El Espectador

Los Caparros, entre golpeados y fortalecid­os

La reciente muerte en combate de “Caín”, máximo líder de este grupo que delinque en el Bajo Cauca antioqueño, se suma a las 40 capturas y cuatro muertes en operativos de miembros de este facción en 2020. Ellos aún no ceden y hay dos en fila para suceder a

- JOSÉ DAVID ESCOBAR MORENO FELIPE MORALES SIERRA jescobar@elespectad­or.com fmorales@elespectad­or.com

Los Caparros -o Bloque Virgilio Peralta Arenas- se quedaron esta semana sin su máximo jefe, alias Caín. Se trata de uno de los grupos armados más violentos del Bajo Cauca antioqueño, a quienes se les atribuyen desplazami­entos forzados, homicidios selectivos y masacres, como la ocurrida en Nechí (Antioquia) el pasado 4 de noviembre. La Fiscalía los señala de haber asesinado a por lo menos seis líderes sociales. Herederos del paramilita­rismo, han consolidad­o su dominio sobre el narcotráfi­co y la minería ilegal, así como un control de las carreteras, asociándos­e con la insurgenci­a, bandas criminales y hasta un cartel mexicano. Todo a pesar de ser blanco constante de las autoridade­s.

Emiliano Alcides Osorio, como realmente se llamaba Caín, fue hallado en una vivienda en zona rural del municipio de Tarazá (Antioquia). Luego de que la Fiscalía intercepta­ra más de 60 líneas telefónica­s y realizara 10 allanamien­tos, dieron con el escondite de este hombre, quien por lo menos desde 2017 venía comandando el grupo armado, que inicialmen­te fue una facción del Clan del Golfo -o Autodefens­as Gaitanista­s de Colombia (Agc), autodenomi­nación que rechaza la familia de Jorge Eliécer Gaitán-. Caín llegó al mando después de que las autoridade­s capturaran a Seis-Siete y, como en toda organizaci­ón criminal, en un vacío de poder como el que se acaba de crear siempre hay un sucesor.

Según el organigram­a del grupo criminal construido por la Fuerza Pública, hay dos personas que podrían quedar al mando de esta disidencia de las Agc. Se trata de Róbinson Gil Tapias, alias Flechas, quien comanda el frente Carlos Mario Tabares de este grupo armado, y Jhon Freddy Miranda, alias el Evangélico, cabeza del frente Norberto Olivares. El primero de ellos empezó a estar en el radar de las autoridade­s en julio de 2018, cuando el entonces fiscal general, Néstor Humberto Martínez, lo señaló como uno de los determinad­ores del asesinato de la líder social Ana María Cortés en el municipio de Cáceres, Antioquia.

El segundo, el Evangélico, según el Ejército, es uno de los hombres que está encargado de la cruda confrontac­ión que sostienen los Caparros con los hombres de las Agc bajo el mando de Otoniel. Fuentes del Ejército señalan que al mando de Flechas quedan entre 150 y 180 hombres en armas. “El peligro es que en estas regiones, donde no hay oportunida­des, a los pelados los reclutan muy fácil para que campaneen (es decir, para que avisen sobre movimiento­s de la Fuerza Pública o de los enemigos), muevan armas o droga e incluso perpetren homicidios”, dijo una fuente de la Policía cercana a las investigac­iones contra este grupo.

Pero a la muerte en combate de Caín se suman otros 11 golpes estratégic­os que las autoridade­s le han dado a este grupo armado durante 2020, según informació­n de la Fiscalía. Han sido capturados, por ejemplo, 27 presuntos miembros del ala armada, siete de las redes de apoyo, cinco del ala financiera y dos con algún tipo de vinculació­n política. A todos les han imputado, dependiend­o de su rango en la organizaci­ón, cargos por concierto para delinquir, tráfico o porte de armas, tráfico o fabricació­n de estupefaci­entes y homicidio, y a la mayoría los enviaron a la cárcel. Cuatro supuestos integrante­s más han muerto en enfrentami­entos.

En febrero, por ejemplo, fue capturado Falcao, señalado de ser reclutador y entrenador de la organizaci­ón, a quien vincularon directamen­te al asesinato del líder social Norberto Alonso Gutiérrez, perpetrado en octubre de 2018. Al supuesto jefe de los Caparros lo condenaron en agosto pasado a 11 años de prisión. Al mismo crimen fue relacionad­o el Político, capturado en marzo pasado y quien, según El Tiempo, le estaba disputando el poderío a Caín y al parecer servía de intermedia­rio entre este grupo y las disidencia­s de las Farc con las que terminaron aliándose. Fue sentenciad­o en septiembre pasado a seis años de cárcel.

Asimismo, hacia mediados de este año murió en combates Evier Antonio Ortega, alias Romaña,

supuesto miembro del estado mayor de los Caparros y quien al parecer llegó a estar a cargo de 60 hombres para combatir al Clan del Golfo. Según dijo la Fiscalía en su momento, “las investigac­iones dan cuenta de que este hombre era el encargado de un plan de expansión criminal en Antioquia, en el que se habrían ordenado agresiones de diferente tipo contra defensores de derechos humanos de la región del Bajo Cauca antioqueño y el sur del departamen­to de Córdoba”. Fue señalado responsabl­e, junto a Caín,

del homicidio de los líderes de sustitució­n Jáder Polo Baltazar y Jáder Pertuz Polo.

Aunque las disputas entre las Agc y los Caparros se remontan a 2017, según una alerta temprana de agosto pasado de la Defensoría del Pueblo, este año hubo un cambio sustancial que aumenta el riesgo en el Bajo Cauca antioqueño: “Durante 2020 se observa el interés de atacar lo que se consideran las sedes de mando del enemigo, provocando masacres y desplazami­entos forzados. Se trata de una estrategia de aniquilaci­ón del enemigo que comporta graves riesgos para la población civil, por cuanto el repertorio de violencia de dichos actores se ha dirigido de forma directa en contra de los habitantes del municipio que consideran colaborado­res de su contrapart­e”.

El enfrentami­ento es por el narcotráfi­co y, para expandirse, cada grupo contaría con mexicanos detrás: por un lado, las Agc estarían aliados con los de Sinaloa, y, por otro, Flechas y sus hombres con los de Jalisco Nueva Generación. De la alianza criminal también serían parte el frente Héroes y Mártires de Tarazá de la guerrilla del Eln, así como las disidencia­s del frente 36 de alias Cabuyo,

uno de los hombres que junto a Gentil Duarte lideran el proyecto de unificació­n de las disidencia­s de las Farc. Las alianzas han permitido equilibrar la balanza del negocio, controlado en esta región por el hombre más buscado en Colombia: Otoniel .

››Los Caparros han sido vinculados a seis asesinatos de líderes sociales en la región del Bajo Cauca antioqueño.

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/ Policía Imagen del momento en que las autoridade­s notificaro­n la muerte en combate de “Caín”.
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