Elefantes blancos en Córdoba: desde hospitales hasta escenarios culturales
Entre proyectos inconclusos, elefantes blancos y obras críticas el departamento tiene 36 proyectos en veremos, según documentó la Contraloría.
Una visita reciente de la Contraloría al departamento de Córdoba prendió las alarmas sobre los recursos que se encuentran en riesgo por cuenta de proyectos de obra pública que están en veremos: siete elefantes blancos, 27 proyectos críticos y dos obras inconclusas, lo que se traduce en $505.814 millones.
El Complejo Cultural del Porro, en San Pelayo; la Unidad Materno Infantil, en Montería, y la sede de la Universidad de Córdoba, en Sahagún, son tres de los siete elefantes blancos identificados. El gobernador de ese departamento, Orlando Benítez, asegura que este problema de vieja data se debe a una mala planeación. Los elefantes blancos suman $111.798 millones.
La Unidad Materno Infantil del hospital San Jerónimo de Montería, por ejemplo, es un proyecto financiado con recursos de regalías y contratado por la Gobernación de Córdoba. Desde 2012 iniciaron los trabajos y aún no terminan. De acuerdo con la Contraloría, la obra tiene un avance físico del 66,5 % y financiero del 92 %. Ha tenido cinco suspensiones y se encuentra suspendida a la fecha. Tuvo dos prórrogas por un total de cuatro meses y 58 días. Y ha tenido tres adiciones, que sumaron $3.898 millones, por ajustes de diseños y mayores cantidades de obra. Ese proyecto tuvo un valor inicial de $13.451 millones, pero con la adición llegó a un valor total de $17.349 millones.
Por ese proyecto, la Unidad de Regalías de la Contraloría ha señalado un hallazgo fiscal a la Gobernación por valor de $16.118 millones, por falta de planeación y ejecución de la obra e indebida administración de los recursos. “Todavía tiene problemas de diseño. Las camillas no entran por los pasillos y adicionalmente van a tener que modificar completamente ese contrato, porque ya después de seis años han cambiado los diseños y requerimientos en materia de salubridad”, detalla el contralor Carlos Felipe Córdoba.
A su turno, el gobernador Benítez explica que el reto es poder cumplir con esa deuda que tienen con los cordobeses: “Hemos logrado avanzar muchos capítulos, aunque hay otros pendientes, sobre todo los relacionados con la ejecución de obras que han tenido inconvenientes y datan desde administraciones anteriores, algunos en riesgo de convertirse en elefantes blancos y otras paralizadas o suspendidas por malos diseños o por mala ejecución, en palabras concretas, por una mala planeación”.
Otro de los proyectos que está en la lupa de la Contraloría es el Complejo Cultural Nacional e Internacional del Porro en San Pelayo. Esa obra inició el 26 de marzo de 2014 y terminó el 10 de noviembre de 2015. La construcción del complejo fue financiada con recursos de regalías, y tiene como contratista a la Unión Temporal Complejo Cultural San Pelayo. Tuvo un valor inicial de $12.866 millones y una adición de $6.165 millones, para un costo final de $19.032 millones. Sin embargo, hoy está en un notable deterioro.
“Se presentaron debilidades en los procedimientos constructivos e incumplimiento de normas y especificaciones técnicas, como falta de rigor en el control y la supervisión técnica a cargo de la interventoría. Por falta de mantenimiento se ha producido un deterioro notable de la construcción recibida en 2015”, detalló el contralor Córdoba. Desde que fue terminada esta obra, solo es utilizada para un evento que se lleva a cabo por cuatro días en el mes de junio, en el marco de la celebración del Festival Nacional del Porro.
Desde la Gobernación de Córdoba tienen identificados otros proyectos inconclusos en riesgo de convertirse en elefantes blancos. “Cuándo llegamos el acueducto regional del San Jorge venía ejecutándose desde el año 2015 y en cuatro años solo había avanzado el 50 %, en nuestro año de gobierno en medio de la pandemia hemos logrado avanzar el 35 %”, asegura Benítez, quien ve de buena manera el apoyo de los organismos de control. “En el marco de la estrategia Compromiso Colombia, que se viene liderando desde la Contraloría, eso se convierte en un insumo importante para poder solucionar problemas que hay al respecto de la ejecución de obras.