Miguel Sarmiento y el arte de emprender
A través de la empresa La Roulette, de la que es socio, diseñó un kit llamado “ArtBox”, con el que invita a la gente a desarrollar la creatividad en casa durante esta época de pandemia.
¿A qué se dedicaba antes de emprender con La Roulette? ¿Qué estudió?
Antes de emprender era el coordinador del departamento de diseño en una empresa de publicidad, allí empecé ejerciendo mi profesión como diseñador industrial hasta llegar a coordinar el departamento.
¿Qué es La Roulette?
La Roulette es un emprendimiento que se dedica a hacer experiencias. Iniciamos haciendo experiencias de celebración en casa para mayores de edad -porque incluyen licor-, luego aumentamos el portafolio haciendo experiencias para empresas, como activaciones de marca. Ahora, y continuando bajo esa línea, creamos la experiencia de sesión de pintura en vivo, que después debimos convertirla en producto.
¿Qué tipo de experiencias ofrecen a sus clientes en sus casas antes de la pandemia?
Ofrecíamos celebraciones al estilo fiesta, las cuales incluyen DJ, barra de licores con bartender, juegos que involucran licor, junto con otros pequeños servicios adicionales, como fotografía profesional. También íbamos a las casas de las personas y salones para brindarles sesiones de historia de licores, con la posibilidad de preparar su propia infusión con diferentes frutos y condimentos. Todo esto siempre acompañado de nuestro toque de diversión característico.
¿De qué manera los afectó la pandemia y cómo decidieron seguir adelante sin dejar su proyecto de lado?
El no poder hacer reuniones en casa y tampoco experiencias presenciales para marcas debido al virus nos afectó demasiado, como se pueden imaginar. Para ese entonces estábamos próximos a lanzar una experiencia artística presencial, en la que cada persona pintaría su propia obra en un lienzo, mientras se tomaba un coctel y socializaba con sus amigos o diferentes invitados a la sesión. Decidimos convertir esa experiencia en vivo en un producto para que las personas no salgan de casa para explorar su creatividad, y fue así como creamos ArtBox. Sin embargo, no queremos quedarnos en ArtBox en cuanto a experiencia artística, sino definitivamente hacerla presencial.
¿De dónde surgió la idea de crear una caja de arte para no artistas?
Surgió de convertir una experiencia en vivo de un producto. Pero vale la pena resaltar aquí que nos encanta que de nuestras experiencias puedan disfrutar la mayor cantidad de personas y por esto decidimos buscar la manera de que muchos individuos puedan disfrutar de ella. Para lograr esto enviamos nuestros kits de pintura con un prediseño de manera que quien reciba el producto pueda alcanzar excelentes resultados, pues las proporciones de la imagen a pintar ya están marcadas en el recuadro de madera. Solo es cuestión de dejar volar la creatividad y agregarle un toque personal al dibujo.
¿Cómo definen los diseños que son parte de su portafolio?
Procuramos escuchar mucho a nuestros clientes, por este motivo constantemente hacemos sondeos a través de diferentes medios indagando cuáles nuevos conceptos o ideas creen que son llamativas. Para lograr esto nos apoyamos de redes sociales y comunicación por mensajería instantánea sin dejar de lado una que otra llamada a nuestros clientes fieles.
¿Cuál es su público objetivo?
Hombres y, sobre todo, mujeres entre los 18 y 37 años que tengan curiosidad por explorar su creatividad y que a la misma vez quieran romper con la rutina y la monotonía del día a día.
¿Cuáles son sus expectativas a mediano y largo plazo con este emprendimiento?
En el mediano y largo plazo buscamos ser conocidos por experiencias de todo tipo, y no solo como una empresa que entrega un producto. Para llegar allá es necesario ir ampliando nuestro portafolio de productos y servicios, lo que es precisamente en lo que estamos trabajando en este momento, teniendo en cuenta las restricciones por las que actualmente pasamos por el COVID-19. Esto también implica abarcar más territorio dentro del cual no se descarta introducir nuestro portafolio a países vecinos, siempre teniendo en cuenta que es algo que se va construyendo con el tiempo.