“Las fronteras no se abrirán el 1° de noviembre”
De acuerdo con Lucas Gómez, el Gobierno sigue preparándose en términos de bioseguridad en zonas fronterizas y en la integración socioeconómica de los venezolanos en medio del fenómeno de retorno.
Es posible que antes de que acabe el año Colombia tenga el mayor número de habitantes venezolanos en su territorio desde que comenzó la crisis humanitaria en el vecino país. Desde el 14 de marzo, día en que se anunció el cierre fronterizo en medio de la contingencia por la pandemia del coronavirus, hasta el 1° de septiembre más de 100 mil venezolanos regresaron a su país. Hoy, aun con las fronteras cerradas, miles intentan volver a Colombia en medio de las dinámicas de reactivación económica y luego de siete meses de cierres y cuarentena.
A corte de 30 de junio, según los registros de Migración Colombia, en el país había 1’731.017 venezolanos, que en su mayoría tienen la intención de quedarse, por lo que los esfuerzos del Gobierno se han concentrado en fortalecer la regularización y la integración. Lucas Gómez, gerente de Fronteras, habla con El Espectador sobre las medidas en las zonas fronterizas en el marco de la emergencia por el coronavirus y los retos que implican estas nuevas dinámicas.
Usted asumió funciones en la Gerencia de Fronteras hace poco. ¿Con qué panorama se encontró?
Me encontré con una estructuración de una Gerencia que está pensando en procesos fundamentados en que Colombia está acogiendo a los inmigrantes. Tenemos el desafío, luego de esa acogida, de integrarlos para sacarles el mayor de los jugos y obviamente que crezcan aquí en Colombia. Ese fue el panorama que me encontré, un proceso ya establecido, donde creo que el trabajo del gerente anterior (Felipe Muñoz) fue muy bueno. Se trata de una construcción de una visión de política de Estado que trasciende los gobiernos y que ahí, con el impulso del presidente de la República y con su liderazgo, se ha buscado profundizar esa visión de que tenemos que ser solidarios con nuestros hermanos y hermanas venezolanos.
Estimaron a mitad de año que 200 mil migrantes venezolanos ingresarían a Colombia al abrirse la frontera en un período no mayor a tres meses. ¿Cuánto ha cambiado este estimado?
Las estimaciones que se hicieron por parte de Migración Colombia es con la lógica de uno más uno o uno más dos de los venezolanos que retornaron durante la pandemia. Hemos visto en las últimas semanas por nuestras carreteras caminantes que buscan regresar al país, aunque las fronteras se encuentren cerradas. Nosotros creemos que esa estimación de alrededor de 200 mil sigue siendo una estimación real. Es obviamente un cálculo de lo que puede llegar en los próximos meses, pero por eso estamos haciendo la gestión para que ese posible retorno sea de manera segura y responda a todos los protocolos de seguridad.
¿Se abrirá la frontera el 1° de noviembre?
El decreto que se encuentra vigente establece un ciclo de cierre de fronteras hasta el 31 de octubre, lo cual no quiere decir que el 1° de noviembre se va a abrir la frontera. Permítanme ser muy claro en ese tema. A la fecha estamos trabajando con las diferentes entidades de orden nacional, departamental e internacional, particularmente con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que en el momento en que se dé la apertura de la frontera, definiendo cuáles serían los escenarios posibles para que se haga una apertura responsable. Lo importante es tener en cuenta la salud de todos los colombianos, el buen trabajo que se ha hecho frente al manejo del COVID-19 en nuestro país, la protección de los migrantes y del tránsito que se dé por las fronteras.
Después de varios meses otra vez se están viendo caminantes venezolanos en las carreteras del país. ¿Qué cambios hay en esta población?
Eso es una realidad donde vemos, diría, una población más vulnerable que la de hace algunos meses e incluso de los momentos más significativos en el año 2017 y 2018. En una caracterización que hicimos con cooperación internacional vimos que una de las motivaciones, o la principal, para que estos caminantes arriesguen sus vidas atravesando la frontera con sus hijos, con su familia, es que del otro lado de la frontera el 94 % de los migrantes afirmaron que no había comida. Eso es un tema muy importante para entender que estas personas que están llegando en este momento son más vulnerables. Son familias con niños pequeños, mujeres embarazadas, adultos y personas con discapacidades.
Con las fronteras cerradas la gente comenzó a acudir a los pasos ilegales. ¿De qué forma se les puede ayudar a estos migrantes si por pasar irregularmente no pueden regularizar su situación?
Aquí es muy importante tener en cuenta que la gran apuesta que se tiene en el país es para tener una migración regular. Dentro de esa primera visión de acogida tenemos que trabajar por su integración y regularizarse es el primer elemento que debemos tener en cuenta para que se dé la mejor manera. Seguimos convencidos de que una vez los acojamos y logramos integrarlos Colombia va a crecer y va a ser mucho más productiva.
¿Cómo están funcionando los protocolos que buscan mitigar los contagios de COVID-19 en las fronteras?
El recibimiento de migrantes tiene que hacerse de manera responsable. Es importante que podamos darles tranquilidad de que estas personas no vienen portando el COVID-19. Estamos haciendo un trabajo muy importante con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y con el Instituto Nacional de Salud en Norte de Santander, así como con las diferentes instancias para que ese tránsito y flujo de migrantes sea de manera segura en términos de bioseguridad.