¿Cómo empezar?
Este es un muy buen momento para empezar a ahorrar siendo joven. El sistema financiero colombiano cada vez es más consciente de que es necesario crear productos a su medida y hoy la mayoría de las instituciones financieras tiene un producto especialmente diseñado para menores de treinta años.
Algunos productos, como las cuentas de ahorro joven que ofrecen bancos como Bogotá, Caja Social, BBVA, Bancolombia, Davivienda, Itaú o Colpatria, son soluciones muy parecidas a las cuentas tradicionales. Las principales diferencias están en que las cuotas de manejo son más económicas que en las cuentas de ahorro dirigidas al público adulto, algunas incluso están exentas de costos de retiro en cajeros electrónicos y los montos mínimos de apertura son muy bajos o, incluso, inexistentes.
Otras entidades, como Bancolombia, han creado productos digitales como Nequi, claramente dirigidas a públicos jóvenes, con la posibilidad de manejar todo el dinero desde el celular, crear objetivos de ahorro y simplificar los retiros de dinero y los pagos que hacen, de servicios, o incluso a sus propios amigos.
Ahora bien, la mayoría de estos productos son convenientes entendiendo el ahorro solo como acumulación de dinero (porque la rentabilidad de estos es prácticamente inexistente). Sin embargo, en el mercado existen productos como los Fondos de Inversión Colectiva o Fondos de Pensiones Voluntarias a los que pueden acceder los jóvenes mayores de 18 años fácilmente, y que no solo podrían brindarles las mismas facilidades de acceso y ahorro de su dinero, sino también posibilidades de inversión. Para escogerlos y utilizarlos, la primera y mejor inversión que se puede hacer siendo joven siempre será la educación financiera.