Comando Sur apoya caso por atentado
Ayer llegó a Cúcuta, Norte de Santander, una comisión del Comando Sur de EE. UU. para asesorar investigación del atentado a la Brigada 30 del Ejército, el pasado 15 de junio.
Ese día, una camioneta Toyota Fortuner blanca ingresó a la brigada pasado el medio día. Horas después, a las 3:01 p.m., explotó dentro de las instalaciones militares, donde se adelantan acciones contra disidencias de las Farc, el Eln y bandas criminales. El ataque dejó 44 heridos.
Según se informó, los delegados de las Fuerzas Militares estadounidenses se reunieron con el jefe del Estado Mayor, el comandante de la Segunda División del Ejército y el comandante de la Brigada 30. Esto, porque las autoridades norteamericanas han apoyado las investigaciones, con uniformados del FBI.
En Washington, según fuentes diplomáticas, hay interés por el resultado de la investigación, y de ahí el apoyo del Comando Sur, porque el día del atentado se afectó la instalación en la que al menos 15 uniformados estadounidenses pernoctaban y quienes estaban en Colombia potenciando procesos de capacitación castrense a la fuerza pública en Norte de Santander.
Las capturas
De hecho, ese apoyo ya dio resultados, porque permitió impulsar las interceptaciones telefónicas con las que la Fiscalía y la Policía consiguieron dar con los primeros sospechosos en el atentado en la capital de Norte de Santander.
“Un equipo conformado por fiscales especializados, peritos analistas y expertos en diferentes áreas, obtuvo material de prueba que puso al descubierto que detrás de estos hechos estuvo el Frente
33 de las disidencias de las Farc, cuyo cabecilla era alias ‘Jhon Mechas’”, dijo el fiscal Francisco Barbosa. Incluso, dijo que el ataque se habría planeado desde Venezuela.
Además, 10 personas que serían parte de dicha organización fueron capturados en Cúcuta y en el corregimiento La Gabarra de Tibú, Norte de Santander. Y se incautaron dos armas, $185 millones, 14 celulares y 2 discos duros que tendrían información relevante para la investigación.
Entre los capturados están Joaquín Medina, quien habría comprado la camioneta blanca que explotó en la Brigada 30; su hijo Andrés Fernando Medina, quien habría conducido la camioneta hasta Tibú, donde fue cargada con explosivos. Y Ciro Gutiérrez, quien habría acompañado todos los traslados.
Los acusados fueron imputados con los delitos de terrorismo agravado, homicidio agravado en grado de tentativa, concierto para delinquir agravado, daño en bien ajeno agravado, y fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos agravado