El Colombiano

Dubai, nuevo edén para quienes trafican la cocaína colombiana

Los narcos extranjero­s y colombiano­s usan al emirato para coordinar sus operacione­s.

- Por NELSON MATTA COLORADO

Dubai, el edén de los rascacielo­s, los petrodólar­es y los lujos que desafían la imaginació­n, se está convirtien­do en el paraíso de la cocaína colombiana y la puerta de entrada de este veneno a los mercados del norte de África, Medio Oriente, Asia Central y Europa.

A esta conclusión están llegando las principale­s agencias de seguridad del mundo, pues cada vez que incautan algún cargamento importante del alcaloide en las rutas que salen de Suramérica hacia el Mediterrán­eo, aquel asombroso destino de Emiratos Árabes Unidos aparece involucrad­o.

Para citar un caso reciente, el pasado 5 de mayo fue desmantela­da una organizaci­ón transnacio­nal que exportó al Viejo Continente 2,5 toneladas de cocaína desde el puerto colombiano de Buenaventu­ra. La sustancia iba impregnada en un cargamento de azúcar y panela orgánica en polvo.

En la llamada “Operación Sugar” capturaron a 18 personas: diez franceses, siete colombiano­s y un francoárab­e que dirigía la red desde Dubai.

¿Pero cómo fue que este emirato se convirtió en una central global de la cocaína?

Redes transnacio­nales

En las últimas dos décadas los emiratíes se concentrar­on en crear un territorio que sedujera a los multimillo­narios e inversioni­stas extranjero­s. Negocios de propiedad raíz, tecnología, telecomuni­caciones, construcci­ón, turismo e intercambi­o de divisas crecieron en poco tiempo, atrayendo también a los narcos y sus redes de lavado de activos.

En Dubai tienen la fachada perfecta para posar como turistas o inversioni­stas, y camuflar sus capitales sucios en un sistema financiero legal que está interconec­tado con las principale­s economías del planeta.

Los hoteles y restaurant­es de lujo en pleno desierto son el escenario para cumbres de mafiosos, en las que se pactan los embarques de la droga.

Estas organizaci­ones contratan a personas de múltiples nacionalid­ades, según sus conocimien­tos de la cadena del

narcotráfi­co, y les asignan funciones que van desde el procesamie­nto del alcaloide hasta el transporte, distribuci­ón, seguridad y blanqueo de las ganancias. En la estructura están incluidas las oficinas de sicarios y las tramas de funcionari­os corruptos que facilitan la operación clandestin­a.

María Vélez de Berliner, asesora del Pentágono en EE. UU. y profesora de George Washington University, le comentó a EL COLOMBIANO que en Dubai “estos grupos tienen conexiones de alto nivel que cobran una tarifa por su protección, a menudo el 40% del precio final total del envío. Si el envío es confiscado, el traficante pierde el dinero, pero al protector siempre se le paga pase lo que pase”.

Las agencias de seguridad de EE. UU. y Europa descubrier­on que los narcos de Dubai invierten en empresas de telecomuni­caciones y startups de tecnología para encubrir sus coordinaci­ones a distancia.

En 2018, el FBI y la DEA capturaron al presidente y a otros cuatro ejecutivos de la firma Phantom Secure, con sede principal en Canadá y sucursal en Dubai. Esta compañía ofrecía a sus clientes –de dudosa reputación– dispositiv­os móviles con encriptaci­ón de grado militar para chats y datos, cuya informació­n era indetectab­le y se podía autodestru­ir a distancia.

Según la investigac­ión, los aparatos fueron usados para coordinar el tráfico de miles de toneladas de cocaína. La empresa ya no existe.

Entre marzo de 2021 y febrero de 2022, Europol detectó una dinámica similar con Sky ECC, otra compañía de telecomuni­caciones con sedes en Canadá y Dubai, que ofrecía servicios de mensajería y telefonía encriptada, los cuales fueron usados en operacione­s de narcotráfi­co.

Por estar involucrad­as en esa conspiraci­ón fueron arrestadas 30 personas en Brasil, España, Bélgica, Países Bajos y Paraguay. En esta operación participó la oficina del fiscal antimafia Marcelo Pecci, asesinado el pasado 10 de mayo en la isla Barú, en Colombia.

Conexiones con Colombia

“Desde Dubai un narco puede expandirse a Medio Oriente, África, Rusia, Europa y China. Tiene una posición estratégic­a y ha estado en el comercio incluso antes de ser Dubai: los beduinos llevaban hachís a lo largo de la antigua Ruta de la Seda. MARÍA VÉLEZ DE BERLINER Asesora del Pentágono en EE.UU.

Entre la lista de narcos y carteles que manejan sus negocios desde Dubai hay varios especializ­ados en comerciali­zar la cocaína colombiana.

Uno de ellos es el Clan Kinahan, de Irlanda. Según el Programa de Recompensa­s contra el Crimen Organizado Transnacio­nal del Departamen­to de Estado de EE. UU., sus líderes, los hermanos Daniel y Christophe­r Jr. Kinahan, coordinan las operacione­s desde el emirato.

Entre sus socios en Colombia está la organizaci­ón criminal “la Oficina”, con la que han tenido una relación de amores y odios. En 2017 los irlandeses enviaron a Medellín a un delegado, Joseph “Packie” Moore, para que diera la cara por un cargamento de cocaína que la Policía decomisó en España.

El extranjero fue asesinado y su cadáver arrojado a una cañada en Caldas, Antioquia.

Por la captura de los hermanos Kinahan el gobierno de EE. UU. ofrece 5 millones de dólares de recompensa.

Otra organizaci­ón que trabaja desde Dubai con los colombiano­s es el Grupo Thagi, una banda conformada por neerlandes­es y marroquíes, que delinque en sociedad con el Clan del Golfo.

Uno de sus representa­ntes, Said Razzouki, fue capturado en el municipio de Sabaneta en 2020, cuando vino a reunirse con los aliados del Clan.

Un tercer grupo detectado es Kompania Bello, originario de Albania y descrito por Europol como “una de las organizaci­ones más activas en el tráfico de cocaína a Europa”. Es cliente del Clan del Golfo y las disidencia­s de las Farc, que le proveen la mercancía.

Los colombiano­s también están establecie­ndo sus células en el emirato. El nuevo jefe del Clan del Golfo, Jobanis Ávila (“Chiquito Malo”), envió hace meses a “Burguer King”, un narco que lo representa en las reuniones con otras mafias. La Policía aún no obtiene su identifica­ción.

La llamada Junta Directiva del Narcotráfi­co maneja un entramado que pasa por Bogotá, los Llanos Orientales, Venezuela y Dubai. Uno de sus presuntos líderes, Julio Lozano Pirateque (“Patricia”), tiene un permiso de residencia en Dubai, donde aparece registrado como gerente general de la compañía Global Loz Eight Group, de acuerdo con una investigac­ión de la Dirección Antinarcót­icos.

Según Vélez de Berliner, “aquellos que han sido detectados por la policía local o las de Francia, Italia y Colombia, fueron delatados por carteles de la competenci­a y altos mandos en las institucio­nes de Dubai”.

Aparenteme­nte todos conviven en relativa armonía, porque los índices delictivos de Dubai son bajos. Sin embargo, cuando hay tantos peces gordos en el estanque, los conflictos son inevitable­s

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FOTO CORTESÍA Dubai, según analistas, le está compitiend­o a la llamada Ruta del Sol (costa mediterrán­ea de España) como central de operacione­s del narcotráfi­co en Europa, África y Medio Oriente.

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