Cimarrón le dedica a su fundador un canto y una postal
La agrupación, una de las más reconocidas en la interpretación del joropo en el ámbito internacional, le rinde tributo al músico Carlos “Cuco” Rojas a través de una pieza audiovisual grabada en escenarios naturales bañados por el río Meta.
Cimarrón es el embajador del Llano colombiano. Es la manifestación del joropo en su versión esencial, pero también es la innovación en la música. Es la prueba de que esa sabana inmensa, verde y ganadera tiene un sonido propio, bien distinto a las canciones con arpa diseñadas para conquistar los oídos de los incautos.
Y aunque la expresión “Cimarrón” poco tiene que ver con una definición de esta índole, pues en lenguaje llanero traduce toro salvaje o res que no ha sido domesticada, la propuesta artística de esta agrupación es la evidencia de que los aires de los Llanos Orientales en Colombia tienen los decibeles suficientes para emprender la conquista del mundo.
La muy aplaudida participación de Cimarrón en la feria itinerante de Womex hace unos años, su nominación a los Premios Grammy americanos en la categoría de Mejor álbum en la denominada Música del mundo con su disco Sí soy llanero, así como sus intervenciones en eventos culturales en los cinco continentes, demuestran que la agrupación fundada por el arpista Carlos Cuco Rojas, quien murió en enero de 2020, y la cantante Ana Veydó es una de las exponentes de mayor reconocimiento de los estilos sonoros arropados por las vertientes del río Orinoco.
Cimarrón nació como un laboratorio de investigación a mediados de la década del 80. Su objeto de estudio siempre ha sido la música de los Llanos Orientales, que desdibujan aún más las fronteras existentes entre Colombia y Venezuela, y por eso durante esa primera etapa el grupo publicó un disco en compañía del compositor y cantante Javier Manchego. A partir de 2000, con la llegada de la vocalista Ana Veydó, algunos intereses del colectivo se modificaron, pero se mantuvo intacta la raíz.
Hoy, la agrupación Cimarrón le rinde un homenaje a su fundador, el compositor, productor y arpista Carlos Cuco Rojas, y lo hace estampando para la posteridad una rúbrica que tiene tanto de visual como de auditivo. Los integrantes del colectivo, bailarines y músicos por igual, se tomaron la sabana llanera, así como la orilla del imponente río Meta, para lograr un registro en el que la naturaleza fue su testigo más oportuno.
“Esta pieza que entregamos es una hazaña desde lo visual y lo sonoro. Nos fuimos a cantar sobre el río Meta y desde allá tocamos en vivo, rodeados por la riqueza natural del Llano en invierno: los cuerpos de agua, el viento, el cantar de las aves, todo lo que rodea la cotidianidad del grupo Cimarrón quedó allí plasmado”, relató Ana Veydó, quien dice que este concierto fue la segunda parte de un tributo a Carlos Cuco Rojas, que empezó con una gira de 15 conciertos por el Reino Unido junto a la arpista galesa Catrin Finch.
Rojas siempre conjugó los verbos en futuro y cada vez que tenía la oportunidad hablaba de lo que vendría para el grupo sin hacer tanta referencia a lo ya conseguido. Sus compañeros en gestas musicales, hoy liderados por Ana Veydó, entendieron la instrucción y por eso siguen trabajando, componiendo y girando para que el acelere de la cotidianidad no diluya la tonada de este grupo Cimarrón, embajador del Llano colombiano