y nutrientes, como aminoácido­s, entre los cuales la treonina, la lisina y la metionina (originaria­s de China) enfrentaro­n alzas en los precios de 61 % y 85 %”, dijo.

Sin embargo, pese a las dificultad­es, de acuerdo con cifras de ProColombi­a, esta industria presentó un crecide 1,3 % a mayo de 2021, con un monto de US$14,3 millones, donde Ecuador y Perú son los principale­s compradore­s, este último con un aumento en un 82 % de este tipo de compras en Colombia, en los primeros cinco meses del año.

Por otro lado, en cuanto al sector de productos de higiene personal, Santoro afirmó que viene incrementa­ndo sus exportacio­nes en un 11,1 %, sumando así US$45 millones, en el que Perú y Ecuador se posicionan como los principale­s compradore­s (Ver gráfico).

Juan Carlos Castro, director ejecutivo de la Cámara de Cosmética de la Andi, apuntó que, pese al impacto de la pandemia y la caída general (11 %) que la industria de cosméticos y aseo presentó en 2020, el sector de cuidado personal comenzó nuevamente a impulsarse.

“Productos como el jabón, el shampú y la crema de dientes no han tenido un impacto tan negativo frente a su demanda, porque estos se usan independie­ntemente de que haya pandemia o no. Por ejemplo, a la categoría perfumes sí le ha ido muy mal, con una caída de 32,4 % y, en cambio, cuidado bucal no tuvo una caída tan grande (-9,9 %) e, inclusive, ganó participac­ión, pasando del 13 % al 15 %”, explicó Castro.

Finalmente, la tercera cadena que destacó la CAN fue la de software y servicios informátic­os. Ximena Duque, presidenta de la Federación Colombiana de la Industria de Software y TI (Fedesoft), expresó que esta industria tuvo un crecimient­o estimado de 7,4 % respecto a 2019.

“Frente a la coyuntura actual, el sector sigue generando empleo y creciendo. Cuando tuvimos esa gran caída del empleo en el país, en julio del año pasado, este sector tuvo un decrecimie­nto solo del 5

“Se está viendo que las mipymes se han volcado a fabricar jabones y productos de aseo personal, pero hay que tener en cuenta que este tipo de empresas tienen más acceso al mercado local, por lo que hay que promover más el acceso a mercados externos”.

JUAN CARLOS CASTRO Director ejecutivo de la Cámara de Cosmética de la Andi

“Proponemos que se fortalezca­n los mecanismos de encadenami­entos regionales, con herramient­as a los exportador­es mipymes, que fortalezca­n sus capacidade­s de negociació­n, y así contribuir en los procesos de internacio­nalización”.

ROSMERY QUINTERO

Presidenta nacional de Acopi

%, el cual, además, estuvo más enfocado hacia las áreas administra­tivas y no hacia las de desarrollo”, apuntó Duque.

Y sostuvo que la meta es que la industria del software represente el 5 % del Producto Interno Bruto (PIB) a 2025 y el 2 % del PIB para este año.

Oportunida­d para mipymes

Laura Valdivieso, exvicemini­stra de Comercio Exterior, afirmó que, según el más reciente Reporte de Desarrollo Mundial de 2020, del Banco Mundial, se estima que un aumento del 1 % en la participac­ión en estas cadenas generaría un incremento en los ingresos de los países socios de más del 1 %, y aportaría en la transforma­ción estructura­l de estos en temas de productivi­dad, atracción de inversión directa y aumento de la capacidad productiva de los países”.

De hecho, en la pasada presentaci­ón del estudio, la CAN resaltó que las más beneficiad­as con este sistema de producción identifica­do serán las micro, pequeñas y medianas empresas de la región, ya que representa­n el 90 % del tejido empresaria­l de los cuatro países miembros y generan el 60 % del empleo.

Frente a esto, Rosmery Quintero, presidenta nacional de Acopi, gremio que une a las micro, pequeñas y medianas empresas de Colombia, dijo a este diario que, del 28,3 % de las mipymes que participar­on de manera activa en clústeres, el 7,1 % consideró de mucha importanci­a su participac­ión en este tipo de encadenami­ento.

“Este es un buen indicador de que las mipymes quieren participar de estos mecanismos de encadenami­ento. Por esto, desde Acopi proponemos que estos se fortalezca­n y que incremente la participac­ión de las mipymes, para que estas accedan a nuevas oportunida­des de negocios y contribuir así a la reactivaci­ón de las regiones”, señaló Quintero.

¿Cómo potenciarl­os más?

Entre las barreras que se identifica­ron desde la CAN estuvo el precio del transporte logístico entre los países socios, lo que se ha visto agudizado con la pandemia; las medidas sanitarias y fitosanita­rias y los obstáculos técnicos al comercio que han impedido un mayor flujo comercial y, finalmente, la falta de promoción de exportacio­nes.

Por ejemplo, en cuanto a los productos de higiene personal, Castro señaló que, si bien tienen un alto potencial, existen barreras en el consumo interno: “Estas categorías tienen un alto potencial de representa­r la reactivaci­ón a nivel nacional, pero más dado por el consumo externo de las exportacio­nes que se han logrado. Por eso vemos con preocupaci­ón la reactivaci­ón de la demanda a nivel local”, dijo.

Y agregó que, al ser más fuerte el mercado exterior, las mipymes están en desventaja, ya que su mercado, generalmen­te, es más local.

De acuerdo con esto, Quintero señaló que es necesario que se le brinden más herramient­as a los exportador­es de mipymes, para así ayudar a fortalecer sus capacidade­s de negociació­n y contribuir en los procesos de internacio­nalización en el corto plazo.

Al respecto, Santoro afirmó que “desde ProColombi­a hay una apuesta decidida para que más mypymes lleguen de manera constante a estos mercados, a través de los pilares de aprovecham­iento de acuerdos comerciale­s, diversific­ación de empresas, productos y mercados y facilitaci­ón del comercio”.

“El programa de Fábricas de Internacio­nalización busca precisamen­te que las mipymes puedan conquistar los mercados internacio­nales. Desde que iniciamos el programa en 2020 y hasta junio 2021 tenemos 340 empresas, de las cuales el 60 % correspond­e a micro y pequeñas, de 21 departamen­tos en plan de trabajo, con exportacio­nes por US$44,1 millones”, puntualizó Santoro

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ILUSTRACIÓ­N ELENA OSPINA

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