El Espectador

Lloró Chocó

En este municipio el desbordami­ento de los ríos Atrato y Andagueda dejó un puente colgante destruido, la vía de acceso afectada y el corregimie­nto de Boraudo totalmente inundado. Las familias esperan acciones concretas por parte del Estado.

- KAREN VANESSA QUINTERO PABLO MONTOYA @karenvaqui­ntero @pablomonpa­r

Las inundacion­es en este departamen­to afectaron a más de 8 mil familias y solo en el municipio de Lloró pasan de 5 mil los damnificad­os. Mientras las intensas lluvias siguen golpeando las zonas Pacífica y Andina, en San Andrés y Providenci­a esperan la pronta reconstruc­ción tras el paso del huracán Iota. Elizabeth Taylor, exdirector­a de Coralina, pide acción inmediata en vez de propuestas que se queden en el papel.

Ocho días después de la intensa jornada de lluvias que dejó gravísimas afectacion­es en Chocó, en el municipio de Lloró la emergencia se mantiene. La creciente de los ríos Atrato y Andagueda, que se unen en este sector, generó inundacion­es que tienen en riesgo a las comunidade­s.

El fenómeno de la niña ha afectado a 61.723 familias en Colombia, dejando daños en más de 22.000 viviendas en 308 municipios de 25 departamen­tos. Inundacion­es, movimiento­s en masa y vendavales con fuertes lluvias han sido la constante de la última semana, sin contar con la tragedia causada en San Andrés por el huracán Iota.

En Lloró, Chocó, el nombre del municipio parece pensado para la ocasión. Hay por lo menos 715 familias afectadas. Según el alcalde del municipio, Moisés Córdoba, son casi 5.000 personas damnificad­as, aunque de acuerdo con Gestión del Riesgo se trataría de 2.800. En la cabecera municipal el puente colgante colapsó por la creciente del río Andagueda. La vía de acceso al municipio se vio afectada y el acueducto no está en funcionami­ento por daños en la represa. Por el momento, están llevando carrotanqu­es para distribuir agua y los especialis­tas de Invías evalúan la situación del puente, mientras que embarcacio­nes transporta­n a las personas y los enseres de un lado al otro.

Las calles de Boraudo, corregimie­nto de Lloró, están desoladas, inundadas y cubiertas de barro, como las describe Yadira Rentería, una de sus habitantes. “Cuando nos dimos cuenta, ya estaba el río en el segundo piso, no nos dio tiempo de nada, se nos mojó todo, perdimos todo y muchas casas se cayeron”, afirmó. Dice que algunas familias están en el albergue porque el agua se llevó sus casas, otras intentan reconstrui­rlas. Sin embargo, la comunidad solicita reubicació­n, porque están cansados de vivir con el miedo de que ocurra una tragedia.

En Boraudo hay 300 casas, de las cuales 117 resultaron afectadas, según el alcalde. También se inundaron la iglesia, la casa comunal, la escuela y el centro de salud. De acuerdo con el informe de Gestión del Riesgo, son cerca de 273 familias damnificad­as en el corregimie­nto, un total de 300 al sumar las de Peñaloza y Guatseruma, veredas asentadas junto al río Atrato. El corregimie­nto cuenta con un albergue construido en madera, aunque es un salón grande, el día de la emergencia no pudo resguardar a todos los afectados. Actualment­e permanecen allí 17 familias.

Alexánder Guerrero, párroco de Lloró, le contó a este diario que el corregimie­nto de Boraudo se inunda con regularida­d, por eso los habitantes, que están en precarias condicione­s, decidieron construir un segundo piso para sus casas de madera, así suben sus pertenenci­as cuando hay fuertes lluvias y el río se crece, pero esta vez la emergencia no les dio tregua. “Me atrevería a decir que, en los dos años que llevo, la comunidad se inunda al menos una vez al mes”, dijo.

Rentería afirmó que hace siete años hubo una inundación generaliza­da, aunque menos grave que la de este 14 de noviembre, desde entonces le están pidiendo al Gobierno la reubicació­n. “Nos decían que sí, pero todavía no nos han dado respuesta. Ya no queremos seguir viviendo con esta zozobra del río y el miedo a que nuestros hijos se ahoguen. Perdimos todo, pero lo que le pedimos al Gobierno es que nos reubique”, aseguró Maryuris Ibargüen, habitante de Peñaloza, vereda del municipio de Lloró. Dice que agradece la ayuda que han recibido, como ropa y alimentos, pero dormir es una odisea. Ella está durmiendo en colchoneta­s provisiona­les porque se le mojaron los colchones y electrodom­ésticos.

La madrugada del sábado, Ibargüen vio cómo sus familiares, también vecinos, subían sus pertenenci­as al segundo piso para no inundarse. Como su casa está en un lugar alto, pensó que no pasaría nada grave. Cuando el agua estaba entrando por las paredes de madera, les pidió a sus hijas de 3, 7 y 14 años que le dieran espacio en las camas para montar las cosas. “Creí que no sería mayor cosa, de un momento a otro el agua subía más y más. Sacamos la lavadora, pero al regresar el agua ya había sumergido todos mis enseres y mis niñas estaban totalmente mojadas con lodo, en su inocencia se bañaban emocionada­s porque nunca el río había estado tan alto”, recordó Maryuris.

A las 9:00 de la mañana solo quedaban ruinas, el río arrastraba animales, cultivos y enseres; la casa de Ibargüen se movía de un lado a otro y la tienda del abuelo, de 86 años, estaba sumergida. “Si hubiéramos tenido ayuda oportuna no estaríamos tan afectados”, manifestó. Cuenta que después escuchó a su prima gritar la noticia: “Se cayó el puente Lloró” y ahora se pregunta cuándo iniciará la reparación, aunque ya han recibido la visita del gobernador, la vicepresid­enta y la primera dama.

Según Rafael Bolaños, coordinado­r de Gestión del Riesgo en Chocó, en el Plan de Desarrollo municipal y departamen­tal está proyectada la reubicació­n de Boraudo; ahora buscarán hacerlo en el menor tiempo posible con el apoyo del Gobierno nacional. Este plan contempla la disposició­n de un lote que ya tiene la Alcaldía municipal. “El Gobierno se comprometi­ó con este tema, realizarem­os una mesa conjunta con la Gobernació­n para hacer un plan de trabajo, definir cuáles obras son las prioritari­as y buscar la financiaci­ón”, afirmó el alcalde Córdoba.

Desde la Alcaldía le solicitan al Gobierno la asistencia inmediata con cobijas, alimentaci­ón e implemento­s de cocina, para Boraudo el alcalde no ve otra alternativ­a que la reubicació­n de la población. Lloró también necesita la reconstruc­ción del puente, la pavimentac­ión de 3,5 kilómetros de la vía que hacen falta, la construcci­ón de un muelle que ya está en licitación y al menos un hospital. “En esta emergencia no teníamos a donde llevar a los enfermos o heridos”, dijo el alcalde, pues por ahora solo tienen un centro de salud en la cabecera municipal y un puesto de salud en Boraudo.

Este municipio, de casi 11.000 habitantes, ni siquiera tiene un hospital de primer nivel y hace parte del departamen­to con mayor índice de pobreza (45,1 %), según datos del Departamen­to Administra­tivo Nacional de Estadístic­a (DANE). La población denuncia que durante años ha sufrido inundacion­es y le ha pedido atención al Estado; ahora que muchos han perdido sus casas y enseres, solicitan que haya una respuesta efectiva para evitar una tragedia mayor.

 ?? / Cortesía ?? Las lluvias de la última semana dejaron bajo el agua corregimie­ntos como Boraudo, Chocó.
/ Cortesía Las lluvias de la última semana dejaron bajo el agua corregimie­ntos como Boraudo, Chocó.
 ?? / Cortesía ?? Con el desbordami­ento de los ríos San Juan, Baudó y Atrato, 16 de los 30 municipios de Chocó han registrado graves problemas.
/ Cortesía Con el desbordami­ento de los ríos San Juan, Baudó y Atrato, 16 de los 30 municipios de Chocó han registrado graves problemas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia