PARA TENER PRESENTE EN EL RETORNO A CLASES
1 DISTANCIAMIENTO FÍSICO, CLAVE
La Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) recomiendan mantener una distancia de al menos un metro entre todas las personas que compartan en las escuelas, aumentando el espacio entre los pupitres y escalonando los recreos y espacios para consumir alimentos. Otra recomendación es que los estudiantes realicen sus actividades académicas en el mismo espacio durante el día, mientras que los profesores se encargan de la rotación. La ventilación o dar clases al aire libre, con el debido distanciamiento, también pueden ser funcionales. Escalonar horarios en los ingresos y salidas es vital, pues, según esos organismos, son los momentos donde más se registran aglomeraciones en las instituciones. Elaborar listas con el itinerario del día, más recordatorios de la señalización, los espacios y las interacciones, es una forma de crear conciencia en los estudiantes.
2 HIGIENE DE MANOS Y ESPACIOS
En este frente, la Unicef sostiene que es necesario que las autoridades de los colegios sean insistentes en estas prácticas. Los espacios, en la medida de lo posible, deberán mantenerse ventilados y con desinfectantes a la mano. En el caso de las instituciones que atienden a estudiantes, este organismo recomienda apelar a estrategias recreativas que les permita a los pequeños incorporar las prácticas de lavado de manos y limpieza de sus útiles escolares.
Aunque la constancia en el lavado es clave para combatir la covid-19 en todos los espacios, en los colegios hay momentos clave para hacerlo: al entrar y salir de las aulas de clase; después de tocar superficies; tras manipular materiales de estudio, como libros; y después de toser o estornudar. En este último punto, dice la Unicef, se recomienda usar la parte interna del codo y eliminar, de inmediato, el papel o pañuelo que sea utilizado.
3 BUEN USO DE LA MASCARILLA
Este elemento ha sido el arma de combate del último año, según los expertos. Y las escuelas, que cerraron por un buen tiempo, no son la excepción: entre más cerrados los espacios y menores distancias, más indispensable es el uso del tapabocas, según la OMS. Marcarlo, usarlo limpio diariamente, que los estudiantes lleven un repuesto consigo, y que lo guarden en una bolsa, cuando deban retirarlo, son algunas de las recomendaciones. A esto se suma un reto, que tiene que ver con la inclusión en los procesos de aprendizaje. Dice la Unicef que las instituciones deben evitar que la mascarilla afecte el acceso al conocimiento y a la interacción. Si algunos de los alumnos cuentan con discapacidad, como la pérdida de la audición, debe apelarse a elementos de protección como las mascarillas transparentes. El distanciamiento y la imposibilidad de comunicación puede ser letal para la formación en estos casos.
4 LOS BROTES NO SON IMPROBABLES
La OMS sugiere dejar a los estudiantes en casa, en caso de advertir síntomas, además de no solicitar certificados médicos inmediatos para justificar ausencias. En caso de reportarse alguna sospecha en la institución, la Unicef agrega que se debe aislar al estudiante en un punto específico y notificar a sus responsables. Se recomienda, asimismo, identificar los grupos en los que este compartió, con el propósito de aislar o hacerle seguimiento a quienes corresponda. Los síntomas a tener presentes son fiebre, tos y cansancio, y pueden ser la puerta de entrada para activar los seguimientos. Otros, recalca la Unicef, pueden ser dificultad para respirar, dolor o presión en el pecho, y dolores musculares y de cabeza. Para estar alerta a estos, las instituciones deberán hacer consultas diarias, que permitan anticiparse a los casos. Manejarlos, evitando estigmatizaciones, debe ser la ruta.