Continúa reforma electoral
El senador, hoy en la oposición, dice que la aprobación no se hizo a las carreras, habla de los puntos polémicos y asegura que no se pudo haber sacado mejor reforma.
Aunque el Congreso ya aprobó la reforma electoral, aún falta la conciliación. Analizamos los pendientes en paridad y hablamos con uno de los ponentes, Armando Benedetti, que defiende el trámite del proyecto.
En medio de las discusiones de la reforma electoral, el senador Armando Benedetti fue el encargado de dirigir buena parte del debate, como coordinador ponente, tanto en comisiones conjuntas como en la plenaria del Senado. Fueron más de mil las proposiciones que llegaron en las distintas fases del estudio del proyecto, que reemplazará un Código Electoral entrado en años, aprobado en 1986.
Dos días después de que el Senado le diera el sí a la iniciativa, impulsada por la Registraduría con el apoyo del Gobierno, y a falta de la conciliación con la Cámara, Benedetti habló de los puntos fuertes y los controversiales, y explicó algunos de los temas más novedosos que pondrían las reglas tanto para 2022 como para el resto de justas electorales que le sigan.
Queda en el aire la sensación de que la plenaria poco estudió el proyecto y casi que se pupitreó...
Los que digan que no se estudió a profundidad es porque son esos estúpidos youtubers que les gusta hablar y no leer. El proyecto se presentó para julio y en septiembre fue que me pusieron ponente. Se viene a aprobar a los tres meses de haberse radicado. El tema de ponentes fue algo nunca antes visto, y es que designan a 17 y en la Comisión somos 22 senadores. Si se tiene esa cantidad, pues se están ahorrando las sesiones. Además, estuvimos 20 días seguidos trabajando en jornadas de más de 10 horas y el texto consensuado se hizo con más de 500 proposiciones y luego en las discusiones de comisión con la Cámara nos metieron otras 500. Lo que pasa es que había gente con ganas de sabotear, pero logramos consensos en cada momento. Si se tenían más de mil proposiciones, pues eso no se hizo a las carreras. Luego en la plenaria se creó una subcomisión, a la que llegaron otras 200 proposiciones. De ahí se sacó lo feo, lo único en lo que se perdió fueron las seccionales.
Si es un proyecto cuya implementación es progresiva y en el que muchos puntos no podían ser aplicados, sino hasta después de 2022, ¿por qué no dejar que se fuera a marzo de 2021?
¿Acaso quieren más calma cuando el debate se demoró tres meses? Tienen que entender que el año electoral comienza en marzo y esta ley tiene que ser revisada por la Corte Constitucional de forma obligatoria. Si se aprueba el otro año, pues sale de estudio de la Corte en junio o julio. No podíamos tener ninguna norma que creara alguna incertidumbre para los nuevos candidatos. Por eso nos cuidamos de que lo más difícil, el voto electrónico, se comience a implantar más allá de 2023. Además, teníamos que dejar las reglas claras para el año electoral que comienza en marzo.
¿Cuáles son los puntos que más destaca de este nuevo Código?
El punto más berraco y del que las personas menos han hablado es el de las auditorías. Esto quiere decir que los partidos van a tener un representante especial que va a saber con anterioridad los resultados de la mesa antes de que sean transmitidos. O sea, antes de que el resultado se transmita, se va a saber si hay irregularidades o fallas que serán objeto de investigación. Otro punto importante es el del software, pues se consiguió uno para el escrutinio. El tema del domicilio electoral acaba con la trashumancia, pues la Registraduría asigna el puesto con respecto al domicilio. También destaco lo de los testigos, porque vi cómo envenenan las listas. Ahora el sorteo será con los 38 millones de personas que pueden votar. Además, hay que hablar de lo que no se dejó pasar y entre esas están las facultades del presidente, lo de la Ley de Garantías, lo que podían botar a la gente por pérdida de confianza, el tema del voto remoto, lo de tecnología no se puso nada.
La implementación del voto electrónico mixto y la auditoría de los software son dos de los grandes temores, ¿qué garantías hay para que no pase casos parecidos como en Venezuela o las irregularidades con el Mira?
El problema es que se estaba diciendo que todo se estaba generando a un mismo tipo de tecnología, y eso traía sospecha de ambos lados. Pedimos que se quitara y se acabó el problema. El software no genera ningún temor. Todos están felices porque antes el Consejo Nacional Electoral no tenía esta herramienta para hacer el escrutinio.
El tema de las encuestas es uno de los menos tocados, pero en el que se hizo amplias reformas...
El tema es que ahora tendrán que estar registradas en el Consejo Nacional Electoral tres años antes de realizar la encuesta. La razón de esto es que aparecían unas casas encuestadoras regionales que solo tenían tres meses de existencia y, enseguida, al otro día de las elecciones las cerraban.
Y se añadió un parágrafo en el que se exige a las encuestadoras que entreguen la información de los que participan en los sondeos, ¿esto no puede ser peligroso y hasta rompe el secreto del voto?
No, ¿por qué va a revelar el sentido del voto? La trazabilidad que se busca no muestra por quién se votó, sino que si existe realmente esa persona. Esa trazabilidad es para garantizar que no escojan las mismas personas para encuestar, como estarían haciendo algunas encuestadoras. Además, para que dejen claro cuántas de las respuestas de las personas son válidas, porque eso nunca lo ponen. Los tratamos de ajustar bien.
¿Cómo vio usted el tema de la paridad, es el gran logro como se está pregonando?
Lo que pasa es que las cosas no se dan de un día para otro. Es como con los temas de libertades y pluralismo, solo se comienzan a entender cuando se debaten. Es verdad que con las cuotas del 30 % normalmente se hace relleno -la secretaria, la mamá, la hermana-, pero ahora que es con el 50 %, pues la gente se va a ir metiendo y se va avanzando en la paridad. A mí lo que me gustaría hacer es una reforma legislativa donde se definan un mínimo de 35-40 curules para las mujeres. Una especie de circunscripción especial.
En Cámara se aprobó que el registrador tuviera discrecionalidad para remover de cargos administrativos bajo el argumento de falta de confianza, ¿será uno de los temas de debate en la conciliación?
‘‘Tienen que entender que el año electoral comienza en marzo y esta ley tiene que ser revisada por la Corte Constitucional de forma obligatoria”.
Eso de ninguna manera va a salir adelante. El único punto que va a tener debate es el de los grupos significativos para que puedan hacer acuerdos, porque ese fue aprobado en la Cámara y no en el Senado. El problema es que allá lo aprobaron con el término coaliciones y eso es inconstitucional.