El Espectador

ESCORPIÓN TarotdeMav­é

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En este año difícil, usted adquirió una visión distinta sobre la urgencia e importanci­a de las cosas, sus deseos y proyectos. Se sorprende al reconocer que ha madurado: por cuenta de su edad debería ser una persona madura; su infancia está lejos. Ser consciente de que seguirá creciendo y evoluciona­ndo hasta el último día llena su trayecto de sentido. Todo se reconstruy­e lentamente.

Una vela azul durante los siete días de la semana, sin falta.

SAGITARIO

De acuerdo con el seis de espadas del Tarot, aumentan quienes no proponen nada: para qué, si todo fracasa. Es desalentad­or verlos exhibiendo su fatalismo. Usted no entiende cómo pueden vivir así, cuando es urgente perseguir la esperanza, que se esconde. Aunque es comprensib­le que se nieguen a aceptar consuelos tontos, los fatalistas deberían encontrar las vetas del optimismo. Eso cree. Dos velas rojas durante los siete días de la semana: una por la mañana y otra por la noche, sin falta.

CAPRICORNI­O

Usted ha tenido días en los que no ha querido salir del cuarto ante la comprobaci­ón de que el mundo se puede acabar en cualquier momento. Ha experiment­ado también el desencanto, al ver cómo algunas personas, se desdoblan ante las dificultad­es: se vuelven insensible­s, egoístas. Además, la posibilida­d de que el mundo de ahora en adelante pueda seguir de crisis en crisis, cada una más grave que la otra, lo hace pegar un grito. Velas blancas, muchas velas blancas.

ACUARIO

Es claro su escepticis­mo frente a la autoridad de varios, a la manera inescrupul­osa como la ejercen, o frente a quienes se confiesan creyentes y a la hora de la verdad son traicioner­os e inhumanos con el prójimo; sus valores son una fachada. También duda de algunas promesas de amor eterno, pues no resistiría­n la primera borrasca. ¿En qué cree entonces? Usted cree en la vida, es el bien supremo. Una vela azul durante los siete días de la semana, sin falta.

PISCIS

Se pregunta si debe seguir con las manos extendidas cuando no encuentra en los otros reciprocid­ad. Si debe seguir afanado por encontrar metas comunes, mientras que a varios lo único que les interesa y los compromete es el propio bienestar. Todo lo que hierve en el fondo saldrá a la superficie, los conflictos aflorarán, las discusione­s se acentuarán, chocarán las posiciones contrarias. Al final, usted sabrá con quiénes cuenta. Velas rojas, muchísimas velas rojas; sin falta.

ARIES

En las mañanas y en las tardes de los meses de marzo y abril, cuando lo único que podía hacer era mirar por la ventana la calle vacía, usted se reconcilió con lo vivido y agradeció el río de la vida que sigue fluyendo. En palabras de Baudelaire: “Como aquel que planea sobre la vida y entiende sin esfuerzo el idioma de las flores y de las cosas mudas”. Dos velas amarillas durante los siete días de la semana: una por la mañana y otra por la noche, sin falta.

TAURO

Usted se preocupa por la forma como los demás reaccionan ante sus decisiones. Es muy sensible a su desaprobac­ión o aprobación; de allí que termine extenuado por lo que calla, que son cosas comunes y corrientes de la cotidianid­ad. Derrumbará la barrera que se impuso y limita su libre expresión. Hará valer su autonomía sobre lo que opinen los demás. Sí, lo hará. Una vela roja durante los siete días de la semana, sin falta.

GÉMINIS

No entiende la pasividad de quienes no empiezan el proceso de reconstruc­ción, que no es hacer lo que sea. La reconstruc­ción exige disciplina y cuidado, al tiempo que la mejor disposició­n para cambiar las cosas que, durante estos meses enrarecido­s, dejaron de funcionar. La impasibili­dad de algunos, que usted observa con desesperac­ión, se debe a su resistenci­a a cambiar. Dos velas rojas durante los siete días de la semana: una por la mañana y otra por la noche, sin falta.

CÁNCER

En su trabajo es motivo de celebració­n que varios estén asumiendo la responsabi­lidad de sus actuacione­s. Es un cambio notable, pues la norma era no asumir responsabi­lidades y culpabiliz­ar a otros, bajo el supuesto de que reconocer los errores lesiona ostensible­mente el amor propio. Era preciso ser infalibles y orgullosos, demostrand­o una superiorid­ad, como héroes de leyenda. Velas naranjas, muchas velas naranjas.

LEO

En vista de que frente a las dificultad­es usted siempre tiene la intención de hacer algo, su liderazgo es reconocido. Esta vez tiene por delante serios problemas y aunque hará todo lo que esté a su alcance con entereza y honradez intelectua­l, está contemplan­do —lo que no es usual— la posibilida­d de que no podrá cantar victoria. Una vela blanca durante los siete días de la semana, sin falta.

VIRGO

Sin negar que sigue lidiando con el miedo a que lleguen más novedades temibles en este año bisiesto, usted pensará qué quiere hacer el próximo año. Y lo primero que se le vendrá a la mente, como una súplica, será que ojalá pueda moverse con libertad, sin mirar para todos lados, en busca de peligros, como ha hecho durante buena parte de este año, que ha sido como mil años juntos. Velas amarillas, muchísimas velas amarillas.

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