Varias lecciones en las elecciones de Estados Unidos
La campaña presidencial en Estados Unidos, con el triunfo indiscutible del exvicepresidente Joe Biden, deja varias lecciones para los líderes de todos los ámbitos de la vida, de manera especial para quienes se desenvuelven en la política. Aferrarse al poder cuando ha sido derrotado, qué horror, al mejor estilo de Nicolás Maduro, con la dignidad personal por los suelos, a pesar de que la legislación de cada estado norteamericano, desde su autonomía, le está certificando que los votos han sido para el candidato del partido contrario. En nuestro medio equivalente a la pretensión del Centro Democrático de enraizarse indefinidamente en la presidencia. Es necesario que todos ellos con su jefe -actualmente imputadose fijen en el espejo de Donald Trump, que ha sido ridículo ante el mundo entero.
Ganar y perder es parte de la vida, aunque uno quiera siempre ganar. Hay que aprender a perder y eso se enseña en casa, en el colegio, en la universidad y luego en la vida laboral. Por lo tanto, la actitud es vital en los dos casos. Nada de prepotencia cuando se gana o cuando se pierde, y mucho menos convertirse en enemigo declarado ante el ganador como ha hecho el innombrable hasta el sol de hoy. A este señor bien vale preguntarle qué ha ganado con esa lucha insensata por volver siempre al poder, por hacer propuestas descabelladas, por atacar. Hasta donde recuerdo, se llenó de envidia porque él jamás podrá ganar un Premio Nobel de la Paz. El Centro Democrático en pleno debería reunirse para un autoexamen. Las palomas y las cabales, los macías y los prados, las paolas y las rositas, los guarines y los rangel, y un sinnúmero de malas personas, pero con amplio poder económico y social, como los lafaurie. En fin, todos caracterizados por su radicalismo enfermizo, su falta de elegancia a la hora de hacer oposición, pero sobre todo imitando el arte de la mentira, de la falsedad, del hecho engañoso. Todo eso fue en el cuatrienio de Trump y fue un pésimo ejemplo para los jóvenes políticos del mundo.
Ahora comienza un período de tranquilidad, de las buenas maneras, de educación y cultura. Y lo más importante para nuestra Colombia, tenemos la seguridad de que el presidente electo Joe Biden continuará con el impulso al proceso de paz que siempre le dio y que necesitamos tanto, como reactivar la economía golpeada por la pandemia.