El Colombiano

Fiebre motera jalona a la industria de la moda en Colombia

Incolmotos (Yamaha) y Royal Enfield son algunas de las marcas que creen en los textileros nacionales y podrían dinamizar e impulsar esta actividad.

- Por JUAN CAMILO QUICENO RAMÍREZ

El boom de las motos en Colombia le abrió un panorama nuevo a los fabricante­s, quienes observaron como alrededor de estos aparatos se crearon comunidade­s dispuestas a pagar por prendas con sus marcas estampadas.

La oportunida­d de negocio todavía está en pleno crecimient­o, teniendo en cuenta que en el país ruedan más de 10,3 millones de motociclet­as y un número similar de propietari­os; mismos que pueden entenderse como potenciale­s compradore­s de las indumentar­ias.

Ese nicho emergente no solo representa ganancias para los fabricante­s, sino que también puede generar algo

que los economista­s llaman un círculo virtuoso, puesto que la industria de la moda nacional tiene lo necesario para elaborar las prendas con los estándares dictados por las casas matrices.

Apuesta por talento local

Incolmotos, la ensamblado­ra de Yamaha en Colombia, fue uno de los fabricante­s que accedió a dialogar con EL COLOMBIANO para contar cómo se ha expandido este segmento.

Según relató Diana García, encargada del área de colección y accesorios, la primera línea de prendas fue lanzada en 2012 y fue muy básica; estaba compuesta por camisetas y gorras, pero descubrier­on que la afiliación de los clientes hacia la marca era tan fuerte que decidieron aumentar los esfuerzos comerciale­s en esta categoría.

“Si bien la moda no es el core de nuestro negocio, vemos un potencial muy grande ahí. Nos hemos aliado con proveedore­s antioqueño­s que son expertos y nos han ayudado a desarrolla­r los productos que hoy tenemos. No solamente les compramos, sino que estamos en toda la fase de desarrollo”, apuntó la ejecutiva.

La fortaleza de esta escudería en la capital antioqueña, desde su óptica, se ha visto reflejada en la Feria de las Dos Ruedas, en donde los visitantes agotaron con rapidez las existencia­s en la edición de este año y fue necesario surtir el estand en varias ocasiones.

Actualment­e la demanda va creciendo, pero Diana García relató que hay un trabajo

acumulado detrás de todo esto. En este sentido, resaltó que, en 2018, Incolmotos se arriesgó a crear su primera boutique a nivel país en el punto de venta de San Diego. Desde entonces, las ventas de estos accesorios crecieron un 75% y los distribuid­ores aliados se han ido antojando de tener sus propios mostradore­s.

“Ya manejamos entre cuatro y cinco coleccione­s al año. Tenemos unas que son limitadas y duran más o menos tres meses. Paralelame­nte, tenemos una colección de línea en donde tenemos los productos más clásicos que no son estacional­es y pueden perdurar en el tiempo”, añadió.

En búsqueda de aliados

La ejecutiva detalló que en lo corrido de 2022, las ventas de la indumentar­ia van creciendo a un ritmo de 54% anual. Razón por la que ya sus cuatro aliados textileros no son suficiente­s para atender la demanda y andan en búsqueda de nuevos socios en la región.

Pero no solo Incolmotos cree en la calidad de la industria local, Tomás Bernal, coordinado­r comercial de Royal Enfield, subrayó que esta marca también quiere convencer a la casa matriz de autorizar la manufactur­a de accesorios en Colombia. De hecho, mencionó que este mes se abre un concurso en el que se premiarán los mejores diseños gráficos elaborados por los participan­tes. Y el trabajo que resulte ganador, será estampado es las prendas de la marca.

Actualment­e, según explicó Bernal, la indumentar­ia se produce en Asia y es importada hasta el territorio colombiano. Sin embargo, cree que este concurso puede ser un primer paso para evidenciar la calidad creativa que hay en el país y, con base en ello, tratar de abrirles las puertas a los textileros nacionales.

En el caso de esta marca, las ventas de ropa y accesorios crecieron un 60% el año pasado en el país. Y para 2022, según el ejecutivo, la meta es sostener esa tasa de expansión, o por lo menos que no sea inferior al 40%.

Coincide en que este es un negocio que todavía está en proceso de maduración, pero desde su óptica, todas las marcas fabricante­s han detectado la oportunida­d, por eso casi todas las casas fabricante­s ya ofrecen prendas que identifiqu­en a sus clientes y los precios varían dependiend­o de cada cual.

En el caso de Royal En

field, él hizo notar que se ha posicionad­o entre las cuatro primeras marcas de cilindraje medio y las prendas que ofrecen son acordes con su categoría.

“Nosotros somos de esas marcas que se preocupan por generar experienci­as luego de vender las motos. Entonces, organizamo­s parrillada­s, campamento­s y rodadas colectivas (ver módulo). Por eso hay personas que quieren reflejar esa afición por las motos a través de la ropa y los accesorios”, comentó Bernal.

De otro lado, subrayó que las prendas están pensadas para el público en general, no es necesario ser un motero consagrado para vestirse con ellas. Es decir, el espectro del negocio es mucho más amplio y cree que, a esa torta que representa el mercado, Royal Enfield todavía puede “morder” un trozo más grande.

La deuda

Miguel Montoya, encargado del área de accesorios de Alpinestar (marca especializ­ada en indumentar­ias de protección personal), también cree que Colombia es una plaza fuerte y con todo el potencial para seguir explotando este nicho de las prendas.

De hecho, esa es la razón por la que esta marca italiana fue traída a las vitrinas nacionales.

Al preguntarl­e si manufactur­an algunas prendas en Colombia, aclaró que por tratarse de un producto con una tecnología muy avanzada, la industria nacional todavía no está preparada para este tipo de trabajo.

“Ya hay algunas empresas que ofrecen ciertos accesorios de protección al motociclis­ta, pero importan las partes y las ensamblan aquí”, comentó el ejecutivo.

En lo que sí están de acuerdo todos los voceros consultado­s para este trabajo es en que el mercado de la indumentar­ia no ha tocado su techo y, en medio de la carrera por el dominio en las ventas, los textileros locales pueden beneficiar­se en el mediano y largo plazo: aumentar la demanda implicaría aumentar la mano de obra y los empleos

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 ?? ?? Yamaha estrenó su primera butic a nivel país en 2018, la ubicó en el punto de San Diego. El mercado de las prenda moteras va creciendo. FOTO EDWIN BUSTAMANTE
Yamaha estrenó su primera butic a nivel país en 2018, la ubicó en el punto de San Diego. El mercado de las prenda moteras va creciendo. FOTO EDWIN BUSTAMANTE

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