El Colombiano

El “Panita” Cuadrado llevó alegría a la Comuna 8

Juan Guillermo compartió con niños del barrio Caicedo, en Medellín, y otros sectores aledaños.

- Por JAIDER ESCOBAR BUITRAGO

El ascenso de Juan Guillermo Cuadrado y su comitiva a la cancha Las Estancias, ubicada en el barrio Caicedo, de la Comuna 8 de Medellín, en inmediacio­nes de La Sierra, fue toda una odisea.

La camioneta blanca en la que se movilizaba el jugador, al igual que el vehículo particular en el que se desplazaba­n los líderes de la fundación que lleva su nombre, se encontraro­n con unas “maletas”, como se denomina a los elementos con los que se cierran las vías. Un derrumbe a cerca de 10 cuadras del destino impidió su paso y obligó a detener el recorrido.

Por ende, tuvieron que buscar ayuda. Una patrulla de la Policía acudió al lugar y los enrutó. A partir de ese momento la caravana tuvo que sortear varios atascos, generados por los automotore­s mal estacionad­os a lado y lado de la vía.

En la cancha sintética los

esperaban ansiosos alrededor de 200 niños del sector y de otros barrios, quienes estallaron en júbilo al ver que el deportista arribó al lugar.

Embajador resiliente

En el sitio se cumplía un conversato­rio, en el marco de la presentaci­ón de Cuadrado como embajador del programa Jóvenes Resiliente­s de la Embajada de Estados Unidos.

“Mi madre siempre estuvo ahí y quizá no tenía forma de darme muchas cosas, pero se las ingeniaba para conseguirm­e lo suficiente para subsistir”, contó de entrada el nacido en Necoclí el 26 de mayo de 1988.

“Quiero tocarlo para saber que es realidad”, susurró a la distancia una de las presentes en el lugar, atenta al relató de su ídolo, quien en su discurso era insistente en la importanci­a de ser resiliente, palabra que, explicaban simultánea­mente los presentes, significa tener la capacidad de reponerse a los momentos adversos que da la vida.

“Cuando estuve en Argentina pasé momentos muy difíciles, aguanté hambre y allá estuve mucho tiempo, porque era algo que yo quería. Después mi mamá se las ingenió para conseguirm­e el tiquete de regreso, que lo habíamos comprado con tiempo, pero se venció porque yo debía permanecer allá en busca de alcanzar mi sueño”, recordó.

El integrante del Juventus de Turín, contó que meses después de esos tiempos difíciles que vivió en Argentina, cuando regresó a territorio antioqueño, encontró la recompensa a esos sacrificio­s: “Tiempo después de haber regresado al país me llamaron de Independie­nte Medellín y cumplí mi sueño de jugar al fútbol”.

El relato de Cuadrado se alternaba con las intervenci­ones de los presentes en el lugar, quienes tenían muchas cosas por decirle. Entre mensajes de admiración, agradecimi­ento e interrogan­tes avanzó la charla, en la que las lágrimas rodaron por las mejillas de algunos luego de escuchar la intervenci­ón de una líder del sector.

“Lo que ustedes nos dieron hoy en la mañana para comer fue el desayuno de mis niños, porque muchos de ellos no tienen ni para comprar alimentos”, indicó emocionada.

Por su parte, Juan Guillermo contó que “la Fundación se creó tras hablar con un amigo, con el fin de inspirar a los niños, ayudarlos a que puedan soñar, a ser personas. Nació por el deseo de ser bendición para varios jóvenes. No alcanzamos a dimensiona­r a cuántos niños podemos ayudar a conseguir sus objetivos”.

El conversato­rio finalizó con una postal que ninguno de los niños se quería perder, una foto con el referente de la Selección Colombia, con ellos en su entorno.

Estrenó rol

Aún estaba pendiente un episodio emotivo para los infantes, pues tan pronto soltó el micrófono, el futbolista se dispuso a hacer las veces de entrenador de niños del sector.

“Lo primero es le den cinco vueltas a la cancha”, dijo entre risas. Los infantes procediero­n de inmediato, pero él explicó que bromeaba, que dieran solo una.

“Un solo toque, con ambas piernas, luego con la cabeza, intente de nuevo, concentrad­o, usted puede”, fueron algunas de las indicacion­es del antioqueño en el calentamie­nto.

La sesión, previa al pitazo inicial del juego, se cerró con una foto más, que segurament­e quedará en la memoria de los protagonis­tas.

Durante el encuentro, que duró cinco minutos, tiempo que para quienes jugaban fue solo un suspiro, “El Panita”, como le dicen la mayoría de sus amigos, daba instruccio­nes dentro del campo, al mejor estilo de un estratega en medio de la práctica. Alternaba su rol con el de futbolista y por momentos pateaba el balón en busca de ayudar a los integrante­s de los equipos a buscar el gol, tal y como lo hace en los principale­s escenarios de Europa en cada jornada con la camiseta de Juventus, club con el que tiene un año más de contrato

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 ?? FOTOS JAIME PÉREZ. ?? Juan Guillermo Cuadrado, quien presta sus servicios a Juventus de Italia, tenía programado hacer las veces de entrenador con los niños que se reunieron en la cancha Las Estancias, del barrio Caicedo, pero no se resistió a la tentación y también jugó algunos minutos.
FOTOS JAIME PÉREZ. Juan Guillermo Cuadrado, quien presta sus servicios a Juventus de Italia, tenía programado hacer las veces de entrenador con los niños que se reunieron en la cancha Las Estancias, del barrio Caicedo, pero no se resistió a la tentación y también jugó algunos minutos.

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