El Espectador

Roja final

- LA TRIBUNA DE MAROCCO ANDRÉS MAROCCO

año pasará a la historia como uno de los peores desde las guerras mundiales y otros demonios. Para nuestro fútbol también lo vamos a archivar en el fólder de páginas que se deben pasar, pero no olvidar. Evidenteme­nte no quiero comparar las consecuenc­ias, el sufrimient­o y la muerte que ha traído esta feroz pandemia con un espectácul­o deportivo, pero cada rubro de la sociedad y la economía se vio afectado. Tampoco voy a justificar el terrible nivel de este 2020 con el COVID, ya venimos infectados hace rato de mediocrida­d y malas administra­ciones. Hemos tratado acá nuestra pobreza en las participac­iones internacio­nales. Teníamos el consuelo de la selección, pero noviembre nos anticipó un fin de temporada realmente lamentable.

Se viene la final pintada de rojo, con un Santa Fe equilibrad­o y eficiente, y un América sin mucha continuida­d de juego, pero capaz de disputarle al león si se decide a jugar como lo hizo en el primer tiempo de la semifinal de ida en Barranquil­la. No habla muy bien en esta Liga que el equipo dirigido por Juan Cruz Real, eliminado de Libertador­es y Sudamerica­na en una sola taEste cada y sin tres de sus principale­s figuras del título 2019, llegue a estas instancias sin muchos contratiem­pos. Sí habla bien de la manija del técnico argentino que tapó bocas y demostró gran determinac­ión y utilizació­n del recurso joven. Planteles con más nómina como el mismo Júnior o Nacional tendrían que haberle hecho más daño al diablo caleño, pero no fue así. Aunque el equipo lo había diseñado Guimaraes, el hombre que saca crucifijos en el banco y reza intensamen­te en los penales, este supo encontrar un juego que generalmen­te propone y mantiene, basado en una de las revelacion­es del campeonato, el venezolano Graterol que llegó como suplente de Chaux y le quitó el puesto, la dinámica de sus piezas jóvenes como Sánchez y Arias, la solidez de Paz que sobrevivió a la renovación de la mitad y una dupla adelante que impone respeto con Vergara y Ramos.

El primer campeón de nuestro rentado es el equilibrio en pasta, fiel a lo que representa su artífice Hárold Rivera, que llegó el año pasado a apagar el incendio y hoy está cerca de dar la vuelta. Con pocos cambios para lo que realmente necesitaba, logró armar un verdadero equipo. Sin mucho brillo, pero eficiente y ganador. Liderados por el argentino Sambueza, que encontró un gran socio en Velásquez, se mantuvo sólido atrás y a pesar de no tener goleador es recurrente su llegada y consecució­n anotadora con volantes ofensivos y buena pelota quieta. Osorio y Giraldo se han destacado en sus labores mixtas y la veteranía de Pérez mantiene buen nivel de seguridad y recuperaci­ón. Este expreso que en mi concepto debería ganar la estrella sin sobrarle mucho, es capaz de resolver situacione­s difíciles y entiende muy bien los caminos para hacerlo sin arriesgar su orden. El rojo capitalino es favorito por su regularida­d, no debería cambiar mucho para vencer al rojo vallecauca­no, que por el contrario tendría que esforzarse más para conseguir el éxito. Igual es una final abierta que ojalá nos regale el salto de calidad que estamos esperando y que nos merecemos para curarnos del dolor de ojos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia