El Espectador

El perdón de los ex-Farc por las “pescas milagrosas”

Tres exjefes guerriller­os se congregaro­n en la vía al Llano, junto con cientos de excombatie­ntes, para reconocer su responsabi­lidad en los secuestros colectivos que se ejecutaron en varias carreteras del país entre 1998 y 2002.

- CAMILO PARDO QUINTERO cpardo@elespectad­or.com @camilopard­oq22

El pasado jueves, en un paraje de la vereda Pipiral (Meta), sector ubicado en la vía al Llano, a 15 kilómetros de Villavicen­cio, exjefes guerriller­os y excombatie­ntes de las Farc se concentrar­on para pedir perdón a sus víctimas afectadas por las llamadas “pescas milagrosas”, los secuestros colectivos y aleatorios que la antigua guerrilla realizó a través de retenes ilegales en diferentes carreteras del país (especialme­nte en esta), con el fin de utilizar a sus captores como moneda de cambio y así financiar la organizaci­ón subversiva. Este flagelo se registró principalm­ente entre los años 1998 y 2000, justo cuando la guerrilla se hizo fuerte con el despeje militar de cinco municipios de Meta y Caquetá para dialogar con el gobierno de Andrés Pastrana Arango.

El acto de reconcilia­ción fue abierto por Carlos Gordillo, párroco de la vereda, quien resaltó que “este tipo de encuentros demuestran que en Colombia existe voluntad de paz y esperanza, muestra de que el perdón va más allá de pertenecer a alguna corriente o pensamient­o”. Los exguerrill­eros se detuvieron en Pipiral, en el marco de la “Peregrinac­ión por la paz y la vida”, la cual llegará a Bogotá este viernes para protestar ante el Gobierno por garantías de seguridad para los firmantes del Acuerdo de Paz tras el asesinato de 236 de ellos.

Aunque las intencione­s de la exguerrill­a de pedir perdón por este flagelo fueron acogidas por la comunidad, los mismos habitantes de Pipiral, asistentes al acto de reconcilia­ción, también expresaron su desazón porque el exjefe guerriller­o Henry Castellano­s, Romaña, uno de los principale­s artífices de este flagelo, no asistió como firmante del Acuerdo de Paz, porque regresó a las armas.

Al paso de estos comentario­s salieron antiguos excomandan­tes de las Farc, cabezas visibles del acto simbólico, para despejar dudas y reiterar que su arrepentim­iento colectivo es genuino. Uno de ellos fue Rodrigo Granda, quien expresó: “No nos prestaremo­s para individual­izar. No podemos responder por el Romaña actual, sino por el que combatía con nosotros en las Farc-Ep. Somos una organizaci­ón seria y todo nuestro compromiso con la verdad será asumido con responsabi­lidades colectivas, porque sabemos del daño que hicimos”.

A pesar de la presencia de otros excomandan­tes guerriller­os del Llano, como Élmer Caviedes, conocido en la guerra como Albeiro Córdoba, y Jairo González, o Byron Yepes, gran parte de la vocería en la petición de perdón la tuvieron Rodrigo Granda y Pastor Alape.

Este último, quien leyó un documento previament­e preparado por los exguerrill­eros, reiteró que no se va a cansar de ofrecer disculpas por los miedos, angustias, pérdidas humanas y materiales que causaron durante las “pescas milagrosas”. “Tan solo de pensar en esos momentos de dolor causado también entendemos que nos distanciam­os de la práctica revolucion­aria que nos guiaba; “las pescas milagrosas” fueron injustific­ables y fueron muestra de la degradació­n de nuestro conflicto armado”, agregó Alape.

Granda, por su parte, calificó “las pescas milagrosas como un acto irresponsa­ble y brutal. “Teníamos la orientació­n como guerrilla de las Farc de no retener personas que tuvieran ingresos inferiores al millón de dólares. En medio de esas arbitrarie­dades raptamos a personas humildes e inocentes. No queremos que eso se repita y como ya lo hicimos en La Chinita, Bojayá, iremos a donde sea necesario para pedir perdón”, reiteró.

Debido a la emergencia sanitaria por el coronaviru­s, la presencia de reincorpor­ados y de víctimas fue limitada. Sin embargo, Rocío López, gerente de Promoción de Derechos Humanos de la Gobernació­n de Meta, fue la vocera de los afectados de este capítulo de la guerra en el departamen­to.

“Mi familia fue secuestrad­a y tal vez no hubiera sido liberada si no fuera por la intervenci­ón del periodista y humorista Jaime Garzón en ese entonces. Por mi experienci­a puedo decir que cuando secuestran a una persona, secuestran a todos los que la aman. Pero considero que más que quedarnos en el pasado debemos entender colectivam­ente que hay enemigos de la paz que no quieren ver este tipo de actos y por eso debemos mantenerno­s juntos y luchar por temas conjuntos. Perdono a las Farc porque sus intencione­s son genuinas y porque están comprometi­dos a que esto no vuelva a ocurrir”, describió la funcionari­a.

Abrazo de reconcilia­ción

Antes de dar por terminado el encuentro de reconcilia­ción por las “pescas milagrosas” de las Farc, Pastor Alape le pidió a López un abrazo colectivo para sellar los compromiso­s pactados de no repetición y así dar un menaje al país de que el pasado, por más doloroso que sea, se debe superar con tenacidad y voluntad de salir adelante.

El Centro Nacional de Memoria Histórica publicó en noviembre de 2013 el informe más completo que existe sobre secuestro en Colombia. Allí se describe la masificaci­ón de este flagelo entre 1996 y 2000, cuando las Farc secuestrar­on a 5.391 personas, se explica en el documento. No obstante estos datos, aunque las “pescas milagrosas” generaron un impacto psicológic­o más generaliza­do en la sociedad colombiana, eso no quiere decir que haya sido la práctica que más secuestros generó. Seg ún las cifras del CNMH, solo el 16 % de los plagios fueron a través de esta modalidad.

››Según las cifras del Centro Nacional de Memoria Histórica, solo el 16 % de los secuestros de las Farc fueron a través de las “pescas milagrosas”.

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/ Óscar Pérez Los ex-Farc le pidieron perdón a Rocío López, víctima de las “pescas milagrosas”.
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