FERNANDA PINEDA, LA PRODUCTORA
En la sesión de preguntas, posterior a la proyección del documental, Fernanda Pineda fue vehemente: pidió detener la matanza de jóvenes en el Chocó. El primer eslabón de la violencia es la falta de oportunidades, de caminos abiertos para la educación, el empleo, la vida digna. Pineda fue la encargada de hacer posible el documental: en los créditos comparte con Hanz Rippe el cargo de dirección.
¿Cómo surgió el proyecto?
“El proyecto surgió porque Páramo Films, nuestra productora, lleva mucho tiempo trabajando de la mano de cooperación internacional, de ayuda humanitaria en distintos territorios y en uno de esos procesos conocimos a los Black Boys y quedamos impresionados, no solamente por el talento, sino por esta fuerza que tienen ellos. Ellos están remando en un río demasiado revuelto y siguen remando y cada vez tienen más fuerza y tienen más eco. Ellos están construyendo país en un barrio donde las posibilidades son muy pocas, donde la delincuencia, la cárcel o el cementerio son las opciones que se empiezan a vislumbrar casi desde los 13, 14, 15 años”.
¿Cuánto duró todo el proceso?
“El proceso duró un año, más o menos. USAID creyó en este proyecto y nos apoyó con los recursos para construirlo. Luego, apenas se acabó la pandemia, agarramos camino, nos vinimos con un equipo muy pequeño y estuvimos aquí en territorio aproximadamente ocho días. Habíamos hecho una buena preproducción, habíamos hecho un trabajo telefónico. Y luego, desde ese momento hasta marzo de este año, estuvimos haciendo todo el proceso de color, de mezcla de sonido”.
En la parte final hay una lista de nombres, ¿durante qué período fueron asesinados?
“Estos nombres fueron recogidos desde 2021, desde que inició la producción, hasta el 2022. Un año largo. Ayer que llegamos nos dimos cuenta que teníamos que meter más y no los logramos meter. Y es abrumador. Esa pantalla se va a seguir llenando. Y eso es lo que queremos visibilizar: esos nombres, esas vidas. Y, sobre todo, cómo no se detiene. No vemos una salida, no vemos un titular sobre esta situación. Los jóvenes en Quibdó se están muriendo casi a diario y nadie dice nada y no pasa nada”.