Así cambió la experiencia de hospedarse en un hotel
Los hoteles han tenido que adecuar sus espacios para entregar una oferta segura, atractiva y muy sensible a sus huéspedes en la nueva realidad.
Las medidas de aislamiento y los protocolos de bioseguridad transformaron los espacios donde las personas viven, estudian, trabajan y desarrollan sus actividades, y los hoteles no se quedaron atrás en este proceso.
Estos son algunos cambios y tendencias de los hoteles y los huéspedes en la nueva realidad, según Natalia Heredia, socia fundadora y directora de Interior1, y especialista en el desarrollo de espacios hoteleros.
¿Cómo cambió la pandemia la experiencia de alojamiento?
Los hoteles han venido sufriendo una afectación positiva migrando hacia la flexibilidad y a entender cómo el interiorismo puede mejorar la calidad de vida de las personas y devolverles la seguridad que se les ha quitado por esta situación sin precedentes.
Hoy en día, los hoteles cumplen con los protocolos de bioseguridad: fachadas en acrílico para distanciar a los huéspedes de quienes atienden, alternativas touchless y distanciamiento inteligente; pero, ante todo, vemos que los hoteles tienen un gran compromiso con ofrecer las mejores experiencias para sus usuarios y se están replanteando sus servicios.
¿Cuáles son las nuevas tendencias del huésped en la actualidad?
El hotel se volvió un espacio multifuncional, no solamente para el usuario que se hospeda, sino que es un equipamiento público por naturaleza; aquí convergen todo tipo de actividades; los hoteles son coworkings, gimnasios, tiendas y bares, entre otros.
Ante esto, la tendencia es la personalización de los espacios, amenities y dormitorios; dependiendo de los gustos o las necesidades de los usuarios, el dormitorio ya no se utilizará solo para dormir, sino que es un multiespacio que se transforma dependiendo de las necesidades.
Asimismo, mantener la privacidad será clave en esta nueva era, tanto en la habitación como en las zonas comunes; por ende, el mobiliario tiende a flexibilizarse buscando privatizar y distanciarse sin bloquear ni cerrar los espacios.
El usuario pospandemia busca la desmasificación de los espacios; por eso, los grandes bufetes y las zonas donde la gente compartía deben replantearse. Por otra parte, no es menos importante contar con un mercado consciente donde lo local prime sobre lo importado, y no solo se habla de comida, sino también de materia prima y elementos decorativos.
¿Cómo se han preparado los hoteles para estos cambios?
Los hoteles han tenido que adecuar sus espacios para entregar desde el interiorismo una oferta segura, atractiva y muy sensible. Desde Interior1 recomendamos utilizar tecnologías touchless. Hoy las estrategias tecnológicas están enfocadas en que el usuario no deba tener contacto con superficies, y son claves para las instalaciones de los hoteles, desde el check-in hasta accesos a habitaciones, circulaciones principales y room service, entre otros.
A corto plazo, se hará énfasis en la socialización de los protocolos de cuidado con señalización y orientación, ya que los lugares y la forma de circulación seguros serán fundamentales, por lo que será clave enfocarse en hacer sentir cómodos y seguros a los huéspedes, sin apelar a soluciones que puedan percibirse agresivas o invasivas.
Por otra parte, el interiorismo se basará, sin dejar atrás la parte estética, en algo mucho más funcional y hacia el confort; menos decorativo. Tendremos que especificar materiales que sean antimicrobiales, antibacterianos, antihongos y materiales self cleaning.
Las grandes marcas de productos de telas, alfombras y pisos laminados, entre otras, están trabajando para incorporar materia prima con características especiales, involucrando fibras de cobre, titanio, resinas, sellantes y otros elementos que hacen que el producto tenga altas propiedades de asepsia. Hay otros materiales que tienen propiedades antimicrobianas naturales, tales el cobre y el bronce, que serán de gran utilidad para el interiorismo hotelero. Otros materiales tales como el corcho y maderas como roble y pino tienen múltiples cualidades antibacterianas, sostenibles y, a su vez, son cálidos para involucrar en estos espacios.
¿Cómo satisfacer al huésped?
El usuario pospandemia es ahora una persona más consciente de lo que consume y, a la vez, más selectivo al escoger el tipo de estadía que querrá buscar, priorizando las propuestas menos masivas, más personalizadas y locales.
También viene de un largo confinamiento y trae grandes incertidumbres, por lo que buscará priorizar su experiencia en seguridad, higiene y tranquilidad en los espacios. Para los arquitectos e interioristas será un reto poder vincular en sus estrategias de diseño elementos que estimulen los cinco sentidos del ser humano.
En este momento se están generando diseños para poder personalizar las habitaciones y ofrecerles a los huéspedes una experiencia que va más allá de ir a dormir, donde los muebles inciten no solo a descansar, sino a trabajar, hacer ejercicio y que haya habitaciones para diferentes actividades y necesidades.
¿Qué consejos les daría a los hoteleros para que adapten sus espacios?
El uso de las zonas exteriores, terrazas y espacios que no se han utilizado antes cobrará gran valor ahora; también es importante pensar en adecuar los espacios con tecnología y flexibilidad.
El bueno uso de la biofilia —que es conexión del ser humano con la naturaleza— será de gran ayuda para el interiorismo, la conexión con lo que somos; espacios ventilados, iluminados, con vegetación local y que demuestren cómo es la cultura de cada sitio.
También creemos que la tendencia va a ser más minimalista y en búsqueda de un espacio armónico, iluminado, ventilado y con mucha flexibilidad y personalización.