GRAN PROGRESIÓN DEL GRIEGO
La evolución del “Greek Freak” en la cima del baloncesto mundial fue paciente. En su primera temporada promedió 6,8 puntos, 4,4 rebotes y 1,9 asistencias por partido (24,6 minutos de media), mientras que en la 2020-2021 consiguió 28,1 puntos, 11 rebotes y 5,9 asistencias de por encuentro (33 minutos de media). Su primer paso adelante fue el premio que logró al Jugador con Mayor Progresión en 2017, el mismo año en el que debutó como All-Star. A partir de ahí, Antetokounmpo creció de una manera espectacular hasta convertirse en una bestia de potencia y de rapidez.
Con paciencia
El Antetokounmpo que aterrizó en la NBA con solo 18 años, con todas las posibilidades del mundo y ninguna certeza de entrada se parece poco al todopoderoso jugador que arrasó en estas Finales.
El pasado verano, el griego firmó un contrato con los Bucks: 228 millones de dólares por cinco años. Pero la inversión mereció la pena, ya que Antetokounmpo, siempre con los pies en el suelo y con el equipo por delante de lo individual, llevó a los Bucks hasta la gloria gracias a compañeros como Khris Middleton o Jrue Holiday y de los que le acompañaron en el camino.
“Empecé a jugar a baloncesto para ayudar a mi familia. Intenté ayudarles a salir de los problemas y desafíos que afrontábamos”, dijo tras ser campeón. “Pero nunca pensé que estaría aquí con el trofeo de la NBA y el premio del MVP de las Finales. Ha sido un largo viaje”, cerró