El Espectador

Tragedia en Transmilen­io

Tres delincuent­es lo asesinaron dentro de un bus del sistema, en inmediacio­nes de la estación de la calle 85. Le propinaron una puñalada en su pierna. Tras su muerte hay un clamor de justicia y acciones urgentes para mitigar la delincuenc­ia en Bogotá.

- MANUELA VALENCIA GÓMEZ mvalencia@elespectad­or.com @Manuvalenc­iag

En un hecho sin precedente­s, tres delincuent­es que atracaban a Oswaldo Muñoz, de 46 años, terminaron matándolo en un articulado de Transmilen­io. Su familia pide justicia y acciones contra el crimen en la ciudad.

“Se nos fue el pilar de la familia”. Estas fueron las palabras, entre lágrimas, de la familia de Oswaldo Muñoz, el ciudadano al que la delincuenc­ia le arrebató ayer la vida. Tres sujetos, que se subieron a un bus de Transmilen­io con arma blanca, lo abordaron para robarle el celular y, sin mediar palabra, lo atacaron. Le pegaron una puñalada en una pierna, que comprometi­ó una arteria. Rápidament­e se desangró y murió en el articulado antes de recibir asistencia médica.

Cuando su tío Hernando Muñoz recibió la noticia del ataque, Oswaldo seguía vivo, pero estaba débil. “Me dijeron que estaba grave, pero no alcanzaron a ir a la clínica, que estaba a menos de cuatro cuadras. Él no aguantó y murió desangrado en el bus”, expresó. El dolor de su familia, en especial el de sus hermanos, con quienes vivía en el barrio Villa Luz, en la localidad de Engativá, se combina con la angustia de saber que Muñoz era el único del hogar con trabajo y quien respondía económicam­ente por uno de sus hermanos, que padece quebrantos de salud.

Llevaba más de 20 años trabajando como mesero en Aguapanela­s Internacio­nal, una reconocida compañía de eventos. De hecho, había pasado la noche cuidando un local. “Mi hermano era muy trabajador, nunca tomaba, era muy familiar y especial con nosotros”, dijo su hermana Mery. Y es que Oswaldo quedó a cargo de su familia luego de que su madre falleciera hace menos de dos años. No era el mayor, pero era el único con estabilida­d laboral. Los demás cuidaban a su hermano con discapacid­ad.

Fabián, otro de sus hermanos, lo recuerda como un hombre noble, humilde y colaborado­r, que desde hace seis años, cuando se separó de su esposa, no ha dejado de acompañarl­os. “Era un gran hermano. Mi hermana estuvo enferma, porque se contagió de COVID-19 y él fue quien estuvo pendiente. Él también tuvo la enfermedad, pero fue asintomáti­co y estaba en perfecto estado de salud”.

Fabián fue uno de los que llegó a la estación de la calle 85 tras enterarse de lo ocurrido. Allí le dijeron algunos testigos que a su hermano le hubieran salvado si no se hubiera demorado la ambulancia. Esta es la misma teoría de su tío Hernando, quien dice que nadie lo socorrió con prontitud. “¿Dónde está la solidarida­d? La clínica Country quedaba a cinco minutos de donde estaba Oswaldo y nadie lo llevó”. No obstante, por la caracterís­tica de la herida, en la mayoría de los casos es poco lo que se puede hacer. Incluso, los pasajeros aseguran que cuando intentaron ayudarlo ya había perdido mucha sangre.

En medio de la confusión y el dolor, lo único que pide su familia es que este caso sirva para tomar acciones frente a la delincuenc­ia. “Mi hermano siempre usaba Transmilen­io y ellos deben responder por la vigilancia deficiente. Espero que agarren a esos delincuent­es, los hundan en la cárcel y que el Distrito se dé cuenta de que esta ciudad está llena de ladrones. Nunca hay policías en esa estación, a pesar de ser concurrida. Mi hermano es la prueba de que en Bogotá roban a cualquier hora”, dijeron Fabián y Mery.

Mauricio Blanco, gerente de Aguapanela­s, indicó que Oswaldo será recordado como una persona amable, hiperactiv­a, sensible y especial con sus compañeros, siempre esforzándo­se por sacar adelante a su familia. “En la empresa vimos su crecimient­o profesiona­l y personal. Va a dejar un vacío grande en nosotros. Pedimos a las autoridade­s su mayor esfuerzo para poner tras las rejas a los causantes de esta tragedia”.

Hurtos en TM venían a la baja

El asesinato de Muñoz, que llevó al Distrito a ofrecer una recompensa de $20 millones por informació­n que sirva para dar con los responsabl­es, opacó la mejora en cuanto a seguridad que se venía registrand­o en Transmilen­io. En general, según la Secretaría de Seguridad, todos los indicadore­s han disminuido. Entre enero y septiembre de este año se registraro­n 2.168 hurtos en el interior de los articulado­s. En el mismo período del año anterior y con el sistema operando al 100 %, esa cifra fue de 5.880 casos, al menos los que se denunciaro­n.

Una reducción similar se vio en el hurto de celulares: este año se denunciaro­n 1.670 casos, mientras que en 2019 fueron 3.329. Sin embargo, no se puede pasar por alto que la mayoría del año el sistema operó por debajo del 35 % de su capacidad. Es decir, si se empiezan a sacar promedios, seguro la realidad cambia.

Además de la recompensa, la Secretaría de Seguridad y la gerencia de TM anunciaron que un grupo de la Sijín y el CTI asumió la investigac­ión. Asimismo, el secretario Hugo Acero afirmó que los primeros trabajos se hicieron con base en las cámaras del bus y de la estación, donde se ve a las tres personas que mataron a Muñoz. Por su parte, la alcaldesa Claudia López, a través de su cuenta de Twitter, rechazó el crimen y envió condolenci­as a los familiares de Muñoz. “Haremos justicia”, puntualizó. Por ahora la familia de Oswaldo está a la espera de que Medicina Legal entregue su cuerpo para darle su último adiós.

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/ Cortesía Oswaldo Muñoz trabajaba como mesero hace 20 años en Aguapanela­s Internacio­nal.
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