Educación con sentido social
Pudo haber sido un bibliotecólogo más de los que se gradúan en Colombia, pero el sentido social y las ganas de marcar la diferencia en las comunidades donde habita hicieron que Iván Triana creara un nuevo concepto de bibliotecas que funcionan como espacios para la innovación y la transformación de vidas.
“La Biblioteca de la Creatividad es un lugar que tiene como propósito erradicar la pobreza mental de los niños y jóvenes de comunidades rurales y emergentes a través del desarrollo de las habilidades de liderazgo, innovación y emprendimiento”, explica.
El primer caso de éxito funciona desde hace 11 años en la vereda Quiba (Ciudad Bolívar, en Bogotá), donde Iván y sus voluntarios les han enseñado a más de 400 niños a descubrir sus talentos, convertirlos en emprendimientos y convencerlos de que ellos son los agentes de cambio.
Cuenta que lo más satisfactorio hasta el momento “ha sido diseñar un modelo de gestión que convierte a las bibliotecas en el mejor lugar para invertir el tiempo libre de manera voluntaria. Me siento orgulloso de aportar a mi profesión como bibliotecólogo, convirtiendo las bibliotecas en nuevas ideas y en puntos de encuentro para la transformación de vidas”.
A lo largo de estos años, más de 4 mil voluntarios de distintas empresas y organizaciones sociales de Bogotá han pasado por la Biblioteca de la Creatividad y les han compartido a los niños y jóvenes conocimientos a cambio de tareas como sembrar un árbol, caminar por la vereda, alimentar a las mascotas, entre otras.
Hoy, Iván afirma que el mayor sacrificio durante este tiempo ha sido “renunciar a mi estabilidad laboral con un salario y un contrato indefinido, para dedicar mis mejores años de vida a aquello en lo que realmente siento que hago la diferencia y puedo aportar como solución”.
El objetivo a futuro es replicar el modelo de la Biblioteca de la Creatividad en todo el territorio nacional, aprovechando la infraestructura de las bibliotecas públicas, escolares y comunitarias que existen en el país y resaltando la labor que cientos de bibliotecarios hacen por sus comunidades.