Desmontan muro, pero el riesgo sigue en Atavanza
En el POT de 2014 la zona donde está la unidad no figuraba con calificación de riesgo, según detalla un informe técnico de Dagrd. Conozca los detalles.
Al mismo tiempo que la Alcaldía de Medellín reportó el pasado sábado el inicio de los trabajos de demolición del muro que tiene en riesgo a miles de habitantes de la urbanización Atavanza (barrio Rodeo Alto), por cuenta de un deslizamiento de tierra ocurrido durante la madrugada del pasado miércoles, EL COLOMBIANO conoció detalles del informe técnico del Dagrd con la descripción del escenario de riesgo y las recomendaciones para superar la emergencia.
Según explicaron habitantes del sector, luego de una serie de pruebas realizadas durante la jornada del viernes, la constructora Covin inició el desmonte progresivo de esa estructura. A causa del riesgo de un colapso, esta tarea es clave para que pueda removerse el material que obstruye hace seis días la calle 9 A sur, punto de paso obligado para más de 10.000 habitantes del suroccidente de la ciudad.
El Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Medellín (Dagrd) señaló que con el inicio de esos trabajos logró habilitarse un paso parcial y controlado para la circulación de motos por la vía. Sin embargo, se mantiene la recomendación de hacerlo con precaución.
Gloria Castañeda, presidenta del Consejo de Administración de Atavanza, precisó que dicho paso fue habilitado luego del retiro parcial de los escombros que obstruían un andén ubicado al frente del derrumbe, pero la calle sigue bloqueada. “La calle sigue totalmente cerrada. Solamente terminaron de abrir el andén, porque solo había medio”, señaló Castañeda y agregó que los habitantes aún no conocen el cronograma de los trabajos ni cuándo podría restablecerse la movilidad.
Para evitar que la ladera se
siga derrumbando, el Dagrd informó que fueron instaladas barreras viales o maletines de obra con las que se busca mejorar la estabilidad de la zona. Proyectando anticiparse a la caída de más lluvias, se instaló un tubo para evacuar el agua y evitar que la montaña siga desmoronándose, agregó el organismo de gestión del riesgo.
Cabe recordar que la más reciente emergencia se produjo durante la madrugada del pasado miércoles 29 de junio, obligando a la evacuación parcial de varias torres por el temor de un problema estructural. Aunque los habitantes pudieron regresar a sus viviendas y los diagnósticos oficiales apuntan a que los edificios no tienen su estabilidad comprometida, los vecinos han alzado su voz de protesta ante la falta de acciones para instalar un sistema de anclaje necesario para una solución de fondo a la contingencia.
El informe técnico
De acuerdo con el informe técnico del Dagrd, en Atavan
za se presenta una amenaza del 3.79, una vulnerabilidad de 4 y un riesgo de 15.16, valores que son fruto de una medición basada en análisis multicriterio teniendo en cuenta la experiencia y el conocimiento de los profesionales del organismo y del Área Metropolitana, encargados del estudio.
Entre las posibles causas del movimiento en masa señaladas en el informe están las altas precipitaciones, el aumento de la presión en el terreno, la baja capacidad del suelo de fundación y las características topográficas y geológicas, a sí como deficiencias constructivas y el desconfinamiento de la ladera.
Un aspecto importante es
que, según el POT (Plan de Ordenamiento Territorial) de 2014, el complejo habitacional no esta ubicado en una zona con condiciones de riesgo, su amenaza por ocurrencia de movimiento en masa era baja y no está en una zona de retiro de quebrada.
El informe técnico cita el informe 94970, el cual detectó una pérdida de verticalidad en la zona donde se adelanta el muro de contención, con inclinación hacia el sendero peatonal, “causando posiblemente la reducción de la funcionalidad de la obra”.
El documento advierte la falta de una cobertura vegetal que amortigüe la erosión por lluvias. Las zonas de impacto más notables son el salón social y la piscina, con deterioro de las estructuras y pérdida de la funcionalidad, además del deterioro de la malla vial de la calle 9A sur, la que se recomienda mantener cerrada por el momento.
Las secretarías de Movilidad y de Infraestructura deben participar en las soluciones