¡El basta ya de China a EE. UU.!
En su discurso en la 75ª Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de China, Xi Jinping, defendió el multilateralismo y rechazó la posibilidad de una nueva guerra fría, una respuesta clara y directa a Estados Unidos que, una vez más, responsabilizó a China por la propagación del COVID-19 en el mundo.
Al referirse a la pandemia, el mandatario chino reiteró “que el virus será derrotado, la humanidad va a salir victoriosa de esa batalla”. Xi Jiping instó al mundo a que no politice ese tema y destacó la necesidad de conceder un papel fundamental a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha sido atacada reiteradamente por el presidente Trump.
En un tono de solidaridad y cooperación, informó que las vacunas chinas están en la etapa final de las pruebas y que tan pronto estén listas, China va a disponerlas como bien público para los países en desarrollo. Reiteró que China se compromete en garantizar US$2 billones en ayuda internacional para la cooperación mundial en agricultura, disminución de la pobreza, cambio climático y ayudas a otros países para que recuperen sus economías después de la pandemia.
El punto central de su discurso fue cuando recordó que el COVID-19 no será la última crisis que la humanidad deberá afrontar. Enfatizó en “la necesidad de trabajar juntos”, pues el COVID-19 nos ha recordado que “el mundo está interconectado”. “Dividimos y compartimos un futuro común”. Debemos estimular el multilateralismo, no el proteccionismo”.
En este sentido, destacó la necesidad de “reemplazar el conflicto por diálogo”, la coerción por las consultas y la suma cero con un enfoque win-win -todos ganan -, y añadió que “para poner en práctica el principio de multilateralismo se debe actuar, no solo hablar”.
Enfatizó que “China no tiene intención de trabar una guerra fría o caliente con ningún país”, “seguiremos disminuyendo nuestras diferencias y solucionando disputas con otros por medio del diálogo y de la negociación”.
El presidente Xi Jinping demostró estar en otro margen del discurso confrontacionista del presidente Trump, a pesar de la guerra comercial y de las crecientes tensiones entre Pekín y la Casa Blanca.
En pocas palabras, el presidente de China, en un tono diplomático y conciliador, hizo un llamado a Estados Unidos para que se comporte a la altura de su grandeza, como una gran potencia. ¡Ya era tiempo!
Como bien expresó el embajador de China, Zhang Jun, al dirigirse a Kelly Craft, su homóloga norteamericana: ¡Basta! “Ya causaron demasiados males a la humanidad”.