Sobre un editorial y la sentencia de la Corte Suprema de Justicia
El editorial ya tomó partido a favor de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), sus argumentos parecen más orientados a desacreditar la respuesta del Gobierno que a un análisis profundo de la sentencia de la CSJ.
En mi opinión, la CSJ no puede generalizar el comportamiento de la Policía por la actuación de unos pocos de ellos y someter al Gobierno a la humillación y a sus órdenes de lo que debe hacer con la Policía. Es como sentenciar que el problema es la institución. Hay que individualizar. La mayoría de la protestas son pacíficas, pero no podemos negar el vandalismo y caos que generan unos cuantos marchantes, que atacan policías, los provocan, destruyen establecimientos tanto públicos como privados, generan miedo y zozobra en la comunidad afectando el orden público. Esa policía intenta mediante sus protocolos establecer orden y disuadir a quienes vandalizan. ¿Dónde está el Congreso? Los parlamentarios son los que deben promover un debate para definir qué deberían hacer. Si hacemos analogías, la mayoría de la instituciones en diferentes gobiernos, incluida la CSJ con su escándalo del llamado cartel de la toga, tuvieron a funcionarios que actuaron con conductas delictivas y apartados de las normas de gobernanza que ellas mismas tienen. No los he visto pidiendo perdón o reformando su institución. La sentencia puede estar excediendo funciones de la CSJ, puesto que no menciona el deber constitucional que tiene la Fuerza Pública, por eso es importante que la Corte Constitucional haga la revisión.
Álvaro González.