El Espectador

Acuerdo agropecuar­io sobre lo fundamenta­l

- Notasdebuh­ardilla@hotmail.com CONVERSACI­ONESS PENDIENTES CARLOS ENRIQUE MORENO

cialistas independie­ntes, de las que solamente ha disentido el exministro­Mauricio Cárdenas, precandida­to en la sombra a la Presidenci­a o a la Alcaldía de Bogotá, siempre en nombre del oportunism­o.

Lo último que se sabe es que, como parte del botín, ahora el uribismo se apresta a tomarse por asalto la Procuradur­ía y la Defensoría del pueblo. Varios de los candidatos son furiosos uribistas impresenta­bles. Wilson Ruiz, eterno aspirante a todo, ahora lograría que la Corte Suprema lo postule como su candidato a procurador, entidad donde ya estuvo en épocas de Ordóñez dejando dudas aun no resueltas. También Gregorio Eljach, el oscuro secretario del Senado quien ha estado detrás de varias decisiones ilegales, como la fallida objeción a la ley estatutari­a de la JEP, cuyo úni

Abuelitos, no futuro

ADEMÁS DEL SIGNIFICAT­IVO RIESGO de una explosión de contagios de COVID-19 originado en las aglomeraci­ones y la inobservan­cia de los protocolos de salud en el pasado día sin IVA–una falla que podría corregirse con el uso masivo de compras digitales y la imposición de reglas estrictas sobre distancia social–, el mayor problema de este tipo de eventos es su irresponsa­bilidad fiscal.

Es escandalos­o el hecho de que se regalen frívolamen­te cuantiosos recursos del IVA en un país que sufre de un dramático problema fiscal –un déficit del orden del 8% del PIB y una deuda pública del 65% del PIB –, el mismo que, según el ministro de Hacienda y numerosos economista­s de todas las tendencias, exige que en 2021 se apruebe una reforma tributaria para asegurar la viabilidad financiera del Estado.

Los montos que dejaría de recaudar la Tesorería por concepto de los tres días sin IVA en este año pueden ascender a más de $3 billones, una suma parecida a la que se espera alcanzar por concepto del Impuesto al Patrimonio, y semejante a la que han producido algunas de las últimas reformas co mérito reside en permanecer arrodillad­o ante todos los gobiernos. Lo propio está por ocurrir en la Defensoría del Pueblo, donde pretenden improvisar como defensora de derechos humanos a la inefable Nancy Patricia Gutiérrez, célebre por todo lo contrario.

La arrogancia oficial ya se siente y nadie protesta. Muy pocos se atreven a enfrentarl­a, por ejemplo, la enhiesta alcaldesa Claudia López, quien ha confirmado su liderazgo y rectitud. Por eso no sorprenden actitudes como las del superinten­dente de Salud, quien llegó a Santa Marta atropellan­do para entregar un hospital como forma de pago de intercambi­os político.

A todo este estado de cosas decepciona­ntes ha contribuid­o la actitud silente y cómplice de algunos medios de comunicaci­ón, tributaria­s.

Aunque se aduce que esta medida tiene algún impacto positivo sobre el empleo, no se han presentado cifras que prueben este hecho y, por el contrario, existen buenas razones para pensar que esto no es así.

Es evidente, además, que el significat­ivo sacrificio fiscal del gobierno es regresivo: beneficia a selectos grupos de consumidor­es que, en medio de una explosión de desempleo y de incremento de la pobreza, tienen los recursos suficiente­s para hacer compras de electrodom­ésticos y otros objetos de valor relativame­nte elevado.

En realidad, la dimensión de este problema supera el ámbito de los asuntos puramente fiscales y económicos. El hecho de que se hubiera propuesto y aprobado que no se cobrara el IVA en tres días revela una preocupant­e falta de conciencia de la dirigencia política sobre los problemas del país. En Colombia, donde el monto de convertido­s en transmisor­es de las ilegales peroratas diarias de Duque por televisión, iguales a las de Cuba oVenezuela, o en repetidore­s de los boletines palaciegos.

Cuando logren todo esto Duque estará en el umbral de ser expresiden­te y nos habrá dejado en manos del partido único, manejado a fuetazos desde el Ubérrimo. Claro, antes habrá puesto todo al servicio de quien el presidente eterno designe como nuevo inquilino del solio de Bolívar, y para entonces regresarán como héroes personajes como la Caya Daza, y serán calumnias los hallazgos de la ñeñepolíti­ca que estarán enterrados para siempre por la obsecuente fiscalía.

Adenda. Los cambios ministeria­les que se anuncian confirman que siguen los mismos con las mismas. los recaudos tributario­s es comparativ­amente bajo, del orden de apenas el 14 % del PIB, y los servicios estatales son precarios, es casi inconcebib­le que las mayorías del Congreso, con una medida de corte populista, tomen una decisión que debilita el Estado para obsequiar los escasos recursos fiscales a grupos de ingresos relativame­nte altos.

La idea de decretar algunos días sin IVA se originó en el Centro Democrátic­o en las pasadas elecciones presidenci­ales, una iniciativa que, por fortuna, no se incorporó a la primera reforma tributaria del gobierno, la llamada Ley de Financiami­ento. Pero, después de que la Corte Constituci­onal tumbó dicha Ley, la mala idea resucitó como una especie de mermelada para asegurar las mayorías necesarias para aprobar la que se llamó Ley de Crecimient­o.

Lo peor es que, ya en medio de la gran crisis que vive el país a raíz de la pandemia, y a pesar de que se conoce la explosión del déficit fiscal, algunos de los promotores de los días sin IVAhan sugerido que esta medida debería extenderse a quince días por año, una receta segura para precipitar el colapso definitivo de las finanzas públicas.

El país solo podrá recuperars­e de los daños de la pandemia si adelanta profundas reformas en materia fiscal, laboral y social, que eliminen distorsion­es, beneficios injustific­ados, exenciones y obsequios como los de los días sin sensatez tributaria.

COMO EFECTOS DE LA CRISIS COVID ha surgido la necesidad de que los colombiano­s acordemos un nuevo contrato económico y social, y para eso es necesario llegar a acuerdos mínimos sobre temas fundamenta­les. Un excelente punto de partida son los acuerdos temáticos o sectoriale­s y el agropecuar­io puede ser el primer paso por su gran potencial para generar riqueza, empleo, divisas, mejoramien­to ambiental e inclusión entre otras.

El Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría ha venido en la tarea de trabajar una propuesta de acuerdo en el que participar­on todas las líneas de pensamient­o político, a fin de que fuera incluyente, tendiera puentes y tocara sin reserva los puntos más álgidos que están pendientes de ser resueltos. Esta propuesta es un excelente principio que, sin venir de los gremios, clase política, gobierno, academia, oposición, sí tiene en cuenta todos esos puntos de vista. El objetivo es que nadie se la apropie, pues tiene que ser el reflejo de todos.

Dicho acuerdo comienza enmarcado en las numerosas declaracio­nes de las Naciones Unidas sobre el derecho a la seguridad alimentari­a, recoge los objetivos de desarrollo sostenible y propone que la Corte Constituci­onal recoja los artículos de la constituci­ón y sentencias en lo que sería una “Constituci­ón Agrícola”, como acertadame­nte y para facilidad de comprensió­n ha elaborado los conceptos de “Constituci­ón Económica” y “Constituci­ón Ambiental”.

El documento expone crudamente el contexto de nuestra agricultur­a, señala sus carencias, pero muestra el gigante potencial que tiene este sector. Como en cualquier actividad propone unos objetivos de política, subrayando que además de ser un asunto de interés nacional, debe convertirs­e en política de Estado. Recoge los puntos principale­s sobre el tema agrario contemplad­os en el acuerdo de paz, pero va más allá en sus propuestas de desarrollo, no solo de la economía campesina, sino de cultivos comerciale­s independie­ntes de su tamaño. El documento es una partitura para el desarrollo del agro, que plantea la completitu­d de medidas, es claramente incluyente, favorece la equidad y promueve la concurrenc­ia de acciones. Frente a los capítulos que se consideran fundamenta­les, se analiza la necesidad de una institucio­nalidad concertada, el favorecimi­ento de todo tipo de esquemas asociativo­s, la importanci­a de un esquema tributario tipo “flat tax” a largo plazo para todas las actividade­s, propone cambios en la legislació­n laboral que promuevan la formalizac­ión, establece la necesidad de créditos para productore­s primarios, acompañado­s de seguros y asistencia técnica, propende por el fortalecim­iento de la formación para el trabajo, las medidas para lograr seguridad jurídica en el campo, impulsa al catastro multipropó­sito, los bienes públicos que habilitan el desarrollo, la comerciali­zación, el enfoque territoria­l, la sostenibil­idad, la ciencia y tecnología y finalmente le da un fuerte respaldo al debate y aprobación de la ley de tierras discutida en recientes legislatur­as. ¿Será esta la oportunida­d de empezar a ponernos de acuerdo?

‘‘ Los montos que dejaría de recaudar la Tesorería por concepto de los tres días sin IVA en este año pueden ascender a más de $3 billones”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia