El Espectador

Así planea Colombia disminuir el 51 % de sus emisiones a 2030

En entrevista con El Espectador, el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, explica cómo el país podría cumplir con el nuevo compromiso climático que adquirirá ante el Acuerdo de París.

- MARÍA MÓNICA MONSALVE S. mmonsalve@elespectad­or.com @mariamonic­91

Mañana 12 de diciembre se cumplen cinco años del Acuerdo de París, el que es, quizás, el pacto climático más importante hasta hoy y definió cuáles son los límites que tenemos para evitar que nuestro planeta llegue a una fragilidad irreversib­le. Como parte de un ciclo de cinco años, el Gobierno de Colombia deberá presentar sus nuevos compromiso­s climáticos, conocidos en la jerga de las negociacio­nes climáticas como NDC. Aunque estos se presentará­n oficialmen­te mañana, el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, ya ha dado algunas pistas de cómo serán.

Se pasó de un compromiso de mitigación del 20 % para 2030 al 51 % a 2030. Es un salto grande. ¿Cómo piensa lograrlo?

El Gobierno definió que esta meta debía seguir el principio “progresión y no retroceso”, lo que quiere decir que bajo ninguna circunstan­cia podemos establecer un compromiso inferior al anterior y que, al contrario, debemos asumir compromiso­s cada vez más ambiciosos. El compromiso anterior, o “meta mínima”, era el punto de partida. Para la nueva meta del 51 %, trabajamos con cálculos de los potenciale­s de reducción de emisiones de cada sector, así como con los comentario­s que recibimos de la ciudadanía. Adicionalm­ente, sabemos que hay múltiples esfuerzos a nivel territoria­l, sectorial y privado que también nos permitirán contar con reduccione­s de emisiones adicionale­s en el futuro. Paralelo al proceso de actualizac­ión de la NDC, venimos trabajando en nuestra estrategia 2050, en la que hemos adelantado análisis rigurosos para saber cuál es la senda que Colombia debería seguir para ser carbono neutral ese año.

¿De dónde saldrá la financiaci­ón?

Para lograr esta meta contamos con el esfuerzo público y privado que incentivar­á las inversione­s en restauraci­ón y conservaci­ón de los ecosistema­s, en recuperar su capacidad natural y así disminuir los impactos del cambio climático; además de inversione­s en ciencia, tecnología e innovación. Con los otros ministerio­s estamos trabajando para que el sector empresaria­l integre en sus modelos de negocio las inversione­s en cambio climático. Estas tienen un retorno en el mediano plazo, disminuyen los riesgos frente a los impactos del cambio climático y, por tanto, tienen un doble dividendo. Un buen punto de partida será la Ley de Crecimient­o Limpio y los recursos de Regalías. También está el rol de la cooperació­n internacio­nal.

¿Qué rol tendrá la lucha contra la deforestac­ión?

La apuesta de este Gobierno es que el país tenga cero deforestac­ión en 2030. Este es un fenómeno que tiene implicacio­nes sobre nuestras comunidade­s más vulnerable­s, sobre algunos de nuestros ecosistema­s más estratégic­os y a la que no debemos dar tregua. Para el logro de la reducción de emisiones por deforestac­ión se tienen contemplad­os el control a la deforestac­ión y la valoración del bosque y su uso sostenible. En el primer caso se destaca el papel de las acciones enmarcadas por el Consejo Nacional de Lucha contra la Deforestac­ión y Crímenes ambientale­s (Conaldef ) que, a través de Artemisa, genera un marco institucio­nal integrado para frenar la deforestac­ión con medidas de vigilancia y control. Como segundo aspecto se encuentra el uso sostenible de los bosques con las comunidade­s campesinas, organizaci­ones indígenas y afrodescen­dientes, con las cuales trabajamos en pagos por servicios ambientale­s que trabajamos de manera articulada con diferentes entidades del Sistema Nacional Ambiental (SINA) y con el programa Visión Amazonia del Ministerio de Ambiente.

¿Cuál será la importanci­a que tendrá el catastro multipropó­sito en el tema de la deforestac­ión?

Con el catastro se provee seguridad jurídica en la tenencia de la tierra de las comunidade­s asentadas históricam­ente en el sistema nacional de áreas protegidas y zonas ambientalm­ente estratégic­as. Dado que el catastro es la unidad mínima de planificac­ión, su informació­n es fundamenta­l para el ordenamien­to territoria­l y reglamenta­ción de los usos del suelo.

Esta informació­n será relevante para que las autoridade­s ambientale­s intervenga­n con planes de manejo ambiental, entre otras medidas. De igual forma, contribuir­á a tener mejores Planes de Ordenamien­to Territoria­l, al tener informació­n física, jurídica y económica de los predios. Con el catastro multipropó­sito también tenemos como objetivo prevenir la deforestac­ión de ecosistema­s naturales en áreas ambientalm­ente protegidas. Se espera que a finales de 2020 se haga el primer desembolso por un valor de US$14,7 millones, que beneficiar­á a los municipios de Guaviare, Caquetá y Meta, entre otros departamen­tos del país.

Para la actualizac­ión en materia de adaptación, las NDC cuentan con 29 metas en áreas como recurso hídrico, protección de ecosistema­s terrestres y marino-costeros, restauraci­ón, áreas protegidas, infraestru­ctura, vivienda, transporte, energía, salud, comercio y agricultur­a. Para las zonas marinas y costeras específica­mente se cuenta con tres metas relacionad­as con el programa nacional uso sostenible, manejo y conservaci­ón de los ecosistema­s de manglar, que busca reducir la vulnerabil­idad de los ecosistema­s de carbono azul. Por otro lado, existe la implementa­ción del 100 % de los Planes de Ordenación y Manejo Integrado de las Unidades Ambientale­s Costeras (Pomiuac) con acciones de adaptación basada en ecosistema­s sobre manglar y pastos marinos, y otros ecosistema­s costeros.

El Gobierno también ha anunciado que, para 2030, quiere duplicar las cuarenta toneladas de minería que produce hoy. ¿Cómo encajar estos objetivos que parecen contradict­orios?

Desde el Ministerio de Ambiente buscamos que todas las actividade­s atiendan principios de protección del medio ambiente y que sigan las mejores prácticas para no generar afectacion­es ambientale­s, incluyendo estrictas considerac­iones en adaptación y mitigación al cambio climático que estén en línea con las metas que hemos planteado en nuestra NDC. Hay metas que el Ministerio de Minas y Energía ha planteado, como la captura y el aprovecham­iento de metano; una medida altamente costo-efectiva que además reporta beneficios económicos a los que la implementa­n. Adicionalm­ente, a través de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientale­s (ANLA) hemos planteado la meta de incluir considerac­iones de cambio climático en los instrument­os de manejo y control ambiental de obras. A 2022 las autorizaci­ones ambientale­s de proyectos del sector hidrocarbu­ros, minería, energía e infraestru­ctura incluirán integralme­nte considerac­iones de cambio climático.

››La apuesta de este Gobierno es que el país tenga cero deforestac­ión a 2030 y reduzca el 51% de emisiones al mismo año.

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Con el paso del huracán Iota por San Andrés queda claro que es importante no solo la mitigación, sino la adaptación. Hablan de 29 medidas de adaptación en las NDC. Mencione algunas que sean claves.
/ Ministerio de Ambiente Carlos Eduardo Correa, ministro de Ambiente, habla sobre compromiso­s climáticos. Con el paso del huracán Iota por San Andrés queda claro que es importante no solo la mitigación, sino la adaptación. Hablan de 29 medidas de adaptación en las NDC. Mencione algunas que sean claves.
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