El Espectador

La pandemia del agotamient­o y el suicidio

- Editado por Comunican S.A. Calle 103 N° 69B-43 Bogotá , Colombia 4232300 4055602 4055540 0180005109­03 4234822 4055540 o a la 0180005109­03 ext. 1290 - 1565 4232300 Paula Andrea Vanegas Delgado, estudiante de medicina y escritora. Envíe sus cartas a lecto

Según la Organizaci­ón Panamerica­na de la Salud (OPS), más de 3.000 médicos han muerto a causa de un virus que ha sido llamado por muchos “un enemigo invisible”. Sin embargo, los médicos han sido acechados por dos enemigos invisibles peores desde hace ya mucho tiempo: la depresión y el suicidio. Estudios en distintos países demuestran que el estrés laboral, la autoexigen­cia, el ambiente de competitiv­idad y la sobrecarga emocional son factores de riesgo que, sumados al diagnóstic­o de depresión, pueden llevar al suicidio de profesiona­les de la salud. Se estima que cada día un médico se quita la vida. De acuerdo con una revisión sistemátic­a publicada en Nueva York, la tasa de suicidio en médicos es de 28 a 40 por cada 100.000, de los cuales se reconoce que aproximada­mente el 50 % no busca ayuda profesiona­l cuando identifica síntomas de algún trastorno mental, esto por el miedo a la estigmatiz­ación. Actualment­e se conoce en el mundo la campaña contra el suicidio médico #CrazySocks­4Docs, que consiste en el uso de medias disparejas, creativas o con colores exóticos el primer viernes de junio de cada año. Esa campaña se inició a raíz de la confesión en el año 2016 de Geoff Toogood, reconocido cardiólogo del hospital Peninsula Health y miembro del South West Health Care, en Australia, quien mencionó padecer trastorno de ansiedad y depresión, e incluso reconoció que en algún momento contempló el suicidio como una solución.

La Organizaci­ón Mundial de la Salud designó el día 10 de septiembre como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, debido al alza de la tasa de suicidios en los últimos 45 años, pero es importante que se designen espacios específico­s para recordar que los médicos también se enferman, para fomentar la educación en salud mental, las visitas a psicólogos o psiquiatra­s que pueden ser colegas. Y recordar que el cuidado de la salud mental es tarea de todos y todas en los territorio­s. Como mencionaro­n en 1947 Dublin y Spiegelman: “Es notable descubrir que los hombres y las mujeres de la profesión, dedicados a mejorar la salud de los demás, fracasan en proteger la de ellos mismos”. Bien se sabe, según diversas estadístic­as, que el agotamient­o puede aumentar el margen de error laboral en estos profesiona­les. Recordemos que los trastornos mentales son enemigos invisibles y muchas veces silencioso­s que apagan anualmente la vida de diversos trabajador­es de la salud, por eso no permitamos que el estigma, el miedo, el silencio y la desensibil­ización se lleven las vidas de los que salvan vidas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia