El Escorpión de Higuita, la locura de William
Este odontólogo antioqueño hizo una escultura de la jugada que quedó inmortalizada en Wembley en 1995.
De músico, poeta y loco, William Restrepo Osorio tiene un poco. Este odontólogo de la Universidad de Antioquia, con especialización en cirugía oral, sabe que sus manos son la mayor riqueza que tiene, pues con ellas, además de devolverle una bella sonrisa a sus pacientes, hace obras de arte.
Dicharachero, conversador, inquieto y bonachón, en sus ratos libres William aprovecha para hacer caricaturas (obras pequeñas) trabajadas a mano sobre cosas que llegan a su mente o de Jesús.
Este hincha del Poderoso siempre ha tenido especial admiración por la jugada del “Escorpión” que realizó René Higuita en Wembley, el 6 de septiembre de 1995, al minuto 26 del primer tiempo, con la Selección Colombia en el duelo ante Inglaterra y por ello lo hizo el tamaño mini, pero su esposa, Adriana Flórez, lo retó, y le puso una misión, hacerlo en tamaño real.
William confiesa que se asustó y no durmió, pues una cosa es hacer bustos o la imagen del Jesucristo a medírsele a una escultura más grande que él, pero como lo suyo es la aventura, aceptó y empezó con esta “locura”.
Un año sabático
William sostiene que prácticamente se dio un año sabático,
y con algo de gracia, afirma que arrancó con dos tornillos y una plataforma pequeña.
Luego echó mano del alginato (sal soluble de sodio o potasio que se usa para hacer el molde de dentadura), luego improvisó con cemento, hierro y otros materiales que le ayudaron, entre otras cosas, a darle la forma a los brazos y las piernas de Skorpy, como llamó a su obra.
Fueron más de 12 meses en los que en su tiempo libre se concentró en darle forma a su obra maestra, la cual, quedó lista el pasado 30 de marzo.
“Ese día le puse la cabeza y la verdad sentí algo muy especial, como dice uno, esas mariposas en el estómago, como cuando uno se enamora. Yo estaba solo y me tomé media de aguardiente, feliz, porque es la primera vez que un hijo le da vida a un padre, porque del pequeño salió este grande, que pesa cerca de 125 kilos”.
Y claro, William se emociona, porque su obra le sacó canas, fueron varios los intentos para que la estructura tomara forma y para que tuviera equilibrio, por eso hasta a estudios físicos debió apelar para conservar el equilibrio.
Pero además, su felicidad también es porque la estructura se puede vestir o se puede dejar al natural, por eso consiguió la ropa, los guantes, los guayos, el balón de la época y la peluca, para que quedará lo más cercano a la realidad de ese momento.
William se sienta a un lado de su obra y la contempla, y se vuelve a emocionar, porque los jóvenes, que no pudieron ver en vivo y en directo lo que hizo Higuita hace casi tres décadas, pueden apreciarlo en su obra, por eso quisiera exhibirla y mostrarla.
Con algo de timidez, también reconoce que le gustaría ver la cara de Higuita viendo su `gemelo'.
Sueña con llevarla al Atanasio, a Wembley o a Qatar, porque está feliz y orgulloso de lo que hizo, de plasmar algo que ha sido histórico para el fútbol colombiano, y no le importa que el responsable de semejante locura sea René Higuita, y no un arquero reciente de su amado DIM.
“Soy hincha del Poderoso, pero no puedo negar que el escorpión que hizo Higuita es algo grande para el fútbol colombiano y por eso me emociona poderla inmortalizar ya no en una imagen sino en algo palpa
ble”, comenta el artista.
Su sobrino David Martínez Restrepo y su hija Melina Restrepo son quienes actualmente tienen a William soñando en grande, promocionando su obra por redes sociales y pensando en llevarla por el mundo