“El Estado mira a los territorios afros desde la perspectiva del saqueo”
El comisionado de la Verdad explica que el racismo y el pensamiento colonial han posibilitado el desarrollo de la guerra para estas comunidades. Este viernes 11 de diciembre se desarrollará el Encuentro de Reconocimiento de la Verdad del Pueblo Negro.
Los pueblos negros de Colombia poco creen en las cifras que presenta el Estado. Su desconfianza viene de que, dicen, están mal contados. A sus territorios, esos en los que el conflicto armado se ha enquistado desde hace décadas, no llegan los funcionarios cuando van a censar a la población con el argumento de que la guerra limita su movilidad. De ahí que la cantidad de afrocolombianos, palenqueros y raizales en el país sea una cifra, según ellos, inexacta.
Esa acción simple del censo significa para los pueblos afros el borramiento de su existencia en sitios en los que hay intereses económicos, lo que desemboca en que se desarrollen proyectos sin ser consultados con quienes viven ahí. Así explica el comisionado de la Verdad, Leyner Palacios, uno de los puntos que ha posibilitado que el conflicto armado haya afectado de una manera desproporcionada a las comunidades afros. Eso sin contar el racismo y el pensamiento colonial, que sirvieron para que se intensificara.
Pensando en reconocer la magnitud de esa afectación, así como la resistencia de la gente, la Comisión de la Verdad hará este viernes 11 de diciembre el octavo Encuentro por la Verdad, que esta vez será de reconocimiento del pueblo negro. Leyner Palacios, quien también es sobreviviente de la masacre de Bojayá (Chocó), ocurrida en 2002, explica cuáles son algunas de esas verdades que deben conocerse.
¿Qué papel han cumplido el racismo y el colonialismo en la violencia contra el pueblo negro?
Primero, debemos reconocer que en Colombia los corredores del conflicto se han consolidado en territorios donde hay población afrodescendiente. Lo segundo es que debemos reconocer que eso se ha dado con el conocimiento del Estado colombiano, de todas las autoridades en sus distintos órdenes. El Estado ha venido con una política netamente colonial porque en estos territorios, en su mayoría, existen intereses sobre el desarrollo. Por ejemplo, están proyectos de palma, de agroindustria, de minería ilegal y de minería legal. Entonces el Estado mira los territorios desde una perspectiva netamente desde el saqueo. Hay una actitud racista porque, a pesar de que conoce,
››Las mujeres han llevado la peor parte en el desarrollo del conflicto armado, porque les ha tocado perder a sus esposos e hijos en la guerra, pero también les ha tocado perder los territorios.
permite actuar a los actores armados y deja a las poblaciones negras a merced de la acción de esos grupos.
¿Qué se pretende con eso?
Varias cosas. Primero está el sometimiento a la población a un proceso de exterminio social y cultural. Lo otro es que se pretende vaciar el territorio. Esto último es necesario para poder implementar los proyectos de agroindustria y de desarrollo que se tienen diseñados desde su perspectiva de país. Pero también se pretende dejar a una población totalmente desprotegida. Se busca que los proyectos ilícitos se consoliden en esos territorios y así dejarnos invisibilizados.
¿Por qué esa violencia tan fuerte contra los liderazgos negros?
En este contexto reciente del país la situación que ha resultado más riesgosa es precisamente defender la paz. La amenaza y la muerte de líderes obedecen a que en los territorios somos los que mantenemos la democracia y denunciamos los atropellos que se están dando en contra de la población. Los líderes somos la especie de guayacanes, de árboles grandes que sostenemos la comunidad. Si una comunidad tiene sus guayacanes firmes, es difícil que deje arrebatarse su territorio. Entonces es necesario debilitarla con el aniquilamiento al liderazgo social para que no haya quién defienda.
¿Cómo han sido afectadas las mujeres afros en medio del conflicto armado?
Han llevado la peor parte en el desarrollo del conflicto armado, porque les ha tocado perder a sus esposos e hijos en la guerra, pero también les ha tocado perder los territorios. Pero aún más, la violencia sexual ha sido terriblemente desarrollada en los cuerpos de nuestras mujeres afrodescendientes. Las han marcado con varillas calientes como en el proceso de la esclavitud, como una manera de decir “esta es mía”. Y ahí también encuentro un proceso de discriminación, porque la mayoría de los casos en los que se ejerció esa violencia tan terrible fueron hombres de otras culturas. Colombia no ha superado los estragos de la esclavización.
¿Cómo de desarrollará ese reconocimiento al pueblo afro?
El próximo viernes 11 de diciembre tendremos una muestra de la verdad, de viva voz, de lo que le aconteció al pueblo afro, negro, raizal y palenquero en Colombia en el marco del conflicto armado. Primero, vamos a resaltar la labor de nuestros liderazgos y queremos hacer un gran homenaje a Angelita (comisionada Ángela Salazar, quien falleció por COVID-19). Luego vamos a tener una muestra de reconocimiento de responsabilidades. Y, finalmente, tendremos un momento muy importante para mostrar nuestra resistencia, lucha y, sobre todo, nuestra tenacidad para superar esa guerra, esa capacidad de resiliencia que, en definitiva, es un llamado muy fuerte con el que pretendemos hablar de cuán necesario es reconciliarnos.