Recuperación económica
El crecimiento entre segundo y tercer trimestre parece abrir la puerta para guardar algunas esperanzas sobre la recuperación económica. A la par, hay dudas sobre el ritmo y alcance final de este proceso, que depende de factores plenos de incertidumbre.
El DANE reveló este martes que la economía nacional cayó 9 % entre julio y septiembre. El crecimiento entre segundo y tercer trimestre abre esperanzas sobre la forma como se retoma la actividad económica en el país. A la par, hay dudas sobre el ritmo y alcance final de este proceso, que depende de factores plenos de incertidumbre. Análisis.
Prácticamente nadie esperaba noticias sorpresivamente buenas en la revelación de los datos del crecimiento de la economía colombiana para el tercer trimestre de este año, que fueron anunciados este martes por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Las estimaciones previas de los principales actores del sistema financiero (incluido el Banco de la República) oscilaban entre -9 % y 9,3 %. Y los datos no decepcionaron: la economía se resbaló 9 % durante el tercer trimestre, en comparación con el mismo periodo de 2019.
De acuerdo con Juan Daniel Oviedo, director de la entidad, buena parte de este resultado estuvo impulsado por el desempeño de sectores como el comercio, la construcción y la explotación de minas, que contribuyeron con -6,9 % en la caída general del trimestre.
El sector de la construcción tuvo una contracción del -26,2 %, seguida por la rama que aloja a comercio, reparación de vehículos automotores, transporte, alojamiento y servicios de comida (20,1 %) y la explotación de minas y canteras (-19,1 %).
Por su parte, los rubros que más crecieron fueron los del sector agropecuario, las actividades financieras y de seguros (ambas con 1,5 %) y las inmobiliarias (1,8 %).
Si bien la cifra del tercer trimestre no resulta alentadora a primera vista, Oviedo fue enfático en presentar un panorama de evidente recuperación en la economía, si se mira el desempeño del segundo trimestre con el tercero (o sea, la variación intertrimestral).
La senda de recuperación se puede observar más claramente a través de las cifras de las actividades de comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida, porque “son altamente dependientes a la circulación de las personas, materiales y, por consiguiente, a todo el levantamiento de las medidas sanitarias que estuvieron vigentes hasta finales de agosto”, en palabras de Oviedo. Según los datos del DANE, esta rama pasó de registrar una contracción anual del 23,5 % en julio (y del 25,4 % en agosto) a experimentar una caída de solo -11 % en septiembre.
Desde esa óptica, las actividades artísticas y de entretenimiento, otro de los renglones duramente golpeados en el año (y en el trimestre), también experimentaron una mejoría notable, aunque no terminan por salir a flote: 34,9 % en julio y -24,8 % en septiembre.
Los datos del DANE muestran que las doce ramas de actividades que monitorea crecieron en el tercer trimestre, respecto a lo registrado en los tres meses anteriores. En general, en esta medición intertrimestral, el PIB experimentó una expansión del 8,7 %.
“La apertura sectorial estuvo directamente relacionada con el comportamiento del consumo privado. Fue este el componente de la demanda agregada que mostró la mayor contribución a la recuperación del PIB, no solo por su elevado tamaño respecto al PIB total (cerca al 70 % del PIB), sino también por su repunte gradual. El consumo privado cayó -8,9 % anual, casi lo mismo que el PIB, pero mostró un importante crecimiento del 9,4 % intertrimestral”, según comenta Mauricio Hernández, economista de BBVA Research.
De cierta forma, entonces, la economía del país no termina de sacar la cabeza del hueco cavado durante la pandemia, pero ciertamente sí pareciera comenzar su escalada hacia la luz.
Y de este punto parte una pregunta importante: en el agregado del año, ¿qué tan certero es hablar de recuperación económica? En otras palabras, ¿qué tanto vamos saliendo de lo peor?
El propio Oviedo ofrece una respuesta al decir que la economía colombiana ha experimentado una corrección de casi dos terceras partes del descalabro registrado en abril, probablemente el peor mes del año, que agrupó el grueso de los efectos y restricciones del primer pico de la pandemia a escala nacional.
“No hay una recuperación tan rápida, como muchos decían, tipo en V. Sino, más bien, está el pronóstico de que esta va a ser mucho más lenta. Para el cuarto trimestre habrá que ver los efectos de los eventos climáticos de estas últimas semanas y un posible pico de pandemia de fin de año”, comenta Diego Guevara, profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional de Colombia y colaborador de este diario.
“Lo que hay que analizar ahora es el ritmo de crecimiento y recuperación con relación a la crisis, por lo que la comparación más exacta es con el trimestre anterior. Y sí hay, entonces, una recuperación, especialmente en el sector de comercio y de manufacturas, que es una buena noticia”, en palabras de Mario Valencia, director de Cedetrabajo y columnista de este diario, quien agregó: “A lo que hay que prestarle más atención es a que esa tendencia se siga dando y que sea cada vez más rápida. Otra cosa que no podemos medir todavía es si el ritmo de la recuperación es el que necesita el país en estos momentos o si debe ser más acelerado”.
Para Rosmery Quintero, cabeza de Acopi (el gremio de las medianas y pequeñas empresas), “los resultados del PIB del tercer trimestre eran de esperarse”. Y también señala puntos que ya tocaron Guevara y Valencia: “En las actividades que se han reabierto gradualmente, los ingresos apenas se
››El sector de la construcción tuvo una contracción de -26,2 % en el tercer trimestre de este año y fue una de las actividades que más pesó en los resultados del periodo.