Los ciudadanos tienen la palabra
CUANDO SE CONFIRMÓ EL TRIUNFO de Joe Biden y Kamala Harris, la Escuela de Gobierno de la Universidad de Harvard les pidió a algunos de sus profesores identificar cuáles eran los problemas más urgentes que la nueva administración debía enfrentar y las soluciones para abordarlos. Las respuestas podrían aplicarse casi al pie de la letra a lo que sucede en nuestro país.
Estos temas pueden agruparse en los siguientes ejes: reconstrucción de las relaciones internacionales en clave de cooperación, multilateralismo, respeto y cumplimiento de los compromisos adquiridos; atención a las necesidades sociales y económicas de poblaciones, regiones y ciudades que han estado marcadas por la desigualdad, la pobreza y la desatención estatal; respuesta a los problemas preexistentes y nuevos que el COVID-19 ha puesto en evidencia y potencializado; recuperación de la confianza de los ciudadanos en las instituciones públicas y privadas; priorización de la defensa y protección de los derechos humanos y la seguridad ciudadana; profundización y recuperación de la democracia.
El profesor Archon Fung analiza este último aspecto, relevante para el contexto colombiano. En primer lugar, considera prioritario atender la profunda crisis que enfrenta la democracia de su país. En particular, se debe recuperar un principio esencial de la democracia, según el cual los ciudadanos deben poder escoger a sus líderes políticos y a sus gobernantes, y no al contrario. Como quien dice, no “al que diga…”, sino al que consideren que responderá mejor a sus expectativas y necesidades.
Adicionalmente, señala la importancia de establecer las condiciones para que todos los ciudadanos puedan ejercer el derecho al voto libremente y que este sea respetado y protegido, además de garantizar la total transparencia y publicidad de la financiación de las campañas y la independencia de las autoridades electorales con relación a los partidos y al gobierno de turno. No obstante, reconoce que las reformas de las normas son importantes pero insuficientes.
Fung plantea que los principios rectores de la democracia deben trascender las disputas baladíes y personales y que los líderes políticos tienen que priorizar la atención de los retos que enfrentan la democracia y sus instituciones. En este sentido, propone que el presidente electo Joe Biden convoque una comisión nacional para fortalecer la democracia que diagnostique y documente las amenazas que rutinariamente enfrentan los principios y los valores democráticos, y trace una hoja de ruta concreta para superar estos problemas. Su propuesta se fundamenta en la urgencia de recupear la confianza ciudadana y para ello sugiere que sean los ciudadanos, no los líderes políticos, los protagonistas de la comisión.
Para terminar, Fung considera que los ciudadanos deben tomar las riendas para redireccionar el rumbo de los principios democráticos. En sus palabras, las últimas elecciones en su país demostraron que “el asunto es demasiado importante para dejarlo a los políticos”.
Esto también quedó demostrado hace unas pocas semanas en Colombia, cuando la plenaria de la Cámara de Representantes se disponía a debatir el proyecto de reforma política que había sido aprobado por mayoría en la Comisión Primera de la misma cámara. Entre otros temas, el proyecto incluía la paridad con lista cremallera, de manera que hombres y mujeres tuvieran las mismas posibilidades de ser elegidos. También contemplaba la adopción de las listas cerradas con mecanismos de democratización de los partidos políticos. Sin embargo, la reforma se hundió aun antes de ser debatida. Es decir, el Congreso renunció a su obligación de legislar, demostrando así su resistencia a introducir cambios que pongan en riesgo las formas tradicionales de acceder al poder y ejercerlo.