El Espectador

Plataforma­s de movilidad para la nueva realidad

- DAVID LUNA * * Exministro TIC y presidente de la Alianza IN.

EL COMIENZO DE LA NUEVA NORMAlidad en el país nos plantea los desafíos que debemos enfrentar para adaptarnos a esta etapa, conviviend­o con un virus que no desaprovec­ha oportunida­d para multiplica­rse. Tanto el Gobierno como las autoridade­s locales llevan meses diciéndono­s que debemos continuar actividade­s en medio de la pandemia, en un marco de autocuidad­o, pero este cambio de circunstan­cias también nos hace reflexiona­r sobre cómo serán, y cómo deberían ser, los modelos de educación, salud, movilidad y otros. La nueva normalidad trae consigo un debate que por mucho tiempo se ha aplazado y merece toda la atención por los actores que involucra y por los empleos que genera: el funcionami­ento de las plataforma­s digitales.

El delivery demostró en los primeros meses de la pandemia su importanci­a para el abastecimi­ento de la población mitigando los riesgos de contagio. Gracias a los mensajeros pudimos tener alimentos frescos en nuestras casas. Pero la misma empatía que tuvimos por este sector debería aplicar para la economía colaborati­va. El cómo nos desplazare­mos en medio de una pandemia debe ser un punto de reflexión importante.

El miedo al contagio ha hecho que los ciudadanos opten por alternativ­as de movilidad como taxis, motos, carros particular­es, bicicletas y patinetas, pues hoy sabemos que en espacios cerrados existe mayor riesgo de contagio. La alcaldesa de Bogotá anunció que el Sistema Integrado de Transporte Público ampliará su capacidad al 50 %. Esto quiere decir que, a lo largo del día, la ocupación del sistema no puede ser mayor a la mitad, pero no establece un número específico de pasajeros.

Según Transmilen­io, en un día hábil antes de la pandemia se movilizaba­n en promedio 1’450.000 usuarios en el componente Zonal, 2’500.000 en el Troncal y 25.000 en Transmicab­le. Ahora, los mismos pasajeros deberán usar este servicio, pero a distintas horas para no colapsar la capacidad permitida.

A pesar de medidas como el distanciam­iento físico y el uso de tapabocas, sigue siendo un riesgo, pues el volumen de pasajeros es alto y no todos guardarán silencio, como se ha recomendad­o. Es por esto que las alternativ­as de movilidad son claves para reactivar otro sector de la economía y brindar confianza a los ciudadanos.

¿Por qué insistimos en evitar a todo costo los modelos de arrendamie­nto de vehículos e intermedia­ción? Un país que ha hecho apuestas enormes en conectivid­ad y en emprendimi­ento no debería estancarse en concentrar el poder del transporte público y que se desconozca­n los nuevos negocios de movilidad, sobre todo el nuevo modelo de vida que han adoptado los colombiano­s gracias a las facilidade­s de la tecnología.

Las plataforma­s necesitan ser reguladas para prestar un mejor servicio, para que quienes obtienen ingresos para sus hogares a través de ellas salgan de la incertidum­bre sobre su futuro económico y para que quienes las usan sepan si podrán elegir libremente otra opción de servicio.

La discusión hay que darla ya. Los empresario­s taxistas han amenazado una vez más con un gran paro. Sus intereses no pueden tener en vilo a gran parte del país que percibe ingresos y se moviliza a través de las plataforma­s. Necesitamo­s actualizar una normativid­ad con más de 30 años de antigüedad, pero, sobre todo, los ciudadanos necesitan saber si Colombia es un país que respeta o no la libertad de decidir.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia