El Espectador

Faltan 600 días

- PABLO FELIPE ROBLEDO

DUQUE HA DEJADO TRANSCURRI­R, con mucha pena y sin ninguna gloria, la mitad de su mandato. Hoy restan 600 días para que el eterno aprendiz de presidente entregue el bastón de mando a su sucesor, que ojalá no sea otro novato sin mérito escogido por Uribe, el otro eterno.

Muchos dirán que 600 días no es nada y otros pensarán que es mucho. Eso depende: si Duque fuera un buen presidente, habría que decir que es poco tiempo para hacer todo lo que falta; pero como es un pésimo mandatario, habrá que sentarse a ver cómo pasan y pasan los días sin que haga lo que debe hacer. Para el 70 % de los colombiano­s que tenemos una imagen desfavorab­le de Duque, estos próximos 600 días serán otra pesadilla.

Ya no hay esperanza de que aprenda a gobernar, ni de que, así sea por mero instinto, dirija el país por el camino correcto; eso no ha ocurrido ni ocurrirá. La ilusión está en que no hay plazo que no venza ni mal que dure 100 años.

Algún día dejará la Presidenci­a y vendrá un sucesor, ojalá, este sí, con la capacidad de meterle el acelerador a la solución de los grandes problemas nacionales, y no de capotearlo­s como hasta ahora lo ha hecho Duque. Siempre habrá la esperanza de que venga un nuevo presidente que nos permita recuperar el tiempo perdido por un Gobierno retardatar­io, obstinado y retador, que ha venido manejando el país con espejo retrovisor, que no logró conquistas diferentes al simple cambio de nombre en ciertos programas estatales, que encontró su éxtasis en el aplauso por la inauguraci­ón de obras del gobierno anterior y que tuvo en la televisión una inédita fuente de inspiració­n al gobernar, contemplán­dose a sí mismo como narciso en un espejo.

A Duque se le recordará como el presidente de la pandemia, un factor externo y universal que le hizo más difícil poder gobernar, pero al mismo tiempo será lo que lo salve del total e histórico desprestig­io. Duque encontrará en la crisis una excusa para camuflar la misma incompeten­cia que mostró durante el primer año y medio de su mandato, cuando aún no había pandemia, pero sí un mal gobierno y una popularida­d por el piso.

Las cifras del impacto del coronaviru­s en Colombia son muestra de que, salvo el fortalecim­iento del sistema de salud, la situación no es buena. Somos el 11° país con más contagios oficiales, el 12° con más muertos, estamos

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia