Fútbol en la Fiesta del Libro de Medellín (y II)
Aquello fue mundial. Hicimos pelota nuestros miedos, les pusimos un caño a los horrores, apartamos de taquito la miseria, gritamos el horror como si fuera un gol, eludimos la angustia, gambeteamos el nudo que nos poblaba el vientre. Carlos Ferreira.
En la misma fecha en la que tuve la oportunidad de conversar con Francisco Maturana y Luis Fernando Suárez, dos horas antes, tuvimos la entrega de premios del concurso de cuento “¿Cuál es tu cuento con el fútbol?”, evento que organiza el Sello Editorial de la Universidad Pontificia Bolivariana. En este encuentro conversé con Marita Lopera Rendón, coordinadora académica de la maestría en literatura de la misma universidad, quien en esta oportunidad fue jurado en la categoría Mayores, al lado del reconocido escritor Reinaldo Spitaletta, quien también nos acompañó como jurado. Ambos destacaron la calidad de los textos y la complejidad de lo que significa leer para evaluar. Además, sugieren que los cuentos sobre fútbol se ven enriquecidos por las múltiples posibilidades metafóricas que tiene este deporte que apasiona como ninguno.
Producto de estos cuentos, el Sello Editorial acaba de publicar el libro Todo por un balón de fútbol, que, además, recoge algunas fotografías del mismo concurso, pero en formato de fotografía, e ilustra, con ellas, esta nueva edición de la colección Fútbol y Letras. Esa misma semana Diego Aristizábal, con la complicidad de la Biblioteca Débora Arango, me invitó a un conversatorio que se llamó Festival de Lectores y Escritores, Envigado 2020. Viajemos entre páginas. En este encuentro tuve el inverosímil encuentro con Javier Castell. Creo que la pandemia 2020 también se alineó para que no todo fuera desolación y muerte, y nos permitió un espacio para conversar de fútbol, pero del otro, del que no es parte del mercado contemporáneo, sino del que valora la vida, los sueños, las fantasías y otras yerbas humanas.
En esta oportunidad Javier y yo conversamos sobre el número 10 en la existencia humana. Hicimos alusión al 10 de los griegos, el de las matemáticas, el de la astronomía, el 10 que alude a la perfección y que después se metió en la cultura, en la cábala, en la arquitectura, en el diseño y en la religión y, por supuesto, hizo su ingreso al fútbol como arte poético, porque el número 10 fue apareciendo en las camisetas de quienes son rebeldes, malabaristas y, sobre todo, artistas.
También comparamos estos jugadores que portan el 10 (Pelé, Maradona, Messi, Platini, Totti, Zidane, Del Piero, entre otros) con Fernando González y Débora Arango, esos dos personajes envigadeños que hicieron como el 10: jugaron, perdieron, pero hicieron rebeldías como las que han hecho estos jugadores citados. Dijimos, además, que la cancha de El Dorado se convirtió en el templo del fútbol para quienes se iniciaban en el fútbol. Allí hicieron su debut muchos de los jugadores que hoy vemos en las canchas del mundo entero.
Gracias a quienes hicieron posible este encuentro.